Una silla contra el hambre

Mes a mes el paro comienza a dar una ligera tregua en la provincia de León donde, sin embargo, aún son cerca de 42.000 personas las que están atrapadas en las marañas del desempleo. Una cifra a la que han querido dar rostro el Movimiento de Desempleados y Precarios de León que este lunes ha iniciado La silla del Hambre.

Un paso más en la campaña de rebelión de los desempleados, según ha señalado el activista Ramiro Pinto, contra unas políticas de recortes, dañinas con los más débiles y donde los gobernantes juegan con la vida de los ciudadanos a la bolsa de la economía financiera.

Un movimiento que busca dar altavoz a las historias personales de la gente que carecen de un empleo. Como la historia de Chus, una madre de familia numerosa que sin empleo y sin subsidio este lunes se ha sentado en la silla del hambre con la cabeza bien alta para exigir más ayudas seguir luchando por lograr un futuro mejor para ella y los suyos.

"Es hora de levantarse y empezar a luchar"

Una fuerza que cada lunes sacarán los parados que se sentarán en esta silla del hambre a las puertas del Ayuntamiento de León para decir basta ya a la supresión de las prestaciones y para recordar a todas las intuiciones que el dinero que gestionan es público y que no es ni de unos ni para unos pocos.

Nos sentamos en una silla en la calle para levantarnos y empezar a luchar. Iniciamos la rebelión de los desempleados porque queremos una sociedad que tengamos cabida todos. Son los ricos y los gobernantes los que tiene que avergonzarse en gastares el dinero público para negocios privados, lamentaron desde el movimiento.

En este sentido, recordaron cómo los 19 millones de euros para traer el AVE a León y los seis millones para el Palacio de Congreso son inversiones inútiles que no se traducen en la creación de nuevo empleo pero si han engordado las cuentas de cuatro empresarios.

Así han recordado que en los tiempos actuales la prioridad ha de ser la gente que pasa hambre y que carece de recursos vitales. Queremos cambiar la mendicidad y la caridad por la lucha social porque es nuestro derecho, lo que nos están quitando es el dinero de todos. Ya está bien, concluyó el manifiesto.