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EL NORTE
Martes, 4 de marzo 2014, 09:57
Que no engañe la tregua momentánea. Que las temperaturas hayan descendido y que las nubes sean más tímidas a la hora de descargar no significa que el panorama de los cauces en buena parte de la provincia segoviana se haya normalizado. La situación sigue siendo de alerta y los efectivos de Protección Civil están atentos al devenir de los caudales. Los incidentes no llegan a la magnitud de los registrados a lo largo del domingo. Pero haberlos, haylos. De ahí que impere la prevención y la precaución. El delegado territorial de la Junta, Javier López-Escobar, comenta que hasta ahora los episodios de inundaciones están siendo "ocasionales" y añade que se están solucionando.
En la red viaria, la Diputación provincial reitera el aviso de que siguen cortadas dos carreteras de las cuatro que se vieron gravemente afectadas por desbordamientos durante la jornada dominical. Se trata del acceso a Hontanares de Eresma por la SG-V-3122. Los conductores pueden tomar la ruta alternativa pro el vial que se dirige a Valseca. Asimismo, los operarios continúan trabajando en arreglar el tramo de la SG-3312, en las inmediaciones de Carbonero de Ahusín. La institución ofrece como itinerario opcional la autovía a Valladolid.
La Delegación Territorial de la Junta mantiene informadas a las localidades que podrían verse afectadas en la provincia de que se encuentran en situación 1 del plan Inuncyl. Se han incorporado a esta situación las localidades de Coca y Pajares de Pedraza. Y continúan en riesgo las trece de este domingo: Hontanares de Eresma, Valverde del Majano, Aldealengua de Santa María, Languilla, Montejo de la Vega de la Serrezuela, Sepúlveda, Carrascal del Río, Cobos de Fuentidueña, San Miguel de Bernuy, Fuentidueña, Segovia capital, Palazuelos de Eresma y Real Sitio de San Ildefonso.
Por su parte, el embalse del Pontón Alto sigue desaguando por coronación y se encuentra a rebosar. Las precipitaciones persistentes de los últimos días y el deshielo han provocado que esté al 100% de su volumen, que es de 7,3 hectómetros cúbicos.
La alerta se mantiene aunque haya estaciones de aforo en las que la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) detectaba por la mañana una tendencia descendente en la altura y el volumen de los caudales. En concreto, este era el caso del Eresma en la capital segoviana y en la salida del Pontón Alto. Según la última información facilitada por la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), el río ha superado su nivel de alarma en las estaciones de Bernardos -por donde baja a 134 metros cúbicos por segundo cuando el tope de referencia es de 72-, y de Coca, con un caudal de 103 metros cúbicos por segundo, el doble del límite establecido para el estado de alarma. También en la capital el cauce sigue crecido (51 metros cúbicos por segundo cuando el nivel de referencia es de 33). Y lo mismo ocurre en el punto de medición de Valsaín, donde el caudal permanece estable entorno a esa línea roja que marcan los 25 metros cúbicos por segundo.
La Junta de Castilla y León precisa que el nivel de alerta también se halla activado en la estación de aforo de la salida de Pontón Alto, así como el cauce del río Cega, en el término municipal de Pajares de Pedraza, ambas con tendencia a la bajada. Además, desde esta mañana se está procediendo al desembalse de las presas de Burgomillodo y Las Vencías.
Por lo tanto, no hay que bajar que la guardia. Una nueva crecida del Eresma en la capital dio otro susto durante la pasada noche. Los bomberos que achicaban el agua acumulada en la Casa de la Moneda, y sobre todo en la cafetería del Real Ingenio, tuvieron que abortar la actuación ante otra avenida del cauce, relata la concejala de Patrimonio Histórico y Turismo. Claudia de Santos indica que el río volvió a saltar el pretil que separa la terraza y anegó de nuevo parte de la instalación, aunque sin llegar a los niveles de la madrugada del domingo.
Con el paso de la noche, el panorama en la Ceca se estabilizó, aunque los efectivos de Protección Civil no pudieron empezar a desaguar y a retirar y limpiar las ramas, lodo y hojas arrastradas por la fuerza del río hasta entrado el lunes. Los bomberos se afanan en las tareas de achique del agua embolsada en la cafetería ayudados por tres bombas, apunta la concejala de Protección Civil y Medio Ambiente, Paloma Maroto. La concejala admite que los daños originados en este local son considerables. Este espacio mantenía un nivel de agua de diez centímetros a primera hora de la tarde.
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