«Sí, la vuelta mañana va a costar». Consejos para aliviar el regreso a la oficina
Que el 1 de septiembre caiga lunes hace aún más dura la vuelta, coinciden los expertos
Si hay un «domingo, domingo» en el calendario de este año ese es el de hoy, 31 de agosto. Esta medianoche cruzaremos la 'frontera'. A ... un lado, las tardes ociosas (quien las haya tenido, claro) de este agosto que se prometía infinito y que se nos ha pasado en un pispás; al otro, 1 de septiembre, el lunes con mayúsculas, día de vuelta al trabajo para muchos. Si te encuentras a punto de sumergirte en la rutina no desesperes. He aquí unos consejos para hacer más llevadero el tránsito de las vacaciones a las obligaciones, la 'mudanza' de la playa a la oficina. Si no está de más recordarlos cada año, este nos va a venir mejor que nunca.
«Volver un lunes marca, es más duro. Y sí, va a doler. No nos engañemos pensando que no va a ser 'doloroso'. Intentar controlar la cabeza es mala idea, es más práctico ser proactivos», propone el psicólogo Julio Lupiani. Un recordatorio teórico por parte de su colega Cristóbal Torres: «El trabajo no es un castigo. De hecho, el propio concepto de ocio es posible porque existe el concepto de trabajo. Así que no hay que plantearse la vuelta mañana como el regreso del cielo porque no es real».
¿A las 11 de la noche deshaciendo maletas?
Si estás leyendo esto y no has regresado aún a casa, vas tarde. «Como nos den hoy las once de la noche deshaciendo maletas ya podemos prepararnos para una semana con la casa patas arriba», advierte Lupiani, quien recomienda siempre «regresar uno o dos días antes» para que el domingo previo a la incorporación sea lo más parecido a un domingo cualquiera del año.
Nada de 'sillas calientes'
Elisa Sánchez, también psicóloga, se muestra contraria, como norma, a empezar un lunes. «Lo ideal es incorporarse un miércoles o un jueves para que la semana no se haga tan cuesta arriba». Y no hacerlo a modo de 'relevo'. «Es mejor llegar unos días antes de que se marchen los siguientes compañeros de vacaciones porque así nos podrán poner al día de lo que ha ocurrido en el trabajo en nuestra ausencia y explicarnos, si fuera el caso, las tareas que debemos hacer cuando ellos estén de descanso».
La cifra
7,3 sobre 10
Es el grado de satisfacción de los españoles con su trabajo, según datos del Instituto Nacional de Estadística. Por edades, el colectivo más satisfecho es el de los jóvenes de 16 a 24 años, que le dan al 'curro' una puntuación de 7,6, mientras que el colectivo de 50 a 64 años es el que menos contento está: 7,2.
¿Empezamos teletrabajando?
La pandemia inauguró el teletrabajo, que se ha ido o se ha quedado dependiendo de la oficina. En muchas siguen un modelo mixto: unos días a la semana trabajo presencial y otros, en casa. «Empezar mañana teletrabajando podría ser de ayuda en el regreso», propone Torres.
'Parte' las vacaciones en tres
«Antes, la frontera de las vacaciones (agosto) y del regreso (septiembre) estaba muy marcada, pero cada vez es más normal distribuir las vacaciones en varios tramos. Disfrutar de unos días en julio, de otros en agosto y guardar un poco para otoño puede ser algo que lo haga más llevadero», apunta Torres. Si ya has gastado todos los días de descanso «no te desanimes, que el viernes a mediodía llega enseguida y tampoco está tan lejos en el calendario el próximo puente».
Mañana es un buen día para llevar unas galletas a la oficina
No demos por sentado que nadie quiere volver al trabajo. Pero para el que le cueste, que será la mayoría.... «Algo habrá que nos haga sentir bien en la oficina, ¿no? Pues enfoquémonos en ello: 'Va a estar muy bien volver a ver a Marcos', 'me tomaré el café donde siempre, que lo hacen riquísimo', 'le tengo que llevar a Sonia el imán de Sicilia', 'voy a comprar unas galletas saladas para los compañeros'…».
La cifra
17-27% de personas sufre ansiedad en el trabajo
según datos de la Organización Mundial de la Salud. La Confederación de Salud Mental de España cifra en 60.000 las bajas laborales en 2023 por esta causa.
Cambiar de departamento
No es que sea el mejor día para tomar grandes decisiones, pero si nos ronda por la cabeza un cambio laboral, este es un momento oportuno para planteárnoslo. «No es tanto pensar en buscar otro empleo como un cambio dentro de la misma empresa, pero que nos ilusione. Tal vez solicitar un cambio de departamento o de proyecto», sugiere Julio Lupiani.
La 'adaptación' de los niños
Una reunión a primera hora es la peor de las ideas para el primer día de trabajo después de las vacaciones. «Es mejor empezar con tareas pequeñas para sentir que avanzamos. Si nos embarcamos en un proyecto grande desde el primer momento nos puede dar la sensación de que no hemos hecho nada», advierte Lupiani. ¿Y qué hacemos con el correo electrónico, que amenaza con desbordar la bandeja de entrada? «Hay quien lo empieza a revisar antes, estando aún de vacaciones, pero no se lo recomiendo si es de esos que hacen de la vuelta un drama. ¿Para qué angustiarse tres días antes leyendo mensajes del trabajo?», señala Cristóbal Torres.
Coincide Elisa Sánchez: «El primer día no es aconsejable meternos con tareas que exijan gran concentración, así que empecemos por lo más liviano. A esto en psicología se le llama 'aproximaciones sucesivas': comenzar por lo más fácil para llegar en unos días a estar al cien por cien. Igual que se hace con los periodos de adaptación escolares, el niño que empieza la guardería no va muchas horas el primer día, sino que se incorpora poco a poco. En la oficina podemos hacer ese 'poco a poco' asumiendo trabajos sencillos los primeros días».
Madruga aunque no haga falta
Igual que conviene hacer cierto periodo de 'adaptación' en la oficina, deberíamos aplicárnoslo en casa. «Los dos últimos días es recomendable que sigamos ya los horarios de septiembre. Es decir, madrugar aunque no tengamos aún que ir a trabajar y comer y cenar antes», propone Sánchez.
Encomiéndate al 'gym'
«Volver al trabajo implica también volver a las clases de bailes del jueves por la tarde, al gimnasio…», recuerda Lupiani, quien recomienda encomendarse a la otra 'rutina', al ocio de después del trabajo que ya teníamos. E incorporar ocio nuevo siempre que sea posible. «Tal vez hayamos empezado a cocinar durante las vacaciones o nos hayamos iniciado en el 'running'. Si es así, es bueno seguir con esas nuevas rutinas. Nos parecerá, al menos durante esa hora o esas dos diarias que le dediquemos, que seguimos en 'mini vacaciones'».
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