La mujer fallecida tras ser embestida por una vaca era vecina de Ceguilla

Los hechos ocurrieron el sábado por la tarde, sobre las 20:00 horas, cuando la sala de operaciones del 1-1-2 Emergencias Castilla y León recibió una llamada en la que un alertante solicitaba asistencia urgente para dos personas, un varón y una mujer, que habían resultado heridas tras sufrir el ataque de dos reses. Los habitantes de Ceguilla, localidad que cuenta con medio centenar de empadronados y está situada a la falda de la sierra, no tardaron mucho tiempo en enterarse del suceso. Esto se debe a que en los instantes posteriores observaron varias ambulancias y patrullas de la Guardia Civil deambular por las calles en busca del camino en el que se había tenido lugar el percance, según coinciden varios testimonios.

El 1-1-2 dio aviso inmediato del incidente a la Guardia Civil de Segovia y al centro coordinador de urgencias de Emergencias Sanitarias-Sacyl, que envió una UVI móvil, una ambulancia de soporte vital básico y personal sanitario de Atención Primaria del centro de salud de Navafría.Una vez en el lugar de los hechos, los equipos médicos desplazados tan solo pudieron confirmar el fallecimiento de la mujer, de 62 años y natural de Aldealengua de Pedraza.A continuación, estabilizaron y evacuaron a su pareja, un hombre de 63 años, al Complejo Asistencial de Segovia. Por el momento no se conocen detalles del pronóstico del varón, que permanece ingresado en la Unida de Cuidados Intensivos.

«Es un hecho muy desgraciado, más que nada porque tanto la mujer fallecida y el hombre herido como el ganadero de las vacas son de aquí», ha subrayado la regidora de Aldealengua de Pedraza, quien se enteró del trágico incidente a través de la llamada de un familiar. Las víctimas son «una pareja de vecinos que al parecer estaban paseando», matiza. «Aunque inicialmente pensábamos que no eran de aquí, luego hemos conocido que sí, pues es gente que va y viene continuamente porque su familia reside aquí, por lo que son unos vecinos más del pueblo», señala.

Según pudo conocer Mónica López, ni la mujer fallecida ni el hombre herido tenían ninguna relación con la labor ganadera y fueron embestidos por las vacas cuando andaban por un camino «que hay en el propio barrio de Ceguilla y que está muy próximo al casco urbano». Es un sendero situado en el paraje conocido comodel Caz, que se dirige al río y «conecta el otro lado del pueblo», por lo que es muy transitado por aquellas personas que quieren disfrutar de un rato de actividad deportiva en la naturaleza. «Suponemos que estaban dando un paseo porque la zona en la que se encontraban es un itinerario muy habitual entre la gente que sale a caminar», insiste la alcaldesa.

Los detalles que rodean el suceso permanecen en investigación, según confirma la Subdelegación del Gobierno en Segovia. «No saben de qué manera pudo ocurrir todo, pues tampoco está muy claro si las vacas fueron las que accedieron al camino o ellos entraron al recinto», declara. La primera hipótesis que maneja el organismo gubernamental es que la mujer «se metió en la finca». En cualquier caso, la regidora aclara que no eran reses bravas. «Eran vacas de carne», especifica.

No ha trascendido la identidad del responsable de la explotación vacuna, pero Mónica López indica que el ganado estaba en una finca cercada por un pastor eléctrico, un sistema de vallado que utiliza descargas eléctricas de corta duración para impedir que los animales crucen la zona. La alcaldesa explica que en ninguna ocasión anterior se había producido un incidente de tales características en el pueblo. «Llevamos conviviendo toda la vida con ganado y no ha pasado nada similar con anterioridad», sostiene. Precisamente, uno de los emblemas patrimoniales de Aldealengua de Pedraza es la Cañada Real Soriana occidental, conocida como Cañada de la Vera de la Sierra.

Los habitantes no pueden creer lo ocurrido. «Estamos en shock, ha sido un palo para todos...», reconoció este domingo una vecina —que ha preferido mantenerse en el anonimato–, que aprovechó la mañana para acercarse al lugar del percance. En aquel momento, el pastor automático estaba desactivado, las vacas habían sido reubicadas en otro espacio y alguien había dejado un ramo de flores en recuerdo y como muestra de respeto a la fallecida. A lo largo de la jornada, el camino en el que se produjeron los hechos recibió un goteo de visitantes que intentaban encontrar una explicación a lo sucedido o mostrar sus condolencias con los familiares y el resto de ceguillanos.