La suerte de espaldas

El Becerril se marchó de vacío de Burgos a pesar de completar una gran actuación ante el Beroil Bupolsa. El equipo de José Antonio Hernando, que dejó una gran imagen en uno de los feudos más difíciles de la categoría, vio cómo su rival enjugaba la ventaja becerrilense en la recta final del partido y cómo, ya en el tiempo de descuento, un tanto de Bruju les dejaba sin premio a pesar de los méritos contraídos. El empuje final de los burgaleses no pudo ser frenado por el Becerril, que una semana más se mantiene abajo en la clasificación.

Con las ideas muy claras y sus líneas muy ordenadas, el Becerril dejó en Pallafría toda la iniciativa del partido al Beroil Bupolsa. Los locales tenían el balón, pero no el dominio del partido, ya que Ortega apenas tenía trabajo y los palentinos creaban mucho peligro en sus contragolpes. De hecho, en la primera mitad, los burgaleses apenas inquietaron la portería becerrilense, salvo con un disparo muy alto de Koke en el minuto 21 y un cabezazo más que defectuoso de Pekas en el 24. El Becerril, por su parte, pudo adelantarse tras una pérdida en la zona de creación de los locales que acabó en un mano a mano entre Merino y Alconero, bien resuelto por el meta en su salida. En el saque de esquina posterior, el propio Merino empaló alto.

Estaba más asentado en el terreno de juego el Becerril y obtuvo recompensa en una gran acción de Cristian en el minuto 35. El lateral se incorporó con calidad hasta tres cuartos de campo y, una vez allí, habilitó a Fran para posteriormente recibir en la frontal del área, desde donde dejó para la llegada de Crespo tras una gran maniobra. El mediocentro no dudó en pegar con todo al balón, que acabó entrando por toda la escuadra. Una sensacional jugada que parecía que iba a permitir a los becerrilenses marcharse en ventaja al descanso, puesto que el Beroil seguía sin crear peligro. Sin embargo, no fue posible porque al filo del descanso, un cabezazo de Pekas impactó en el brazo de Varo de manera involuntaria, decretando el colegiado penalti. Ortega adivinó las intenciones de Cosín, pero nada pudo hacer con el rechace.

El resultado, pese a todo, no pesó en el Becerril, que salió al césped mucho más agresivo tras el paso por vestuarios. Había comprobado durante los primeros 45 minutos que era perfectamente capaz de superar a la gran sorpresa de la temporada y se lanzó a por el triunfo. De esta manera, Merino y Melero tuvieron una doble ocasión en el minuto 49 que fue la antesala del 1-2. Fue en el minuto 52 cuando Cachorro derribó a Merino en el interior del área y Melero transformó el penalti. El mediapunta se adueñaba en esos momentos del centro del campo, dando salida a todos los balones largos de la zaga palentina. El Becerril encontraba soluciones en todos los balones que buscaba por el centro, como un contragolpe en el minuto 71 en el que Merino perdonó el 1-3 en el uno contra uno ante Álex.

Perdonó el Becerril cuando pudo sentenciar y acabó pagándolo. Aunque el trabajo defensivo de los de Hernando era inconmensurable y ello dificultaba aún más que el Beroil tuviera las ideas claras, el empuje de los burgaleses acabó siendo determinante. La entrada de Bruju les dio una marcha más en cuanto a intensidad y el propio extremo fue el primero en avisar, en el 72, de que el Beroil no se rendía con un disparo que se envenenó y que Ortega no pudo blocar, despejando Dani. Los centros locales no encontraban rematador, ni las combinaciones desordenaban la zaga becerrilense, pero tanto fue el cántaro a la fuente que acabó rompiéndose.

Y la suerte dio la espalda de manera definitiva al Becerril. En el minuto 81, Koke empató tras remachar en el segundo palo un centro de Bruju que Gallo había peinado en el primer palo. Había merecido el triunfo el equipo de Hernando y veía cómo se le escapaban dos puntos. A punto estuvo de solucionarlo Arquero en el minuto 88, pero su potente disparo desde la frontal acabó en saque de esquina. Fue aún peor el castigo para los palentinos porque, ya en el tiempo de descuento, el propio Bruju culminó la remontada local tras driblar a Cristian en el interior del área y buscar con rosca la escuadra de Ortega.