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ISABEL REGUILÓN
Miércoles, 31 de diciembre 2008, 01:26
Ángel García Rosillo regenta una tienda de antigüedades en Benavente, donde continúa con el oficio que su padre ejerce desde hace 42 años. Hace unos días se llevó el susto de su vida en la feria de antigüedades que reunió a la flor y nata de la profesión y los coleccionistas en Madrid, entre el 15 y 23 de diciembre.
En su 'stand' se presentaron dos policías que se identificaron y le pidieron la documentación de una tabla que representa el Descendimiento de Cristo, la pieza robada hace 23 años en Trujillo y que este comerciante benaventano había adquirido en Madrid en abril de forma legal.
Su padre lleva cuatro décadas en el oficio y nunca les había pasado algo parecido. «Adquirimos la tabla a un particular en Madrid, un hombre bien parecido, residente en la calle Velázquez y, para nosotros, de toda confianza, porque además ya le habíamos comprado más piezas», asegura el joven, quien insiste en que «nosotros no compramos a cualquiera. Es un negocio que está muy controlado y toda la gestión la hacemos completamente legal. Cada una de las piezas que tenemos figura en el libro de policía»
Factura legal
La pieza ahora rescatada en la feria de antigüedades tenía su factura legal, de manera que la policía pudo comprobar que el autor del robo no era el anticuario, pero tampoco quien se lo vendió a él en abril. «De hecho, el señor me ha devuelto el dinero que le pagué al comprársela en mayo, lo que demuestra que él tampoco tenía que ver en el asunto»
García define la tabla robada como «una pieza muy bonita». Aunque no ha querido revelar cuanto pagó por ella, reconoce que era una cantidad apropiada para poder conseguir un 15 o un 20%más con su venta, por lo que la llevó a la feria junto con otras piezas. El anticuario lamentaba que sucedan estas cosas. « A nuestra casa viene mucha gente a vender cosas y la verdad es que cuando topamos con alguien que trae algo de malas maneras nos desentendemos y decimos que no nos interesa».
El presidente de la Asociación de Anticuarios de Castilla y León, Miguel Ángel Fernández, afirmó ayer que «gracias a nosotros se ha recuperado la tabla».
La adquisición, recalcó, «era legal y estaba apuntada en el libro de policía; de hecho, la tabla fue expuesta en una feria en Madrid, con todas las de la ley, con todo absolutamente cristalino».
Fernández destacó la colaboración del sector de anticuarios con la policía de Patrimonio en la recuperación de joyas artísticas robadas. «Si las piezas se quedan en España y no se las llevan al extranjero, ya pasen 20 ó 40 años llegan a nuestras manos, acaban saliendo a la luz».
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