Valladolid
Vecinos de Girón claman por la apertura del Cine Castilla 75 años después de su inauguraciónLas asociaciones del barrio organizan un festival cultural con el que reivindican el uso de una dotación abandonada
«Detrás de esa pared, hay una sala enorme y abandonada que desde hace años intentamos recuperar». Habla Fernando Polanco, presidente de la asociación vecinal ... Valle de Olid, en el barrio de Girón, mientras apunta con el dedo un enorme frontón de ladrillo. Al otro lado estaba la pantalla del Cine Castilla, un inmueble construido en 1950, transformado en sala comercial hace justo medio siglo (en 1975), que apagó sus proyectores en 1986 y cuya reapertura se ha convertido en uno de esos culebrones burocráticos que no parecen tener visos de solución.
La Junta es la propietaria del inmueble, pero desde hace lustros que no ha invertido un euro en su reforma o rehabilitación.«Está que se cae por dentro», dice Polanco durante la inauguración de una jornada cultural en la que vecinos y colectivos el barrio han sumado esfuerzos para reivindicar, una vez más, la reapertura del Cine Castilla. Su reclamación viene de lejos. «Queremos la reapertura de la sala para que funcione como centro de ensayo y exhibición para la cultura de base, un lugar donde grupos de música o teatro puedan ensayar y luego representar su trabajo», dice Polanco.
La propuesta es una vieja aspiración, también para los políticos. Tomás Rodríguez Bolaños intentó sin éxito que la Junta cediera el espacio. Javier León de la Riva tampoco lo consiguió durante sus mandatos. Parecía, por fin, que la cosa estaba encarrilada con Óscar Puente al frente de la Alcaldía. Pero tampoco. Ninguno de ellos consiguió el acuerdo para que la Junta cediera la titularidad del inmueble o se decidiera a adecentarlo y reabrirlo. En abril de 2022 hubo un amago. Parecía que los intereses de la administración local y regional acercaban posturas. Así se dijo durante la inauguración, después de una inversión de 85.000 euros, de la reforma de la plaza ubicada junto a la entrada del cine, que estrenaba alumbrado y bancos públicos.Desde entonces, y con cambio de Gobierno en el Ayuntamiento, nada ha avanzado en la cesión del Cine Castilla. Los vecinos, ahora, vuelven a insistir.
Lo han hecho con un «gran casting» en el que participaron diversos colectivos culturales que ensayan y desarrollan su actividad en el barrio de Girón. «Pensamos que esta era una buena forma de dar visibilidad a un problema serio del abandono de nuestro patrimonio cultural», dicen Ana Salvador y José Manuel Rodríguez, integrantes del grupo de teatro Lorca e impulsores de un festival en el que también actuaron Ice Singers, Tag Time, Tutti Frutti, Zagalejo, Radalaila, la compañía teatral Pilar Conde o el grupo de bailes en línea de la agrupación vecinal.
Todos ellos ensayan en el centro de iniciativas vecinales El Empecinado, cuyo patio está situado justo al lado del Cine Castilla, con esa pared de ladrillo que señalaba Polanco al principio de estas líneas. «Esas instalaciones se nos han quedado pequeñas y necesitamos más espacio.
Las salas del Cine Castilla serían perfectas, pero es que, además, rehabilitar esas instalaciones permitirían mejorar la oferta cultural del barrio y de la ciudad». La jornada se completó con más actuaciones, como las de Jesús Cifuentes y Mesetarios, Dinosáuricas, lecturas de poemas y una paella popular. Concejales del PSOE y de Toma la Palabra apoyaron la aspiración vecinal.
Construido en 1950, el edificio, proyectado por los arquitectos Julio González e Ignacio Bosh, se concibió en su origen como un «edificio para servicios culturales», tal y como recuerda Daniel Villalobos Alonso en 'Arquitectura de cines de Valladolid'. Allí se recuerda que esta sala, con butacas para 496 espectadores, fue el primer cine de barrio de la ciudad, la primera pantalla más allá del cogollo del casco histórico. En realidad, el cine formaba parte del 'Hogar del productor', un bloque que servía en el barrio como centro educacional y de ocio, con capacidad para albergar todo tipo de actividades, en una parcela con una superficie total de 1.892 metros cuadrados.
El inmueble consta de un doble vestíbulo. El primero, conectado con las dos alas que en su día albergaron salas de café, tertulia, juegos y aulas y que hoy están ocupadas por el bar San Pío X (en la calle Hogar) y el Patio Corsario, una sala de creación escénica pilotada por la compañía de teatro Corsario (con acceso desde la avenida de los Cerros. El otro vestíbulo era la antesala a la sala de cine. El 20 de septiembre de 1975, hace ahora medio siglo, el Cine Castilla abrió sus puertas como sala comercial, con la proyección de 'Cabaret' y 'Esplendor en la hierba'. Después de que durante una etapa fuera conocido como 'Sala Lumiére' y un periplo enfocado a las películas de arte y ensayo (así se anunciaba en 1980), el cine proyectó su 'The end' en febrero de 1986. Durante un breve periodo de tiempo posterior funcionó como Centro de Estudios Musicales hasta su abandono definitivo.
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