TÓCALA OTRA VEZ, SAM El rincón del piano en el Caid's bar. / HOTEL EL MINZAH
CAID'S BAR | TÁNGER

El auténtico café de Rick

POR ENRIQUE PORTOCARRERO

Jueves, 27 de agosto 2009, 03:18

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Curioso tipo Sir Harry Mc Lean, un oficial escocés al que le gustaba tanto tocar la gaita como el trasero de las señoras. Digo curioso, sobre todo, porque hacía lo primero con asiduidad en la corte del sultán Moulay Hassan, adornando su cabeza con un fez y vistiendo una extraña chilaba con el tartán escocés del clan Mc Lean. Un tipo altísimo que se convirtió en instructor militar de la corte alauita, y cuyo retrato todavía preside hoy el Caid's bar del Hotel El Minzah en Tánger, a decir de muchos el auténtico 'Rick's Café Americain' de la película 'Casablanca'.

Evidentemente, desde su altura decorativa Sir Harry Mc Lean ya no contempla apátridas o nazis, ni tampoco escucha al piano la vieja canción tocada por Sam, sino únicamente alguna composición de Cole Porter que se mezcla con el ruido de las cocteleras en frenética agitación o de cualquier otro standard que sea susceptible de acompañar musicalmente un buen combinado, a veces peligroso cuando produce con su abuso delirios y alucinaciones. De esto último sabía mucho el barman judío Isaac Toledano, que mantenía desde el Caid's una dura pugna con el cercano Bar Parade, otro local presidido en su decoración por una curiosidad humana, en este caso un zapato de raso color granate perdido durante alguna noche de pasión por la actriz Tallulah Bankhead. Medio vaso de Jack Daniel's, un cuarto de Grand Marnier, otro cuarto de jugo de naranja y dos golpes de Angostura. Ese es el 'Tánger', el cóctel cuyo golpeo con los hielos en la coctelera de metal lo mismo parece dar ritmo como una maraca a un mambo, que presagiar alguna locura en caso de exceso. Pero ya no lo prepara Isaac Toledano, sino un marroquí de Malabata al que le da igual un Gin Fizz que un cola-cao. Pues le dará igual a él, digo yo, porque a partir del cuarto vaso del afamado 'Tánger', lo más probable es que la moña nos haga ver a un altísimo escocés con gaita y fez que pretende tocarle el culo a una gorda americana de Minnesota, mientras suena una marcha militar. Leyendas tangerinas, ficciones improbables.

Hotel El Minzah, 85 Rue de la Liberté. Tánger, Marruecos.

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