Peñafiel sufre once robos y asaltos en menos de una semana

Peñafiel ha sufrido once robos e intentos de robo en apenas una semana. Los últimos, los cometidos ayer de madrugada en las instalaciones de la Cooperativa Cocope, la Bodega Rubén Ramos y la empresa de fertilizantes Fertiberia. Varios días de intensa actividad delictiva que comenzaron con el asalto al Bar Velay la madrugada del jueves de la semana pasada. La misma suerte, mala, corrió Bodega Díez Villamar, situada en el casco histórico, donde los cacos intentaron hacerse con el contenido de la caja registradora, algo que finalmente no consiguieron.

Donde sí consiguieron su objetivo fue en la panadería Lozoya, establecimiento que no es la primera vez que recibe tan indeseable visita. Los autores del robo penetraron la madruga del sábado por una ventana y consiguieron hacerse con 50 euros en monedas para el cambio. Las máquinas de refrescos situadas en las instalaciones del campo municipal de fútbol también fueron forzadas, y sustraidas de su interior las recaudaciones, así como el contenido del depósito de combustible de una máquina que allí se guarda en una caseta.

Hasta Padilla de Duero

Ese fin de semana se desplazaron hasta la pedanía de Padilla de Duero, donde dieron buena cuenta del dinero de las máquinas expendedoras de bebidas de la gasolinera El Pinarillo. Y a primeras horas de la noche del domingo, un automóvil que se encontraba aparcado en la céntrica calle Atarazanas fue abierto, se le efectuó el puente y ante la imposibilidad de romper el bloqueo del volante, los ladrones desistieron de su intento de llevarse el vehículo, no sin antes causar numerosos desperfectos.

El último capítulo, por ahora, de esta cadena de asaltos se registró el pasado martes de madrugada. Las oficinas y las obras de la residencia de ancianos que promueve la Cooperativa Cocope fueron allanadas y sufrieron daños que superan lo robado, una cantidad de dinero por determinar y diferentes objetos entre los que destacan una cámara fotográfica digital, móviles y otros artilugios electrónicos. Los delincuentes dejaron fuera de servicio la alarma con métodos bastante expeditivos: literalmente arrancaron los cables.

La Bodega Rubén Ramos y la distribuidora de fertilizantes Fertiberia también sufrieron robos de escasa cuantía económica pero importantes desperfectos y daños en verjas, puertas, ventanas, y en el interior de las oficinas, donde los delincuentes se aplicaron al máximo en la búsqueda de dinero en efectivo provocando un caos de considerables dimensiones en el mobiliario y en la documentación allí custodiada. El subdelegado del Gobierno, Cecilio Vadillo, explicó ayer que «en principio, sólo hay tres denuncias» presentadas, pero que en cualquier caso la Guardia Civil investigará quién ha podido cometer los robos y comprobará si han sido realizados por las mismas personas, un trabajo de investigación en contacto con la Policía Local.