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Dos de los galgos que tienen recogidos en la protectora.
Las protectoras de Valladolid, desbordadas por el aumento de animales abandonados

Las protectoras de Valladolid, desbordadas por el aumento de animales abandonados

La asociación Scooby recogió más de mil perros en 2014 en los cinco centros que gestiona

Andrea rubio

Jueves, 30 de julio 2015, 12:39

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La protectora Scooby está desbordada. No es solo una cuestión de espacio: no puede hacer frente a los gastos, según apunta la responsable de comunicación, Rebeca Cid Rodríguez. Hay que mantener a todos los animales, con los costes de alimentación y medicación que implica su cuidado. Supone una gran inversión para la asociación, que solo en el mes pasado realizó un pago de 6.000 euros para pienso, sin contar lo que gastó en atención veterinaria, salarios... La asociación no recibe ningún tipo de subvención o ayuda, por lo que se financia a través de las aportaciones de los socios y de las donaciones de particulares. «Tenemos necesidad de todo, aquí viene bien comida, voluntarios, medicamentos, veterinarios, mantas, frigoríficos. Cualquier aportación es bienvenida», asegura Cid Rodríguez.

Otro de los problemas a los que se enfrenta es al aumento del número de abandonos en los últimos años, cuyo factor principal ha sido la crisis, aunque no ha sido el único. Solo en el año 2014, la protectora Scooby sacó de la calle a cerca de mil perros. Cabe destacar la implicación de los voluntarios, muchos de ellos extranjeros. Melisa, una joven inglesa, acude cada mañana a dar la medicación a los canes. Como ella, holandeses, italianos... colaboran durante todo el año con la protectora. También gente joven, que ha acabado sus estudios, se instala en el centro para hacer unos meses de voluntariado. Además, «Scooby tiene convenios de colaboración con diferentes universidades, como la de Zaragoza». Los estudiantes se alojan en el recinto de la asociación durante cuatro semanas y echan una mano con las castraciones, entre otras operaciones o atenciones médicas. También tiene convenios con veterinarias, y sin embargo, no cuentan «con los voluntarios necesarios para la cantidad de trabajo que hay», comenta Cid Rodríguez.

En el entramado del refugio de Scooby, los recintos donde se encuentran alojados los animales que ha recogido la asociación y las caravanas de los voluntarios, en su mayoría extranjeros, se confunden en el paisaje. Durante la época estival «dedican gran parte de sus vacaciones a colaborar», según señala Cid Rodríguez.

Perros, sobre todo galgos; caballos, hurones, ocas, incluso un cebú, que tras el cierre del zoo del municipio de Matapozuelos se quedó sin hogar, dan la bienvenida al personal de la protectora, así como a los curiosos que se acercan por la zona.

La protectora nació hace aproximadamente 30 años por iniciativa de un grupo de vecinos de Medina del Campo preocupados por el número de abandonos de gatos y perros callejeros, aunque las cifras no alcanzaban el nivel de hoy en día. Decidieron empezar a recoger a estos animales de compañía y crear una asociación que pudiera darles una segunda oportunidad. Así nació Scooby, protectora que poco a poco se fue ampliando e hizo eco de la problemática de los galgos a nivel internacional. «Aparecían muchos ahorcados en el pinar, pozos... Es evidente que sigue existiendo la problemática, aunque no se puede comparar con la situación que había antes».

Por encima de Europa

En España se crían y se entrenan miles de galgos para competiciones en carreras nacionales. En la zona de los pinares de Medina del Campo y sus alrededores era tradición, una vez acabada la temporada de carreras, por el mes de febrero, ahorcar en masa a los perros. Ante esta problemática, Scooby firmó convenios para recoger a los galgos y así dar a estos perros la opción de comenzar una nueva vida a través de la adopción. La asociación reconoce que el problema no está erradicado, pero sí ha disminuido. Actualmente, Scooby tiene bajo su tutela alrededor de 1.500 animales, distribuidos en los recintos de Palencia, Valcabado, Zamora, Valladolid y Medina del Campo. «Es una cantidad exagerada», asegura Cid Rodríguez. En cuanto a la cantidad de perros abandonados que la asociación ha recogido en lo que va de año, ronda los 800 en todos los centros. «Son tasas muy altas de abandono». España está a la cabeza de la Unión Europea en cuanto a la tasa de abandono de animales de compañía.

En el año 2014, la cifra alcanzó los 300.000, según informa la Federación de Asociaciones Protectoras de Animales de Madrid. Las condiciones en las que aparecen estos animales varían en cada caso, pero son muchos los que aparecen con síntomas de deshidratación, desnutrición o heridas, que evidencian un maltrato.

Hay dos temporadas en las que el número de abandonos es mayor, según detecta la protectora. Uno de los picos se produce en el mes de febrero, debido al fin de las competiciones de galgos y de perros de caza. La segundaépoca de mayor recogida son los meses estivales, momento en el que se produce un boom de abandonos de perros comunes.

Grave problema cultural

  • La Diputación de Valladolid concedió a José Manuel Sastre la adjudicación del servio de recogida y custodia de perros abandonados en la provincia hace 13 años. Desde entonces se encarga de la custodia del animal hasta que consigue una familia de adopción; hecho que sucede en el 85% de los casos, gracias a la colaboración de otras protectoras, como por ejemplo Propatas. En lo que va de año, el centro de Simancas, del que es gerente, ha recogido alrededor de 90 perros. Además, Sastre se encarga del centro canino La Yosa, ubicado también en Simancas, dedicado a la cría de perros y que cuenta con un hotel canino. Un recurso más para evitar los abandonos en las temporadas vacacionales, como señala Sastre. Considera que existe un grave problema cultural, dado que «los españoles no han llegado aún al grado de protección que tienen los europeos con sus mascotas».

Otro de los problemas al que se enfrentan las protectoras, y en este caso particular, Scooby, es que la mayoría de animales que encuentran no tienen microchip, por lo que es imposible identificar a los dueños y pedir responsabilidades.

La mayor parte de las adopciones de animales en Scoby, alrededor del 80%, son ejercidas por ciudadanos europeos o americanos. Sí que es cierto que en España, «últimamente se ha notado un aumento significativo del número de adopciones», comenta Cid Rodríguez. Ha crecido la mentalización de los ciudadanos, pero es evidente que «en Europa están mucho más avanzados en ese aspecto».

Una de las apuestas de Scooby es la educación, porque confían en su importancia como herramienta de concienciación. Por ello, han creado un centro educativo a partir del que intentan mentalizar a los más pequeños a través de charlas y visitas guiadas sobre la necesidad de cuidar a las mascotas, y la responsabilidad que supone mantenerlas. Se espera que las nuevas generaciones tengan una mayor sensibilización.

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