Denuncian la existencia de 16 antenas ilegales en Valladolid

La Asociación Vallisoletana de Afectados por Antenas de Telecomunicaciones (AVAATE) denunció hoy la existencia de 16 antenas ilegales situadas en el entorno de colegios, centros de salud y hospitales de la ciudad, distribuidas en once estaciones base a lo largo de toda la ciudad. Desde la agrupación, recuerdan que tras la sentencia del Tribunal Supremo de 9 de junio de 2012, que volvió a anular la modificación del PGOU que permitía la instalación de Estaciones Base de Telefonía en edificios residenciales, han presentado la primera denuncia ante la Concejalía de Urbanismo, con el fin de que el Ayuntamiento de Valladolid paralice la actividad y desmonte las instalaciones ilegales. De no ser así procederemos por la vía judicial exigiendo responsabilidades penales si fuera necesario, anuncian en un comunicado.

La relación de estaciones base que albergan esas 16 antenas es la siguiente: el número 16-18 de la calle Imperial, por su cercanía con el Colegio Público Isabel La Católica; el 14 de la Calle San José de Calasanz, al lado de los Colegios Pablo Picasso y Fray Luís de León; el portal 14-16 de la Calle Mateo Seoane, Colegio Manuel Azaña; el número 2 de la Calle Esteban García Chico, IES Zorrilla; el 12 de la Plaza Ribera de Castilla, Colegio José Zorrilla y Centro de Salud La Rondilla; el 28 de la Calle Armonio, Hospital Río Hortega; el 3 de la Calle Lago de Sanabria, Hospital Río Hortega; el 14 de la Calle San Blas, Colegio Santa Teresa de Jesús; el número 23 de la Calle Madre de Dios, Hospital Clínico Universitario; el número 2 de la Calle Francisco Suárez, Colegio Lourdes; y el número 17 bis de la Calle García Morato, por su proximidad con el Centro de Salud Casa del Barco.

Desde AVAATE lamentan profundamente las declaraciones de la concejal de Urbanismo y Vivienda del Ayuntamiento de Valladolid, Cristina Vidal, y del alcalde, Francisco Javier León de la Riva, tras el pleno de día 3 de julio de 2012, en el que advirtieron que no se cambiaría la Ordenanza hasta que la Organización Mundial de la Salud se pronunciara, asegurando que no tenían competencias.

Estas palabras son un eco perfecto de los mensajes de las operadoras de telefonía, de las que no es la primera vez que el Ayuntamiento de Valladolid se convierte en su portavoz, y suponen tal desconocimiento de esta materia que nos hacen pensar en la mala fe de sus portavoces, puesto que la Organización Mundial de la Salud ya calificó los campos electromagnéticos como posibles carcinógenos, en la misma categoría que el benzeno, el plomo, la aurimicina, y otros compuestos químicos de especial peligrosidad. Además, la Agencia Europea del Medio Ambiente igualmente ha advertido de estos peligros, e incluso ha advertido de la nocividad de las instalaciones WIFI, lo que no ha impedido que este Ayuntamiento plague la ciudad de las mismas, recalcan.