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Emilio Pérez, en las escaleras de la sede del sindicato en Salamanca. / Almeida
«Esta Reforma Laboral está diseñada a la medida de los empresarios 'pistoleros'»
ENTREVISTA / Emilio Pérez Secretario general de CC OO en Salamanca

«Esta Reforma Laboral está diseñada a la medida de los empresarios 'pistoleros'»

El responsable del sindicato en la provincia considera que el sacrificio lo asumen los trabajadores y las pequeñas empresas

I. L. S.

Martes, 14 de enero 2014, 13:55

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Emilio Pérez llegó a la secretaria general de CC OO en Salamanca hace dos años desde una postura crítica con la anterior ejecutiva y sigue mostrando sin reparos su disconformidad con algunas decisiones de algunos responsables de su sindicato. Sin embargo, su principal preocupación ahora es frenar los devastadores efectos de la Reforma Laboral sobre las condiciones laborales de miles de trabajadores salmantinos.

¿Ve usted por alguna parte los nuevos brotes verdes?

La lectura que hacemos nosotros de la situación actual es que los brotes verdes famosos ni están ni se les espera. Puede haber una relativa mejora de datos económicos, que según las interpretaciones, pueden hacer ver que hay una evolución positiva pero muy lejos de afectar positivamente a la ciudadanía, que cada vez lo está pasando peor. El hecho de que haya datos positivos en cuanto al IBEX 35, a nosotros no nos dice nada. Eso no afecta para nada a la pequeña ni media empresa y menos a los trabajadores. Son interpretaciones de unos datos realizadas de forma interesada por parte del Gobierno con la intención de lanzar un mensaje optimista para empezar 2014, pero en Salamanca, en la calle, eso no se ve, ni los trabajadores, ni los parados ni los pequeños ni medianos empresarios.

¿Entonces no ha cambiado nada?

Si ha cambiado algo incluso ha sido para peor. El Gobierno ha acabado el año jugando al escondite con un nuevo decreto que agrava aún más la reforma laboral, como son la nueva reducción de las modalidades en la contratación, dando preferencia al contrato a tiempo parcial o el incremento de las cotizaciones a los autónomos. Y no hay que olvidar el tema de las horas extraordinarias y las complementarias, que colocan al trabajador en una situación comprometida, porque no está en situación de decir a nada que no.

¿Sin embargo, esa mejoría de la que habla el Gobierno se ha achacado a la Reforma Laboral?

De alguna manera la tiene que vender. De lo que se trataba era de reducir los costes laborales, de facilitar la forma de deshacerse de los trabajadores con mayor antigüedad, de aumentar las causalidades de despido. La Reforma Laboral ha servido para colocar al mercado laboral en una situación absolutamente precaria. No ha servido para generar empleo.

¿Qué le parecen esos datos?

Pues muy claros. Lo único seguro es que en el mes de diciembre la Seguridad Social ganó 52 afiliados, habrá que ver la cifra de enero. Porque para nosotros eso de los 668 parados menos en diciembre ya no nos sirven.

¿Las cifras no cuadran entonces?

Es que no tienen por qué cuadrar. Lo que no hay que hacer es engañarse con las cifras. Lo que dice el Ecyl es la gente que está registrada en el paro. Lo que nos dice la Seguridad Social es la realidad de las altas de personas que empiezan a trabaja, quien cotiza realmente. La reducción del número de parados en muchos casos se debe a que la gente no renueva la cartilla. Muchos ya no tienen derecho a ninguna prestación y no les merece la pena seguir apuntados porque no tiene acceso a la formación ni la orientación, porque además se está dañando a la estructura y la función del servicio de empleo, y al final salen ganado las ETT y las agencias privadas de colocación.

¿Pero baja el paro o no baja?

Esto es muy claro. Es cierto que después de muchos meses en los que bajaban las afiliaciones, en diciembre han subido en 52 personas. Pero eso es lo que hay. No podemos echar las campanas al vuelo porque haya 415 parados menos registrados a final de año en el Ecyl cuando en ese mismo periodo de tiempo hemos perdido 1.696 afiliados a la Seguridad Social. Y eso teniendo en cuenta que se continúan rebajando los salarios, se están contratando a gente por horas y con dinero negro de por medio.

¿Así que el sacrificio lo está haciendo el trabajador?

Eso es evidente. Estamos negociando convenios en los que no aceptamos rebajas en la base salarial, pero, de acuerdo con los trabajadores, si se están asumiendo recortes en antigüedades y otros conceptos porque se entiende que es la fórmula para mantener los puestos de trabajo. Un ejemplo claro es el acuerdo alcanzado en el Ayuntamiento para congelar todos los sueldos en las empresas concesionarias con el compromiso de que se mantengan esos 1.500 puestos de trabajo en la ciudad de Salamanca. Ese es nuestro trabajo, y cada vez nos cuesta más, porque muchos trabajadores vienen ya a título individual y con los papeles firmados. Nos cuesta entrar en las empresas. Prefieren que nos veamos fuera, en el sindicato. Existe miedo en general y nos cuesta entrar en las empresas.

¿Y la patronal?

La gran patronal estaba esperando que viniese algo como la reforma que nos impuso Europa y que Rajoy está desarrollando con tanta euforia. Y quieren más. No hablo del empresariado salmantino, que bastante tiene también. Pero una buena parte de la CEOE, lo que es la gran empresa, ha tenido una reforma a la carta. Yo diría que está hecha a la medida de los empresarios pistoleros de este país.

¿Y qué preocupa en Salamanca?

Pues todo. Todos los sectores están muy afectados. Vamos sacando adelante los convenios con mucho trabajo y muchos sacrificios para los trabajadores, pero los cuatro sectores fundamentales están muy tocados. Nos preocupa el sector servicios, que es fundamental en esta ciudad. Nos preocupa la construcción que se ha desplomado y sigue arrojando datos de desempleo alarmantes. El sector industrial está desmantelado completamente. Los jóvenes, por supuesto, que se tienen que ir, y los que vienen a estudiar no echan raíces aquí, porque no hay yacimientos que generen empleo. Nos preocupan y mucho las mujeres, que están siendo apartadas del mercado laboral, volviendo otra vez a los años 60. Además está la economía sumergida, que se ha instaurado el individualismo y la gente se busca la vida como puede. Y el sector público, que también es muy importante en Salamanca, entre bajadas salariales y la posibilidad incluso de que se produzcan despidos, pues...

¿Qué hay que cambiar para que Salamanca salga de esta?

La economía de Salamanca se basa en el consumo y en el ámbito de la administración pública. No tenemos un sistema de infraestructuras que nos permita ser un núcleo importante ni en el transporte, ni en el paso hacia Portugal. En temas como el Puerto Seco hay mucha voluntad pero también mucha esperanza infundada. Una inversión constante que no termina de dar resultado. No vienen empresas, no pasa nada que deje dinero en Salamanca. No acabamos de definir la fórmula para que las empresas entiendan que Salamanca es un lugar al que se puede venir a invertir. Nos hemos quedado anclados en el ámbito del turismo y no tiene otro atractivo.

¿Por qué se ha deteriorado tanto la imagen de los sindicatos?

Hemos perdido calidad en la imagen que tenemos. Han confluido distintos aspectos. Por un lado, ha habido una campaña mediática por parte del Gobierno que ha marcado una línea de desprestigio de las organizaciones sindicales. Evidentemente hemos cometido errores. Nosotros en CC OO tenemos las manos limpias, pero se han tomado decisiones equivocadas, que aunque las tomen personas acaban perjudicando a la propia organización. Y la unidad de acción que ha habido hasta ahora hace que la gente ya no vea a CC OO por un lado y a UGT por otro, sino que ya somos los sindicatos en general. La gente juzga el problema de uno como el problema de todos, el delito de las personas como el delito de las organizaciones.

¿Qué cosas?

Yo creo que se tiene razón cuando se dice que formamos parte de un sistema. Hemos adquirido un volumen de representación institucional que se nos ha vuelto en contra. Hemos sido copartícipes de tomas de decisiones con las que podemos no estar de acuerdo pero formamos parte de los órganos que las toman. Creo que nuestras grandes estructuras están un poco alejadas de la realidad del mercado laboral. Yo siempre he sido crítico con ese punto y he defendido el sindicalismo en el puesto de trabajo, en la empresa. Quizás hemos querido ocupar un espacio ue no nos corresponde.

¿Por qué tomó el paso de acceder a la secretaría general ?

Porque creía que algunas cosas se hacían mal. No estábamos encima del día a día de los trabajadores. Aquí no importan las personas sino la base. Ha habido muchos personalismos y se han tomado decisiones equivocadas por parte de la organización. Por ejemplo, yo me opongo a hacer ridículo en la calle. A convocar manifestaciones cada fecha señalada. Si la gente no está por salir a la calle no podemos salir los veinte de siempre.

¿Eres crítico con la organización?

Soy una voz a veces discordante dentro de ella. Discrepo en cosas, pero esto es una organización con sus propios órganos, evidentemente. Yo por ejemplo estoy en contra de las huelgas generales. No se puede hacer una huelga ahora mismo. A los trabajadores no se les pueden pedir más esfuerzos. Una huelga se hace para paralizar un país. Si a un trabajador al que le han bajado el sueldo, le han quitado los festivos y la antigüedad encima le dices que mañana no vaya a trabajar y que va a perder 50 euros, lo más lógico es que te mande a freír churros. Para hacer una huelga hay que echar a la gente a la calle para que sea efectiva y ahora convocar una huelga en Salamanca no sería lógico, porque la tenemos perdida.

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