«Me siento orgulloso de cómo hemos superado juntos las adversidades»

–¿Qué balance hace de la temporada hasta ahora?

–Hemos superado muchas adversidades. El mercado de verano fue complicado, con 39 jugadores, una situación que genera incertidumbre en los futbolistas y en el entorno. Además, todo estaba parado. Incorporamos un nuevo cuerpo técnico que no pudo jugar amistosos en pretemporada por los nueve casos positivos de covid que impidieron también entrenar con regularidad. Hemos tenido lesiones de larga duración, como la de Hugo Vallejo. Sufrimos tres derrotas consecutivas después de un descenso, que siempre es traumático... Pero me siento orgulloso de que el equipo haya superado las adversidades juntos. Estamos creciendo y, como dice el míster, cada día somos mejores.

–¿Le llegaron a preocupar en exceso las tres derrotas?

–En una situación así, uno se siente orgulloso del grupo y no hablo solo del vestuario, sino de todo el club. Todos intentamos sumar y hacer lecturas positivas para seguir confiando en los buenos jugadores que tenemos. Si hacemos las cosas como últimamente, somos un conjunto muy difícil de batir.

–¿La dirección deportiva tuvo algo que ver con el cambio de dibujo táctico del equipo?

–Esas decisiones corresponden puramente del entrenador. Por supuesto, él nos da la confianza para compartir el día a día con él y hablamos de fútbol, del equipo, de los entrenamientos, de jugadores... Pero las decisiones son suyas. Nosotros las apoyamos.

–¿Cuándo mostrará el Real Valladolid todo su potencial?

–Creo que hemos hecho partidos muy, muy buenos. El encuentro ante el Ibiza tuvo un nivel altísimo y ofrecimos nuestra mejor versión, aunque no se diera el resultado. En otros no hemos estado tan bien y la categoría te penaliza. Esta liga es compleja. Nos estamos adaptando y cada vez somos mejores. Pero, insisto, ya hemos hecho partidos muy buenos. Es muy difícil acosar al rival de esa forma, durante tantos minutos, con tantas finalizaciones y registros diferentes. Hicimos jugadas en ataque posicional, causamos daño contragolpeando... y ante el Ibiza hubo también peligro a balón parado. El equipo se adapta a diferentes registros. Queríamos esa riqueza táctica desde el inicio, con la idea de ser un conjunto protagonista y ofensivo. En algunos partidos no se da, pero el equipo va creciendo.

–¿Se queda con la versión que domina aunque no gane que con la que gana aunque no domine?

–Yo lo que quiero es ganar. Evidentemente, me importa el cómo. Me gustaría ganar jugando bien, con balón, generando ocasiones y que el público se divierta. Es lo que tratamos de hacer.

–Le resultará gratificante ver cómo Pacheta ha aprovechado ya a todos los futbolistas de campo disponibles...

–Resulta fundamental que todos se lo pongan difícil al míster. Algunos estaban participando menos y, cuando les ha tocado, lo han hecho bien. Es clave, porque la temporada es larga. Todos suman, incluso Masip, que no juega pero aporta mucho en el vestuario. Siempre pone buena cara y ayuda. La temporada pasada, Masip fue el portero más habitual y que ahora muestre ese gran comportamiento arrastra a los demás.

–¿Cómo lo lleva Masip?

–Yo lo veo genial. Ejerce como capitán y aporta al equipo. Entiendo que le gustaría jugar, pero acepta el rol que le toca ahora y se prepara para cuando le llegue la oportunidad. La posición de portero es diferente al resto. Solo podemos agradecerle su comportamiento y que se lo ponga difícil a Roberto. Hay competencia interna y el equipo sale beneficiado.

–Hay jugadores importantes que pudieron salir en el mercado de verano y se han quedado. Óscar Plano parece recuperado para la causa, pero Lucas Olaza no acaba de explotar. ¿Le preocupa?

–Óscar Plano estuvo en el último ascenso y ha logrado varias permanencias. Es el jugador que más partidos ha jugado en el Real Valladolid de la actual plantilla y marcó ocho goles la pasada campaña entre Liga y Copa. Eso hace que lleguen intereses de clubes de Primera. Lucas Olaza lleva varias temporadas a gran nivel, en el Celta, y yo quise firmarlo para el Granada, aunque no tenía plaza de extracomunitario en enero. Igual que Óscar Plano empezó un poco más bajo y ahora está recuperando su mejor versión, Lucas Olaza acaba de salir de lesión y el otro día estuvo a un nivel bueno en Gijón. Lo está haciendo bien y con el desempeño de los partidos seguirá creciendo. La temporada es muy larga.

–¿Cómo ha ido evolucionando su relación con Pacheta?

–Mantengo un trato diario con él. Nos gusta pasar muchas horas en el estadio, tanto en el entrenamiento como en el despacho. Es un grandísimo técnico y una persona que aporta mucho desde el inicio. Un descenso siempre es traumático para todos y él es una persona positiva y optimista, con experiencia en todas las categorías. Se ha ido adaptando a las circunstancias y hace que el club crezca. Además, sintoniza con la afición.

–Usted suele estar con él justo antes de los partidos. ¿De qué hablan?

–De cosas no demasiado profundas. Es más un espacio para que el entrenador y su cuerpo técnico analicen la alineación rival. Solemos estar juntos 20 o 25 minutos antes de que empiece el partido y vemos el calentamiento. Nada especial, porque él también tiene que dar la arenga final y está concentrado. Yo me pongo un poco nervioso antes de los partidos, así que trato de estar tranquilo en esos momentos.

–¿Cómo es un día normal ahora para usted?

–En una dirección deportiva hay diferentes fases. El mercado es muy intenso, con muchas llamadas, y durante la competición se trata de apoyar al equipo y no molestar mucho, porque los protagonistas son los jugadores y el cuerpo técnico. Cuanto más se hable de ellos, mejor. Veo los entrenamientos, comparto impresiones con el entrenador, hacemos reuniones internas con representantes, con mi grupo de trabajo. Vemos cómo podemos seguir mejorando y preparamos las líneas de seguimiento, un trabajo que llevamos a cabo semanalmente con el secretario técnico y con el jefe de 'scouting'. Todavía me sorprende del fútbol que un partido de 90 minutos a la semana tenga tanto trabajo detrás. Siempre hay que solventar los problemas que puedan surgir para que el cuerpo técnico disponga de los mejores recursos.

–¿Cómo se coordina su equipo de trabajo con otros integrantes del área deportiva incorporados por Ronaldo, como Paulo André o Enrico Ambrogini?

–Llevo cuatro meses en el club y he tenido total autonomía para trabajar. Yo estoy como director deportivo; Luis Casas como secretario técnico; José Manuel Hernández como jefe de 'scouting'; Antonio Barea como responsable de metodología y desarrollo; José Miguel Campos y los tres ojeadores que siguen... Nosotros tenemos plena autonomía para trabajar y compartimos con él [Paulo André] las situaciones. Es el enlace con Ronaldo para la estrategia deportiva que el presidente lidera: volver a Primera, que se apueste por un juego ofensivo, agresivo y con iniciativa... Se trata de compartir reflexiones con gente de fútbol para que el club mejore.

–Ronaldo mantiene el objetivo, ya no de ascender, sino de estar en 'Champions' en pocos años...

–Yo estoy más centrado en el proceso del día a día. Como profesional, el año pasado estuve [con el Granada] en Old Trafford [Mánchester] y en el estadio Diego Armando Maradona [Nápoles]. Puedo garantizar que me gustaría volver a sitios así. Si lo puedo hacer con el Real Valladolid sería un sueño para todos, pero esa no es la realidad actual. Ahora militamos en Segunda, una categoría muy complicada y debemos trabajar mucho y hacer muchas cosas bien para lograr el objetivo final. Estamos en ese camino. Volveremos a pasar adversidades y tendremos que seguir unidos, como hasta ahora.

–¿Departe con Ronaldo?

–El día a día lo llevamos más con David Espinar, Matt Fenaert y Paulo André. Si creo que hay algo relevante que debo compartir con Ronaldo, le escribo o le llamo y hablamos. Ha venido prácticamente a todos los partidos. Encuentro libertad para trabajar y plena confianza. Estoy agradecido por ello.

–¿Qué podemos esperar del mercado invierno? ¿Llegarán refuerzos? ¿Saldrán jugadores?

–Aún es pronto y queda tiempo para reflexionar. Analizamos en primer lugar a nuestro equipo: si está bien, no sería necesario. Lo valoraremos cuando lleguemos a la recta final. Además, tenemos al Promesas, del que puede tirar el míster. Si tenemos la posibilidad de incorporar efectivos para mejorar al equipo, lo haremos. Ahora tenemos plena confianza en los que están. En su momento valoraremos si hay necesidad de mejorar alguna posición.

–¿La lesión de Hugo Vallejo no le hace plantearse la llegada de un extremo?

–Nuestra idea era armar una plantilla corta, pero contábamos con muchos jugadores. Tuvimos futbolistas con lesiones, como Kike, Carnero, El Hacen o Pablo Hervías, con el que esperábamos contar en agosto y luego se complicó. En esa demarcación, con la lesión de Vallejo y sin Pablo Hervías, que aún no está recuperado, podemos tener la necesidad de incorporar a un jugador. Sin embargo, también disponemos del Promesas y nos va a temblar el pulso a la hora de tirar del filial.

–En verano se descartó la llegada de Alejo en ese puesto. ¿Hay posibilidades de retomarlo?

–El tema de Iván Alejo es una historia pasada. A mí no me gustó lo que dijo. En los mercados hay situaciones que se pueden dar y otras no. Veremos qué es lo mejor para el equipo... y yo no solo analizo las características del jugador como profesional, sino también en lo personal. En aquel momento se decidió firmar a Gonzalo Plata por delante de Iván Alejo, pero no fue una cuestión entre uno u otro. Necesitábamos a Plata porque acumulamos a muchos extremos por dentro y los laterales cogen altura y entendíamos que Plata se acercaba más a esa demarcación. Lo de Iván Alejo estaba sujeto a condicionantes de jugadores que podían salir y no se dieron.

–¿Ha hablado con él después de que se descartara la operación?

–Lo llamé al día siguiente. Me comentaron lo que dijo en redes sociales, hablé con él, le di mi opinión y él me escuchó de forma respetuosa. Hace unas semanas me mandó un mensaje. Quedó ahí. Él ahora estará centrado con el Cádiz y nosotros con lo nuestro. Es un tema pasado.

–Plata, Queirós, Sergio León y Cristo han llegado de su mano. ¿Qué valoración hace de estas incorporaciones?

–Ha sido un mercado peculiar. No pudimos hacer apenas movimientos hasta la venta de Marcos André. El club marcó la necesidad de hacer beneficios en ventas por un importe y un ahorro en masa salarial también por una cantidad. El mercado estaba parado y no teníamos liquidez para rescisiones. Con la venta de Marcos André, todo se aligeró y las situaciones que teníamos planificadas se pudieron dar. A veces, no se trata de firmar cuatro o cinco titulares, sino futbolistas que acepten su rol. No solo analizamos las características técnico-tácticas de un jugador, sino cuál es su comportamiento cuando no juega. Plata llegó el último día de mercado y se ha ido dos semanas con su selección. Con 20 años, está dando un rendimiento muy bueno para su edad y situacion. El resto también llegó en la última semana de mercado. Estoy contento con todos los que hemos firmado, pero aún es pronto.

–¿Qué pensó tras el incidente nocturno entre Kike y Cristo?

–Quiero hacer extensibles las disculpas que ofreció el míster y los propios futbolistas. Los dos jugadores me llamaron para pedirme disculpas al día siguiente y también lo hicieron con el míster y con el grupo. Dos días antes, los jugadores estaban jugando juntos a la PlayStation. Ese mismo día fueron a cenar seis o siete compañeros con las parejas por el centro de Valladolid. Hay una lectura positiva de que se llevan bien. Sin embargo, hicieron algo en lo que se equivocaron porque todos representamos a una institución como el Real Valladolid. Se disculparon dentro del club, hay unas sanciones que han aceptado y no hay que darle más importancia porque queda como algo anecdótico.

–Visto el potencial de plantilla, ¿sería un fracaso no ascender?

–Todas las personas que estamos aquí trabajábamos en Primera el curso pasado. Todos queremos volver. Debemos estar centrados en el proceso. Aporta poco ahora decir que sería un fracaso. Lo que aporta es seguir todos juntos. Me encanta que la afición apoye y premie el esfuerzo de los futbolistas incluso en jugadas que no salen bien. Eso es fundamental para lograr el objetivo. Pasaremos momentos de dificultad, pero los superaremos como ya hemos hecho.

–¿Qué espera del Promesas en la nueva Primera RFEF?

–Es una categoría muy complicada. El único profesional de Segunda con un filial ahí somos nosotros, con todo lo que conlleva. Hubo que hacer una reducción drástica del coste del Promesas y apostamos por una plantilla muy joven en una categoría muy difícil, pero eso no quita que trabajemos para lograr la permanencia. El equipo ha hecho partidos muy buenos, a pesar de los resultados. Me quedo con que el rendimiento de muchos futbolistas es mejor ahora que hace unas semanas y eso es gracias al gran trabajo del cuerpo técnico. Lo que queremos es conseguir que algunos de esos jugadores estén pronto con el primer equipo.