Antonio Moro Conservador de reptiles
Antonio Moro ·
Tiene un trabajo con riesgo, cuida de los reptiles en el Parque de la Naturaleza de Cabárceno, en Cantabria: «Son poco expresivos, pero cuando llevas años con ellos, ya entiendes sus posturas»Miguel Aizpuru
Domingo, 24 de agosto 2025, 00:05
A Antonio Moro (Santander, 1970) podría ser por su trabajo un encantador de serpientes, pero, más que hechizarlas con la melodía de una flauta, lo ... que hace es mimarlas con pasión y dedicación y, sobre todo, conocerlas a fondo. Con 33 años de experiencia en el reptilario de Cabárceno, el conservador jefe del parque se vuelca en la divulgación de los reptiles y en desterrar prejuicios y falsos mitos sobre unos animales que pueden vivir más de 30 años. En su 'oficina', que visitan medio millón de personas al año, hay 32 especies diferentes, algunas de ellas con ejemplares de tercera generación criados en cautividad.
– ¿Cómo acaba uno trabajando con serpientes?
– En mi caso, por afición. Ya era aficionado a los reptiles hace más de 30 años y aquello se fue convirtiendo en una profesión. Fue dentro del más puro autodidactismo, me iba formando con las pocas publicaciones que había entonces y con escasa bibliografía. Había mucha ignorancia sobre los reptiles y sobre las serpientes en concreto, pero poco a poco me fui formando, también en el manejo de las venenosas y de los lagartos. Hasta que se convirtió en mi profesión.
– Hoy en día será más fácil acceder a estos conocimientos.
– Claro, hay mucha más información al respecto y la gente viene ya formada en biología y con másteres etológicos. Pero en aquel entonces, en el año 92, éramos los aficionados los que empezamos con esta historia y poco a poco nos fuimos profesionalizando.
– Cuente el día a día en el reptilario.
– Como conservador, mi función es velar por el bienestar de la colección, entablar relaciones con otras instituciones, desarrollar proyectos de conservación y diseñar la colección en base a su interés científico y didáctico. Pero en el día a día tengo un equipo de cuatro cuidadores y supervisamos todo, limpiamos las vitrinas, vemos el estado de los reptiles…
– ¿Cómo sabe si una serpiente está bien o mal?
– Hay que decir que son animales poco expresivos (ríe), pero después de tantos años trabajando con ellos pues ya los conoces, entiendes sus posturas, cuando están dormidos, cuando tienen hambre… Además, hay que retirar las heces y las mudas de piel, todo tiene que estar perfectamente limpio para cuando se abra al público. También velamos por el bienestar animal, que no tengan conductas de estrés y que estén en perfecto estado de salud física y mental.
– ¿Hay alguna especie que dé mucha guerra o conlleve cuidados especiales?
– Sí, hay algunas más complicadas. Por ejemplo, las mambas, que son animales especialmente nerviosos. Y a eso hay que sumar que tienen un potencial mortal tremendo, porque el veneno es muy potente. La mamba es un bicho rápido y asustadizo y, si te muerde, es mortal. Por eso, aquí tenemos nuestro departamento de prevención de riesgos y contamos con una dotación de antídoto. Los hay polivalentes, que pueden englobar varias familias de serpientes, o los hay que son específicos para una. Debemos tener todos en fecha para el supuesto y desgraciado caso de que haya un accidente.
Mordedura y a la UCI
– ¿Ha ocurrido alguna vez?
– Dos veces en las que me mordieron dos pequeñas crías de serpiente de cascabel. La primera vez acabé en el hospital, en la UCI, y estuve ingresado una semana. No habían visto un caso igual, pero con nuestras directrices, al final, todo salió bien, aunque estuve en riesgo incluso aplicando el antídoto. Este lo que hace es romper la cadena del veneno, pero lo que hasta ese momento ha sido ya envenenado, hay que seguir tratándolo.
– Quizás por estas cosas las serpientes no tienen muy buena fama...
– Y por eso nos afanamos en liberarlas de ese estigma que tienen. Y en explicar a la gente la importancia de las serpientes desde el punto de vista de su conservación, porque son un eslabón importantísimo en la cadena trófica. Quien mata a una serpiente por el mero hecho de ser una serpiente, ya no es que sea injusto, sino que está haciendo un daño irreparable al ecosistema y a la biodiversidad.
– Por no hablar de su uso en la investigación médica.
– Ya desde hace tiempo se trabaja con los venenos de serpiente en este ámbito. Es más, hoy en día los venenos se están utilizando con éxito para luchar contra el cáncer, el alzhéimer, el párkinson y muchas otras enfermedades degenerativas que son una lacra. Ya se están utilizando los de las mambas, lagartos, monstruos de Gila o serpientes de cascabel. Y aquí tenemos a todas las protagonistas de estas investigaciones.
– Extraer esos venenos será complejo.
– La extracción es arriesgada, pero hemos desarrollado protocolos de trabajo y tenemos herramientas, pericia y experiencia para hacerlo con el mínimo riego. Porque aquí el riesgo cero no existe.
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