El presidente dimitió «por las presiones del Ayuntamiento para retirar las denuncias contra 22 hoteles»
La Asociación de Hostelería celebra esta tarde una junta general para decidir cuándo convoca a los socios a la asamblea extraordinaria para elegir al nuevo presidente
Nieves caballero
Miércoles, 21 de enero 2015, 13:07
La Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería (Apeh) celebra esta tarde una junta general para decidir cuándo se convoca a los socios a la asamblea extraordinaria en la que los hosteleros vallisoletanos tendrán que elegir a uno nuevo presidente, tras la precipitada dimisión de Jaime Fernández, el pasado lunes, 19 de enero. El hasta el domingo presidente, los dos vicepresidentes, Desiderio Pérez y José María de la Cal, así como los 20 vocales de la Apeh, analizarán los hechos que han provocado la dimisión del presidente.
De cualquier forma, el propio dimisionario y la Apeh han querido aclarar las cosas sobre el asunto del pago de los gastos de mantenimiento de las señales de los hoteles de Valladolid que ya no son socios de la agrupación hostelera, cuya principal consecuencia ha sido la presentación de la «dimisión irrevocable» de su presidente, Jaime Fernández. El presidente de la agrupación hasta que este pasado lunes presentó su dimisión irrevocable, explicó que 22 hoteles de los que dejaron de ser socios de la Apeh se han negado a pagar ese gasto por lo que se les denunció, después de varios avisos.
Las presiones del Ayuntamiento para que la Asociación de Hostelería retirara las 22 denuncias han llevado a Jaime Fernández a dimitir. Conforme a sus estatutos, la Apeh celebrará esta tarde una junta general para establecer la fecha de la asamblea extraordinaria en la que nombrará a un nuevo presidente.
Reunión en el Ayuntamiento
Los hechos se han precipitado en los últimos días, pero se han fraguado durante meses de tensión. El viernes de la semana pasada, 16 de enero, la junta directiva de la Asociación de Hosteleros se reunió y tomó la decisión de mantener las denuncias contra los 22 hoteles que no pagan el coste de mantenimiento y el seguro de sus propias señales turísticas en la ciudad.
Sin embargo, a primera hora de la mañana del lunes, la concejala de Cultura, Turismo y Comercio, Mercedes Cantalapiedra, convocó a una reunión a la Apeh a la que solo pudieron acudir el vicepresidente primero, Desiderio Pérez, y la gerente. Tras el encuentro, el vicepresidente primero llamó a otros miembros de la junta directiva y, de palabra, se pusieron de acuerdo en retirar las denuncias «porque no querían tener problemas» con el Ayuntamiento, según han explicado con detalle Jaime Fernández, la secretaria de la junta directiva de la Apeh, María Luisa de la Torre, y la gerente de la asociación. Esto fue lo que provocó la precipitada dimisión de Jaime Fernández, según lo ha reconocido el propio hostelero, que se sintió desacreditado por algunos de sus compañeros en la junta directiva.
Al pan, pan y al vino, vino
Si el lunes se mostró prudente y atribuyó su dimisión a «motivos personas y profesionales», ayer el dueño de Moka fue claro. Al pan, pan y al vino, vino. «Me niego a pagar con dinero de los asociados lo que han dejado a deber los que no los son, por eso he dimitido», aseguró, antes de argumentar que ya había advertido a la junta directiva que, si se retiraban las denuncias, se marchaba. Y así ha sucedido. Pese a todo no descarta volver en el futuro porque le gusta el trabajo en la Asociación. «He estado contento, he intentado luchar por los intereses de los empresarios de hostelería desde cargo y me ha quedado dentro la espinita de no haber podido cumplir este mandato», reconoció.
La fuga de los hoteles
Los hechos están claros para la Asociación de Hostelería. En marzo de 2014, una treintena de alojamientos hoteleros abandonaban la Apeh y constituían la Asociación Provincial de Alojamientos Turísticos de Valladolid, que preside Francisco de Frutos. Cuando llegó el momento de abonar los gastos, la Apeh comunicó a los hoteles que abandonaron la agrupación que tenían que pagar los costes de las señales turísticas colocadas en la ciudad y les envió sus facturas correspondientes. Algunos de ellos pagaron ese gasto, pero 22 hoteleros se negaron. Después de enviar varios correos electrónicos y de no recibir respuesta por parte de estos 22 hoteles, la Apeh inició el proceso monitorio.
Paralelamente, después de varias reuniones en las que la concejala Mercedes Cantalapiedra ha intervenido para intentar que los hosteleros se pusieran de acuerdo con los hoteleros, el Ayuntamiento se comprometió a pagar el dinero que debían estos últimos. Cosa que en la Asociación de Hostelero dudan que se pueda hacer, puesto que los dueños de las señalas son los propios hoteleros. En cualquier caso, la Apeh no ha recibido el dinero en unos momentos en los que no sobran los ingresos. Por el momento, no existe ninguna comunicación formal de que vayan a hacerse cargo de estos gastos que rondan los 3.000 euros», señalaron fuentes de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería.