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Rafael Lapesa. / L. CONTRERAS-EFE
Lingüistas y académicos recuerdan a Rafael Lapesa en su centenario
CULTURA

Lingüistas y académicos recuerdan a Rafael Lapesa en su centenario

Autor del 'Léxico hispánico primitivo', publicó sus investigaciones en 200 libros y artículos

ANA MENDOZA

Viernes, 8 de febrero 2008, 01:34

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Maestro de varias generaciones de filólogos, sabio y generoso, Rafael Lapesa, de quien hoy se conmemora el centenario de su nacimiento, era «un héroe de la inteligencia», como solía decir de él Dámaso Alonso, y su magisterio se extendió por España e Hispanoamérica.

«Era un caso excepcional como profesor y como persona», asegura el lexicógrafo y académico Manuel Seco, uno de los discípulos más importantes de Lapesa , cuya obra fundamental, 'Historia de la Lengua Española', de 1942, «no ha sido superada por ninguna otra».

Nacido en Valencia el 8 de febrero de 1908, Lapesa dejó un recuerdo imborrable entre los centenares de discípulos que tuvo, quizá porque, como dice Seco, no se guardaba para sí «su gran sabiduría» sino que «todo lo comunicaba y hacía un esfuerzo máximo en llegar a los alumnos».

La exigencia en el estudio y en la investigación la aprendió de Ramón Menéndez Pidal con quien trabajó durante años en el Centro de Estudios Históricos, primero como becario, nada más licenciarse con 19 años en Filosofía y Letras en la Universidad de Madrid, y a partir de 1929, como colaborador, una categoría que conservó hasta que fue disuelto el Centro, al final de la Guerra Civil.

Glosario

Menéndez Pidal, director del Centro, le encargó la preparación de un glosario del primitivo léxico iberorrománico, que estaba destinado, recuerda Manuel Seco, «a ser un segundo volumen de 'Los orígenes del español'» del gran filólogo e historiador gallego.

En 1936, Lapesa había llegado en una primera redacción hasta la letra 'r'. La guerra le obligó a interrumpir el glosario, que alternó a lo largo de su vida con otras investigaciones que quedaron reflejadas en más de 200 libros y artículos.

Cuando trabajaba en la redacción definitiva del glosario, le sorprendió la enfermedad que lo condujo a la muerte, el 1 de febrero de 2001. Sólo dejó terminada la letra 'A'. En el 2003, la Real Academia Española, a la que Lapesa pertenecía desde 1950, y la Fundación Menéndez Pidal publicaron la primera redacción del 'Léxico hispánico primitivo', bajo la dirección de Manuel Seco.

Como ha recordado en más de una ocasión Víctor García de la Concha, director de la RAE, durante la guerra Lapesa hizo denodados esfuerzos para custodiar los fondos del Centro de Estudios Históricos, y cuando «los brutales bombardeos de la aviación amenazaban el edificio», trasladó al sótano los ficheros y los originales que corrían más peligro.

Al terminar la guerra, Lapesa fue depurado y, aunque tenía plaza en propiedad en Madrid, «lo desterraron a institutos de provincia», añade Seco.

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