Visita virtual a Aranda de Duero

Colocar a Aranda en el mundo. Eso puede significar a corto plazo el proyecto que desde hace unos meses realiza la Universidad Rey Juan Carlos, con la colaboración de investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid, en lo que se denomina la digitalización y realidad virtual del Patrimonio cultural, vitivinícola y desarrollo turístico de Aranda de Duero. Un minucioso trabajo en la vanguardia de las nuevas tecnologías que muy pronto a través de Internet permitirá a personas distribuidas a lo largo del globo terráqueo conocer la existencia de la localidad burgalesa, su patrimonio, sus señas de identidad, y despertar el 'gusanillo' de una visita real.

Un teléfono móvil, una tablet, un ordenador, serán suficientes, desde cualquier punto del planeta para hacer una visita virtual, pero a efectos ópticos cuasi real, del entramado de bodegas subterráneas y el casco histórico de la ciudad. La iniciativa nació como un proyecto para poner en marcha en un ramillete de una decena de bodegas, un recorrido entrelazando cuatro de ellas y un trayecto en superficie de apenas cincuenta metros de distancia entre la Plaza del Trigo y Calle de las Boticas. Esa idea inicial se multiplicó en el primer momento y creció, aún más allá, apenas diez días después de comenzar el trabajo sobre todo debido al apasionamiento del equipo científico. De esa manera, se convirtió en una visita a todo el casco histórico, casi siguiendo el itinerario que marcaba la muralla de Aranda en el plano de 1503, en la que destaca una imponente panorámica del la fachada de la iglesia de Santa María o las visitas virtuales y al detalle en casi una treintena de bodegas subterráneas.