La virtud de adaptarse al mercado

Los productos con calidad artesanal y una sabor muy característico son algunas de las señas de identidad de unas de las empresas más representativas de Villardeciervos.

Destilerías Joar SL es una pequeña industria familiar fundada en 1984 que ha sabido adaptarse a las necesidades del mercado y de los clientes desde un pueblo en el que apuntan existen muchas posibilidades, ya que «es una localidad turística, situada en plena Sierra de la Culebra, algo que favorece positivamente en la venta de licores y aguardientes que es a lo que nos dedicamos», explica María Paz García.

La empresa comenzó a funcionar con un pequeño alambique de cobre donde se destilaba, según la más antigua tradición, el aguardiente de orujo, para su posterior venta en la comarca de Sanabria. En los años 90 deciden crear la marca Cervato.

En un principio, tal y como apunta García, «sólo se envasaba aguardiente de hierbas y aguardiente de orujo, pero con posterioridad se crearon diversos licores como el de café, mora, menta, naranja, limón, miel y aguardiente envejecido»".

A finales de los años 90 se puso en marcha la marca Farruca, «en honor a la abuela de la familia».

En cuanto a la característica principal de los productos de esta empresa se encuentra en su forma de elaboración «artesanal con frutos y hierbas naturales, para conseguir que los licores Cervato y Farruca se distingan por su sabor natural».

En el año 2006, la segunda generación de la familia tomó las riendas de la empresa.

En los últimos años, la industria se ha ido adaptando a las nuevas demandas del mercado, y se ha comenzado a comercializar la crema de orujo.

La industria familiar ha sacado además al mercado botellas en miniatura y estuches para detalle en ciertas celebraciones. Destilerías Joar, poco a poso, se ha ido asentando de esta manera en el mercado a nivel nacional.