«Ronaldo tiene algo que me enciende»

Con trece años, Mireia Canalda posó vestida de novia para un catálogo y a su madre le dijeron que la niña podía ser la 'top' del año 2000. Aunque se hinchó a hacer anuncios, la cosa no llegó a tanto. La notoriedad vendría más tarde y por otra vía: su romance con Ronaldo. Hace unos días desfiló en la pasarela de Castilla y León, y en el último pase se vistió otra vez de novia. «Ojalá todas las cosas acabaran así de bien...», suspiró.

-¿Lo dice por sus relaciones amorosas?

-Lo digo en general. Pero no voy a negar que a mí me encantaría casarme, aunque todavía tengo 26 años y el hombre que tenga que ser para mí, será.

-¿Desde cuándo desfila?

-Empecé a los doce años, en Barcelona. Porque yo soy catalana, aunque se empeñen en decir que soy brasileña.

-Será por su relación con Ronaldo. ¿Sabe algo de él?

-Somos muy amigos. Hablamos a menudo y nos vemos cuando se puede, aunque no se puede mucho. Tenemos una relación muy especial. No sale de la amistad, pero hay una química...

-¿Y por qué rompieron? ¿Él no sabe centrarse en una mujer?

-No, no. Ahora va a ser papá y esperemos que aquí sí se centre. La ruptura no fue por mi parte.

-¿Rompió él?

-Bueno, es que tampoco fue así. Son cosas de pareja... Hubo un enfado y después se alargó demasiado. No encontramos el momento para sentarnos y hablar.

-Ronaldo tiene fama de mujeriego.

-Creo que es una fama exagerada. No voy a decir que sea un santo, pero tampoco le he visto portarse tan mal. Conmigo desde luego se portó muy bien. Nunca tuve esa queja con él. Yo he tenido parejas que no son conocidas... Bueno, he tenido cuatro grandes parejas. El primer novio de los quince años, luego otro chico con el que estuve cinco años y, más tarde, Ronaldo y Álvaro Muñoz Escassi. Y puedo decir que con los que no eran famosos sufrí mucho más que con los otros dos. Vivía amargada con el chico que no era, entre comillas, nadie.

-Tiene mérito seguir siendo amiga de un ex novio.

-Es que Ronaldo y yo antes de ser pareja fuimos tres años amigos sin que ocurriera nunca nada. Un día surgió y, aunque yo me resistí, tuvimos una historia de ocho meses y vivimos juntos. No fue algo pasajero. Además, yo acabo bien con todos.

-¿También con Muñoz Escassi?

-También.

-Pues Escassi tiene peor fama de que Ronaldo...

-Bueno, es que en su caso un desliz suyo salió hasta en la tele.

-Pero con él no rompió por terceras personas.

-No, no. Fue porque se acabó la chispa. Yo veía que en sus ojos no había chispa. Lo comentamos y decidimos romper. En realidad, cambió todo en una semana. Fue algo muy rápido. De pronto no había lo que se veía desde un principio. Él me dijo que era cierto, que simplemente no sabía lo que había pasado, pero que esa chispa le había desaparecido. En ese momento es muy duro escuchar: «No siento lo que debo sentir». Así que una coge las maletas y se va.

-¿Se fue usted?

-Me fui yo porque estábamos de vacaciones en Sotogrande, un lugar donde él juega al polo y está con su familia y amigos. La que tenía que irse era yo.

-Pero con deportividad...

-Sí, es que soy bastante comprensiva. Tal vez hasta demasiado. Con Álvaro viví tres meses intensísimos. Yo creo que sé lo que le pasa a Álvaro. Lo vive todo tan intenso que lo quema rápido.

-¿Y ahora mismo cómo está?

-Sola. Y espero que no pasen otra vez cinco años. Entre Ronaldo y Álvaro pasaron cinco años, y aunque me hayan puesto muchos novios no he tenido ninguno. Bueno, salvo alguna intentona, pero al cabo de dos días me entra un agobio, un 'yuyu', y soy yo la que vuelvo. El problema es mío. Y suerte que me enamoré de Álvaro, porque ya empezaba a pensar que tenía un problema serio. Que no te guste nadie es muy triste.

-¿Ronaldo y Escassi se parecen?

-Los dos son divertidísimos y tienen mucha agilidad mental. Yo es que necesito que me den caña verbalmente. Que sea un hombre con el que puedas discutir sobre cualquier cosa y que no te lo comas.

-¿Eso busca?

-Eso y, por supuesto, respeto. Y que sea una persona fácil. Yo no necesito sufrir. Si es para sufrir al tercer día me largo, porque soy muy independiente. Pero estoy diciendo todo esto y me olvido de lo más importante: se tocan dos pieles y no sabes por qué salen chispas. Hay un olor, un algo especial. Es lo que por ejemplo me pasa sobre todo con Ronaldo, más que con Álvaro. Yo veo a Ronaldo y es una química, una piel... ¡Me enciende!

-A ver si es el amor de su vida.

-Bueno, es que lo es. Nunca ha dejado de serlo. Pero eso no quiere decir que vuelva con él.

-¿Está segura?

-Sí, sí. Ahora estoy ilusionada con otras cosas. Me voy a vivir a Madrid. He empezado a tomar clases de teatro, que me apasiona, y voy a luchar por ello. Siempre digo que no nos concentremos en lo que perdimos, porque lo mejor está por llegar.