Recuperada una tonelada de cable de cobre de robos cometidos en Madrid, Guadalajara, Ávila y Soria
La Guardia Civil detiene a seis personas por robo y a otras tres por compra de objetos robados
Pablo Garcinuño
Viernes, 8 de agosto 2014, 10:51
La Guardia Civil, en el marco de un operativo desarrollado en Madrid, Ávila y Guadalajara, ha detenido a seis personas de nacionalidad rumana acusadas de ocho robos cometidos con fuerza y a otros tres individuos españoles por comprar el cable robado.
En la operación se ha realizado un registro en una nave industrial ubicada en la Comunidad de Madrid donde almacenaban el cable que posteriormente vendían. Además, se ha intervenido una tonelada de cable de cobre, varias herramientas utilizadas para la perpetración de los robos, cinco vehículos y material informático.
Zona de actuación
Las investigaciones comenzaron en febrero de este año a raíz de un robo cometido en la localidad de Humanes (Guadalajara), en una empresa de prefabricados donde sustrajeron dos transformadores y cable de cobre. Se calcula que ocasionaron daños por un valor de 300.0000 euros.
Los agentes detectaron diferentes robos cometidos con la misma forma de actuar en la Comunidad de Madrid, Guadalajara, Ávila y Soria. Entre ellos, destacan los perpetrados en las instalaciones del Canal de Isabel II Gestión, de la localidad de Brunete (Madrid), y en la estación de bombeo del Canal de Isabel II ubicada en la Urbanización Navapark de la localidad de Navahondilla (Ávila). La operación ha sido llevada a cabo por los equipos de Policía Judicial de Villaviciosa de Odón (Madrid), Ávila y Guadalajara.
Proceso de los robos
Para acceder al lugar donde iban a robar el cable de cobre, la organización criminal rompía el vallado perimetral e inutilizaban las alarmas. Los robos eran cometidos de noche en zonas aisladas. De hecho, no dudaban en atravesar praderas en caso de detectar presencia policial. En uno de los robos, al ser interceptados por la Guardia Civil, dejaron abandonados los vehículos cargados con el cable robado y emprendieron la huída a pie.
Posteriormente se dirigían a zonas descampadas y de difícil acceso, donde se deshacían de las carcasas del cable quemándolo para trasladarlo a la nave. Para el traslado del cable de cobre, la organización utilizaba vehículos lanzaderas para garantizar que los vehículos que iban cargados con el cable robado llegasen a la nave industrial. Uno de los integrantes de la red se quedaba vigilando las inmediaciones de la nave.
Tras la descarga del cable en la nave, los integrantes de la red quedaban en un lavadero para limpiar los vehículos de los restos de barro y polvo que pudieran tener y planificar el siguiente. Una vez que el cable de cobre estaba en la nave, los gestores de una chatarrería de la Cañada Real de Madrid receptaban el material. Cabe destacar que estas personas ya habían sido investigadas en otras operaciones y detenidas por los mismos hechos.
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