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Valladolid despide el segundo agosto más cálido de la historia

Agosto, en este sentido, fue un mes bochornoso que concluyó con una temperatura media de 25,1 grados, 2,6 por encima de lo normal y tan solo una décima del agosto más cálido de la historia, registrado en 2022 (25,2). Y todo gracias, sobre todo, a unas temperaturas máximas que en su conjunto fueron las más elevadas de la historia, con una media de 33,6 grados, 0,3 por encima del mismo mes de hace dos años y 3,2 más de lo habitual (para el periodo de referencia 1991-2020). La temperatura media de las mínimas, a su vez, también fue mucho más elevada de lo normal, con 16,6 grados, 2,1 por encima de lo habitual, según reflejan los datos recogidos por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en su estación de referencia (en Parquesol) de la capital.

Fruto de este último mes y del también más que cálido julio -aquel mes dejó una temperatura media de 24,6 grados, 1,9 más de lo normal-, el verano meteorológico fue el quinto más caluroso del siglo XXI, con una temperatura media de 23,2 grados, 1,5 grados por encima de lo habitual. Este registro iguala prácticamente a sus tres antecesores en la lista, como fueron los veranos de 2023 y 2003 (23,4 grados de temperatura media) y el de 2017 (23,3). En primer lugar, y con más de un grado de diferencia (24,3), se mantiene el tórrido verano de 2022. Los tres últimos veranos, en cualquier caso, copan tres de las cinco primeras posiciones del siglo, y de la historia reciente, en lo que a calor se refiere.

Agosto, no obstante, no dejará efemérides meteorológicas puntuales pese a registrar, eso sí, un notable pico de 39,2 grados (el día 10), la temperatura más alta del verano -lejos del récord absoluto de 40 grados del 22 de agosto del año pasado-, y tres noches tropicales consecutivas (los días 10, 11 y 12) de las cinco vividas en toda la estación (las otras dos se produjeron los días 29 y 30 de julio).

Y todo ello pese a que el verano comenzó con frío, o menos calor de lo habitual, con un mes de junio que concluyó con la temperatura media habitual, con 19,8 grados. Julio subiría enseguida el listón, hasta alcanzar los 24,6 (1,9 más de lo normal), y agosto elevaría aún más la media del trimestre con 25,1 (3,2 más).

Eso en cuanto al calor. El verano meteorológico fue, en paralelo, mucho más lluvioso de lo normal gracias a un mes de junio pasado con agua, en el que se recogieron la friolera de 86,2 litros por metro cuadrado, el pico más alto del siglo (lo normal son 27 litros); mientras que en julio tan solo se registraron 7,2 litros (5,7 menos de lo habitual) y 13,8 en agosto (1,6 más de lo habitual) en el caso de la capital, ya que las fuertes tormentas del pasado sábado (día 31) dejaron hasta 44 litros en Medina de Rioseco y causaron inundaciones en otros pueblos como Pedrajas de San Esteban.

El último trimestre, en cualquier caso, concluyó con 107,2 litros por metro cuadrado, más del doble de lo normal (51,1), lo que sitúa a la estación como la segunda más lluviosa del presente siglo, solo por detrás del verano (meteorológico) de 2006 (122,3 litros) y por delante de los registros de 2018 (103,8) y 2007 (93,5).

El año, en su conjunto, está siendo más húmedo de lo habitual y mantiene un superávit hídrico del 45%, con 347,8 litros por metro cuadrado recogidos hasta la fecha, 108 más de lo normal. Y también más cálido, con una temperatura media de 15,1 grados, 1,2 por encima de lo habitual para el periodo de enero a agosto (13,9), tal y como reflejan los datos de la Aemet.

Todo esto es ya historia meteorológica. Septiembre anuncia cambios que serán un tanto abruptos a partir de este mismo martes, cuando la irrupción de una sucesión de frentes fríos enviados por una borrasca situada en torno a las Islas Británicas provocará un acusado descenso de las temperaturas, sobre todo, de las máximas, que caerán hasta diez grados en los próximos días (coincidiendo con los últimos días de las fiestas de la Virgen de San Lorenzo), para situarse entre los 20 y los 25 grados hasta finales de semana. Las mínimas, a su vez, caerán de manera progresiva en adelante hasta llegar a bajar de los 10 grados en torno al fin de semana. Y todo ello acompañado de vientos moderados del noreste.

Este cambio meteorológico traerá también más inestabilidad, con cielos cubiertos, sobre todo, este martes, cuando se esperan algunas precipitaciones, si bien la probabilidad de lluvia decae de manera notable de cara a los siguientes días.

Las previsiones estacionales de la Aemet, sin embargo, apuntan a que septiembre será, en su conjunto, más cálido de lo normal (con una probabilidad del 60%) y más seco (40%).