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El escritor Rubén Abella. / GABRIEL VILLAMIL
«En los premios, como en el iceberg, importa lo de debajo»
RUBÉN ABELLA ESCRITOR Y FOTÓGRAFOPERDONE QUE LE HAGA ESTA PREGUNTA

«En los premios, como en el iceberg, importa lo de debajo»

V. M. NIÑO

Domingo, 13 de enero 2008, 01:53

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Vive con un pie en la Plaza Mayor y otro en aviones de inverosímiles destinos. Rubén Abella (Valladolid, 1967) es intérprete y traductor aunque esa piel va cayendo para renovarse con una que lleva quince años gestando, la de escritor. Algunos premios y cierto ritmo en la publicación, le han alejado de la palabra alimenticia y le han acercado a la creadora.

-Ganó el premio NH por su libro de cuentos 'No habría sido igual sin la lluvia' . ¿Afectará el cambio climático a su carrera literaria?

-El premio sí ha afectado, para bien, mi carrera. De todas maneras, los premios funcionan por acumulación, es un cambio lento, llegó cuatro años después del Torrente Ballester. Son como el iceberg, se ven mucho pero lo que realmente importa es lo que está debajo, el trabajo diario. Para mí el premio es poder seguir escribiendo y publicando.

-¿Es un escapista de su obra, la abandona cuando la publica?

-Mis obras son escapistas de mí. Soy un corrector obsesivo. Si no hubiera publicación, podría pasarme la vida corriendo. Para mí es una parte fundamental y publicar es un alivio. Es un placer y se termina el ciclo natural de escribir, que alguien te lea. Para mí el que la obra empiece a andar sola, es un alivio.

-¿Su afición a la fotografía vino con el viaje?

-Empezó antes de los viajes, es algo innato, como escribir. Son formas de estar el mundo. Para mí lo más complejo ha sido compaginar las dos actividades. Durante muchos años era como si tuviera dos cabezas que no se hablaban. Y ahora las he conseguido imbricar en el mismo mundo, hablan el mismo idioma.

-¿Itinerante por oficio o devoción?

-Por devoción, cuando tengo que viajar por oficio acabo alargándolo por devoción.

-¿Su estado vital coincide con el laboral, autónomo?

-Sí, autónomo y sin deudas. Para lo que quiero hacer no puedes estar sometido nada. Cualquier artista en cualquier disciplina es fundamental la autonomía, entendida como no tener ataduras ni dependencias innecesarias.

-¿Australia es la tierra de Oz por una degeneración lingüística o por la ilusión de un mago?

-Las dos cosas, Australia es un sitio lleno de magia. Y una parte importante de mi vida, y sí, el nombre es una degeneración.

-¿Qué tiene los anglosajones que no tengan los mediterráneos?

-Me gustan muchos los escritores anglosajones y he vivido muchos años en ese mundo. Hay una seriedad en la forma de funcionar que me atrae mucho para trabajar. Y creo que nos falta a los mediterráneos. Los escritores que me gustan es por su transparencia en el lenguaje, algo inusual en español, que tiende al barroco.

-Alfonso X usaba el gallego para la lírica y el castellano para la política. ¿Para qué usaría usted el inglés y para qué el español?

-El inglés es una lengua estupenda para la comunicación rápida, es muy económica y socialmente está llena de matices. El español para escribir, me parece una de las lenguas más bellas y con grandes posibilidades para crear capas.

-¿El aburguesamiento del escritor llega con el agente?

-Eso depende de cada uno. Las comodidades te llegan, forma parte del desarrollo natural de la vida. Pero no tiene por qué adocenarte. Tener agente es un descanso que no altera en nada mi forma de trabajar.

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