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Cristina Morató, en Valladolid.
Cristina Morató y el feminismo viajero

Cristina Morató y el feminismo viajero

La escritora rescata del olvido la historia de Lola Montes, la viajera irlandesa que se hacía pasar por española

Victoria M. Niño

Domingo, 14 de mayo 2017, 18:05

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Hizo del viaje la razón de su escritura y poco a poco fue escorándose hacia las viajeras decimonónicas. Cristina Morató ha convertido ese redescubrimiento de las pioneras en el motor de sus libros. El último, Divina Lola, la trajo ayer a la Feria de Valladolid.

«Hace tiempo que tuve la primera referencia de Lola Montes, de que había cruzado el istmo de Panamá en burra. Luego volvió a aparecer y fue un regalo que me ha llevado dos años y medio convertir en libro», dice la periodista barcelonesa. «Es una mujer que recorrió el mundo sola. Tiene una faceta de impostora se hacía pasar por bailarina española y era irlandesa y entró en la historia como amante de Luis I de Baviera. Fue una manipuladora egocéntrica, pero me interesa más su faceta emprendedora, su gran voluntad a pesar de su débil salud. Triunfó en todo lo que hizo, como actriz, como reina de la oratoria. Fue bailarina mediocre», narra entusiasmadas la escritora. «Cuanto más la golpeaba la vida, con más ímpetu se sobreponía. Cuando ya no tenía teatros donde actuar en Estados Unidos, comenzó a dar conferencias y llegó a ganar más dinero que Charles Dickens. Escribió el primer libro de consejos sobre belleza y en la primera edición vendió 70.000 ejemplares». Fascinada por Lola Montes, Morató tuvo acceso a su correspondencia y rastreó las huellas de su vida en la prensa parisina, alemana, español y estadounidense. Esta es la última viajera rescatada por Morató quien seguirá trabajando en las «damas que encontraron en la aventura su razón de ser». Porque esta viajera considera que «fueron mujeres que lo tuvieron difícil. En el XIX todas estas pioneras eran mal recibidas por sus familias, se las tildaba de subversivas, de feas y marimachos. Ysin embargo cruzaron desiertos solas. Me alegro que el éxito de otros libros míos como Las reinas de África o Las damas de Oriente hayan animado a las editoriales a traducir los textos originales de estas mujeres». Morató echa de menos miradas femeninas sobre las exploraciones del XIX y está convencida que de la narración «del mundo de los viajes aún es masculino».

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