

Valladolid acoge a 34 menores saharauis: «Les sorprende todo, la tele, el baño...»
Las familias de acogida animan a sumarse a una iniciativa que cada año permite a los pequeños disfrutar de unas 'vacaciones en paz'
María López
Valladolid
Miércoles, 10 de julio 2024, 19:49
Inquietos, en primera fila y sin parar de moverse ni un segundo en la silla, más de treinta niños saharauis esperan nerviosos para disfrutar de ... una calurosa bienvenida en Valladolid. Durante los meses de verano estarán en la ciudad gracias a familias como la de María Teresa Álvarez, que participa en el programa de acogida Vacaciones en Paz desde hace 10 años. Todas ellas han estado este miércoles en el Ayuntamiento en la tradicional recepción del alcalde a los menores y sus familias.
«Cuándo mi hijo era pequeño estaba con tres niñas. Es una experiencia maravillosa, tanto para ellos como para ti. Te enseñan mucho y tú a ellos. Ahora, desde hace unos años, siempre acojo a dos niños todos los veranos», reconoce de manera orgullosa y con una gran sonrisa en el rostro. También aprovecha para hacer un llamamiento y recuerda que «necesitamos más mamás para acoger a más niños. Todos los pasamos bien en estos meses de verano».
«Me parece una iniciativa muy enriquecedora»

Alguna familia más emocionada que otra por ser la primera vez que participan en el proyecto vacaciones en paz. Es el caso de Sonia Agüera González, quién confiesa que «desde hace muchísimos años quería poder vivir esto y bueno, ha llegado el momento y me parece una iniciativa muy enriquecedora». Son muchos y muy diferentes los motivos que llevan a las familias a tomar la decisión de acoger y ofrecer esta experiencia a los niños. «El pueblo saharaui necesita que esté reconocido y dentro de España saber cuál es su situación. Que los niños y niñas puedan vivir esta experiencia a nivel educativo y a nivel social, les enriquece. De alguna manera, si podemos hacer algo por ellos, pues lo hacemos», explica Sonia acerca de la importancia de este tipo de iniciativas.
Sonia se ríe de manera tímida cuándo le preguntamos por la dificultad que puede suponer el idioma y cómo es el proceso de adaptación de los primeros días. «Nosotros lo estamos solucionando con gestos, emoticonos, pictogramas, traductores... Pero bueno, al final el lenguaje universal es lo que manda y nos guiamos por eso».
«Aprendo mucho lo poco que valoramos lo que tenemos aquí»

No es la primera vez que Ana decide ser familia de acogida. «Llevo ya muchos años acogiendo niños de la misma familia. Siempre he sido muy solidaria y estoy muy comprometida con el tema social», confiesa. Pese a no ser debutante en el programa vacaciones en paz, se sigue sorprendiendo año tras año de todo lo que llega a aprender durante los meses de acogida. «Aprendo mucho lo poco que valoramos lo que tenemos aquí. Les ves a ellos y todo les impresiona mucho, cualquier mínimo detalle: el baño, ver la tele, son muchas cosas... y la piscina, ni te cuento», destaca de manera risueña.
Además de ser familia de acogida, también ha participado en diferentes campamentos y reconoce que «ahí es dónde realmente ves las carencias que tienen y te explicas los motivos de cómo todo les sorprende tanto». En cuánto al proceso de adaptación, explica que no es algo sencillo, no sólo por echar de menos a sus familias, «cuándo vienen aquí hay que hacerles un examen de todo, de vista, dentista, analíticas... pues todo».
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«Un acto amable y lleno de justicia»

«Un acto amable y lleno de Justicia». Con esas palabras daba la bienvenida el alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, a los 34 niños saharauis que disfrutarán de los meses de verano en diferentes municipios de la provincia. En el acto de presentación que ha tenido lugar en el Ayuntamiento de Valladolid, Carnero ha explicado que «Vacaciones en Paz es un programa muy importante para acercar a los niños una mayor salud y nuestra cultura y también para las familias de acogida». Este año, son 24 niños los que repiten la experiencia de años anteriores, mientras que 10 se incorporan por primera vez.
Abdalahe Hamad Ahmed, el delegado saharaui en Castilla y León, también presente en la calurosa bienvenida, mostraba su felicidad ante lo que considera «un día de justicia y solidaridad». También aprovechó su intervención para agradecer la solidaridad de las familias que acogen a los niños ofreciéndole la posibilidad de pasar dos meses felices. «Tenemos que luchar por nuestra independencia en un camino espinoso pero digno para volver a nuestra tierra», recordó.
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