Los primeros espantes y el encierro matinal transcurren sin incidentes

Los primeros espantes en la pradera de La Reguera de las fiestas de La Visitación de Fuentesaúco se produjeron sin ningún incidente notable, según la alcaldesa en funciones de la localidad, Victoria del Rey Garrido. Desde las diez de la mañana y hasta las once y media tuvieron lugar cuatro espantes en el prado que contaron con la presencia de un gran número de aficionados y la participación de unos veinte caballistas, según asegura Victoria del Rey, aunque ésta fue inferior a la de otros años.

Los caballistas condujeron a los toros y cabestros por la pradera de La Reguera hasta la entrada del pueblo, donde los corredores más jóvenes intentaron plantar cara ante la expectación de los presentes, que recordaban las anteriores cogidas o comentaban la noche anterior, mientras buscaban los rayos del sol.

Los trajes de los peñistas, corredores, caballistas y remolques llenaron de colorido este primer espante de las fiestas, que tuvo lugar en una jornada «agradable en la que el cielo estuvo nublado».

Durante una hora, los asistentes disfrutaron de carreras y recortes en el posterior encierro de calle que discurrió de forma limpia por el recorrido tradicional.

Éste, de unos 380 metros, discurre desde el prado, pasando por el centro de salud La Guareña, hasta la Plaza de Toros.

El encierro matinal se saldó también sin incidencias aunque no faltaron «pequeñas cosas» como los típicos empujones y caídas que no necesitaron atención médica.

Una antigua pugna

Es a mediados del siglo XIX cuando se consolidan los espantes, encierros, corridas y novilladas, tradición muy arraigada que compone el cartel esencial de estas fiestas y sigue atrayendo a miles de personas procedentes de diversos puntos de Zamora y de otras provincias de Castilla y León, como Salamanca o Valladolid.

Esta tradición procede de una pugna ocurrida hace siglos entre los nobles y la población, debida a que el pueblo no pudo disfrutar de una función taurina, destinada únicamente a los poderosos. Por ese motivo, los mozos decidieron espantar a las reses del pueblo para evitar la celebración del espectáculo taurino. Segùn elprograma festivo, se celebrarán más espantes hoy y mañana.

Corrida de rejones

Por la tarde, tuvo lugar la tradicional corrida de rejones de la mano del gaditano Fermín Bohórquez y los portugueses Vitor Ribeiro y Diego Ventura, uno de los platos fuertes de las fiestas de la Visitación y que hizo las delicias de los asistentes, según la alcaldesa en funciones, Victoria del Rey Garrido.

Durante su historia, la fiesta ha dejado tintes dolorosos como la cogida que sufrió hace 15 años Marcial Hernández en la laguna de la pradera de La Reguera y «que ha dado la vuelta al mundo por la televisión». Aunque el año pasado también fue accidentado, las fiestas y sus tradicionales espantes no podían haber empezado con mejor pie.