Dueños y canes escuchan la interpretación del cuarteto.

Perros con oído

Cerca de medio centenar de perros fueron espectadores privilegiados del concierto ofrecido en la bodega Liberalia por cuatro profesores de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León

Patricia González

Domingo, 21 de junio 2015, 17:56

El pequeño Nicolás, de cinco años, y su perra Francesca ocuparon las primeras filas, justo enfrente de los músicos para poder disfrutar del concierto. «A Nicolás le gusta mucho la música clásica por lo que no nos lo pensamos dos veces y decidimos venir todos a disfrutar de esta innovadora iniciativa» aseguro minutos antes del inicio del espectáculo, Nela Vaquero, quien no dudo ni un solo segundo recorrer los más de 66 kilómetros que separan Valladolid de la localidad zamorana de Toro para acudir al concierto para perros que la bodega Liberalia puso en marcha durante la mañana del sábado.

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Alrededor de las doce de la mañana los cuatro profesores de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León (violín, obóe, viola y chelo) recorrieron los escasos cuatro metros que separaban la puerta principal de la Bodega del escenario donde interpretaron a Mozart. Sus espectadores se tumbaron en el suelo junto a sus dueños y atentamente escucharon las notas de los cuatro movimientos. «Es un gran iniciativa a la que no podíamos falta» aseguró Esmeralda Alonso, quien junto a su perra Candela disfrutaron de la música y sociabilizaron con otros canes.

Kira llegó a casa de Tomasa de las Heras Pascual hace once años. «Mi hija la recogió de la calle donde la pobrecita había pasado unos maltratos exagerados, ya que además de dejarla coja la quemaron viva», comentó su dueña, quien junto a su mascota se situó en primera fila ya que «a Kira le gusta mucho la música y va a ser un día especial para ella ya que además de poder disfrutar de un magnífico cuarteto también estará con otros perros».

Durante toda la actuación musical los animales permanecieron en silencio y tranquilos, pero al final de la misma comenzaron a ladrar en muestra de agradecimiento. Una vez finalizado el concierto la cuarta subinspección general del ejercito de Valladolid realizó una demostración con tres perros. Los primeros ejercicios fueron de detección de paquetería. Después llegó el turno de los movimientos de obediencia y por último los ejercicios de habilidades y rapidez.

La jornada finalizó con la degustación de los tintos de Liberalia y con una ovación unánime de los dueños de los perros quienes preguntaron al propietario de la bodega cuándo sería la próxima cita musical.

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