Borrar
Consulta la portada de El Norte de Castilla
Crónica negra de Valladolid

Tres disparos, un cadáver ensangrentado y un crimen sin resolver en Medina del Campo

La investigación de la muerte de José Ignacio Reyes barajó varias hipótesis, desde una venganza a un ajuste de cuentas por tráfico de drogas o deudas económicas

Ángela Gago

Valladolid

Jueves, 7 de agosto 2025, 07:19

Comenta

Sobre las doce de la mañana del sábado 7 de marzo de 1999, dos amigos de José Ignacio Reyes llegaron al taller de la imprenta Reyes, ubicado en la calle Juan de Tolosa de Medina del Campo. La puerta estaba entreabierta y dentro, tirado en el suelo, José Ignacio inconsciente, agonizando y con la cara ensangrentada. El local estaba en perfecto estado, sin indicios de que hubiese habido una pelea o un intento de robo.

Avisaron a un vecino y llamaron a la Cruz Roja. El herido, con el pulso muy débil, fue trasladado de urgencia al Hospital de Medina, donde murió a los pocos minutos sin responder a la reanimación. La autopsia confirmó que la víctima había recibido tres disparos por arma corta en el cerebro, cuello y tórax. El cuerpo no tenía secuelas de haber sido torturado, aunque sí un corte en el rostro debido a la caída.

Según el análisis de las balas, el crimen se cometió con una pistola calibre 6,35 milímetros. Se barajaron varias hipótesis, desde una venganza a un ajuste de cuentas por tráfico de drogas o deudas económicas, aunque el fallecido no tenía antecedentes policiales ni penales. Han pasado 26 años, pero este caso sigue sin resolverse.

Propietario de una imprenta familiar

José Ignacio, de 35 años, era el tercero de una generación dedicada a la imprenta en Medina del Campo. Una profesión que heredó de su abuelo y de su padre, Julio y Adelino. Era propietario de la imprenta, ubicada en el barrio de Las Tudas -extrarradio de Medina- y aquellos días ultimaba los preparativos para abrir uno nuevo en la avenida de la Constitución. La víctima estaba casado, era padre de dos hijos y apreciado en Medina al mantener el negocio familiar.

Tras confirmarse su muerte, sus vecinos se mostraron consternados e incrédulos. «Cuando he visto la ambulancia me he acercado al taller y no parecía él, tenía la cara hinchada y la sangre seca. No sabemos qué ha pasado; pero si le han matado no se puede acabar así con una vida», se lamentaba una de las vecinas a este periódico.

Ninguno de los residentes en la calle del taller -a pesar de ser estrecha y tranquila- escuchó aquella noche movimientos o ruidos en la imprenta. «José Ignacio se quedaba trabajando hasta tarde algunas noches y desde mi habitación se escucha si la maquinaria está en marcha, pero anoche no hubo ningún ruido», aseguraba otro vecino. La última persona que transitó la calle aquella noche fue una joven que cuando regresaba a casa observó que el taller estaba cerrado.

A las ocho y media de aquella mañana, en la zona vieron el coche de José Ignacio aparcado y la puerta de la imprenta entreabierta, con las luces encendidas. «Aunque en la imprenta no se trabaja los sábados, pensamos que habría ido a recoger algo», indicaron.

La Policía investigó, sin éxito, en el entorno de la droga las posibles causas del homicidio. Dos días después del crimen, los agentes de la comisaría de Medina interrogaron a varios hosteleros de la localidad para tratar de descubrir dónde y con quién estuvo la víctima la noche anterior a su muerte y así reconstruir los hechos. Tras las declaraciones, la Policía carecía aún de pistas fiables para poder resolver el caso.

Cuando se habían cumplido nueve meses del fallecimiento del joven empresario, la Guardia Civil atribuyó el homicidio de Reyes a los autores que provocaron un tiroteo en la calle Perú de Valladolid el 8 de noviembre de 1999. Consiguieron detener a uno de ellos, pero no lograron demostrar su implicación.

La próxima semana

El hostelero de Tordesillas que murió desnucado en la puerta de su bar.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elnortedecastilla Tres disparos, un cadáver ensangrentado y un crimen sin resolver en Medina del Campo

Tres disparos, un cadáver ensangrentado y un crimen sin resolver en Medina del Campo