La ministra de Fomento recuerda el accidente de Villada como una lección de humanidad para España
Magdalena Álvarez inaugura un monolito que ensalza la labor de los vecinos el 21 de agosto del 2006 La empresa Facundo recibe la Orden del Mérito Civil
J. O. J. OLANO
Miércoles, 5 de septiembre 2007, 11:38
Su visita se presumía fugaz, pero el hecho de que la ministra de Fomento acudiera a Villada algo más de un año después del fatídico 21 de agosto del 2006 resultó un motivo de satisfacción para los villadinos. De hecho, Magdalena Álvarez fue recibida entre aplausos. La titular del Ministerio de Fomento se deshizo en halagos hacia todos los vecinos de Villada en la visita que dedicó ayer al pueblo para inaugurar el monolito que recuerda a las víctimas del descarrilamiento. «Es el reconocimiento al trabajo, al cariño, la dedicación y la solidaridad de todo un pueblo», destacó la ministra si bien la palabra solidaridad fue ayer de nuevo intensamente repetida. La ministra quiso dedicar unas palabras «de emocionado recuerdo a las víctimas y de apoyo entrañable a sus familias, que siguen sufriendo la pérdida de sus seres queridos», dijo Magdalena Álvarez rememorando a los siete muertos del accidente.
Ante la presencia de un centenar de vecinos, de dirigentes de la empresa Facundo y de representantes políticos de las distintas instituciones, la ministra recordó el día del siniestro y los días posteriores como «una historia de sufrimiento, pero también de amor y generosidad sin límites», ensalzando de nuevo a los vecinos como protagonistas. «Alrededor del dolor se produjo un caudal de solidaridad que hizo que de aquella tragedia se extrajera una gran lección de humanidad para toda la sociedad española», continuó.
En una carpa instalada junto a la estación de tren -donde se ha instalado la escultura en piedra y hierro de Urbano González que recuerda a las víctimas-, Madgalena Álvarez continuó recordando el suceso. «Sobre aquel fatal accidente surgió instintivamente como un bálsamo el altruismo de los vecinos de Villada que acudieron a prestar auxilio a las víctimas, pero no sólo fue ayuda sino que mucho más», añadió.
El agradecimiento de la ministra no se quedó en los vecinos, ya que también recordó a los trabajadores de los servicios de emergencia «que supieron hacer frente a tan crítica situación con un trabajo ímprobo y generoso», dijo para referirse al personal sanitario, bomberos, policías, psicólogos, funcionarios y voluntarios que trabajaron para hacer frente a la tragedia. «Todos los vecinos se convirtieron en héroes anónimos luchando contra la adversidad», agregó.
Haciendo referencia al tamaño de la población -1.150 habitantes-, la ministra de Fomento señaló que «si la mejor prueba de la grandeza de un pueblo radica en su capacidad de entrega sacrificada a los más necesitados, podemos decir con orgullo que Villada supo estar a la altura y dar buen ejemplo como un pueblo grande, en solidaridad y generosidad», destacó durante su discurso.
La titular del departamento de Fomento insistió en que es un motivo de satisfacción comprobar cómo en momentos críticos la sociedad «es tan buena muestra de una grandiosa solidaridad y que dispone de servicios públicos tan eficaces como ejemplares». Magdalena Álvarez justificó con todos estos halagos hacia los vecinos la inauguración de un monolito financiado por el Ministerio de Fomento, en el que se puede leer 'En homenaje a las víctimas y accidentados el 21 de agosto y a la acción humanitaria del pueblo de Villada'.
En ese emotivo recuerdo a las víctimas y agradecido a los vecinos, la ministra también subrayó la labor solidaria desarrollada por la empresa Facundo Blanco en aquella trágica jornada. «La solidaridad también se expuso en el filantrópico comportamiento demostrado por los trabajadores, que contribuyeron de forma muy decisiva al auxilio de los heridos», explicó la ministra para argumentar la Orden del Mérito Civil concedida a la empresa por el Ministerio de Fomento.
Magdalena Álvarez felicitó a la presidenta de la empresa, Rosa María Blanco -hija de los ya fallecidos Facundo Blanco y Dolores de la Fuente-, «por liderar un grupo de tan singular valía. Son comportamientos como los demostrados por sus trabajadores los que dignifican y hacen grande a una empresa», dijo ensalzando las virtudes cívicas de todos los villadinos.
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