Urbanismo prevé eliminar los bordillos del carril bici de la avenida de Salamanca de Valladolid
Un conductor invadió ayer la senda para ciclistas y se tragó la hilera de peligrosos bordillos de hormigón
Los bordillos instalados hace once años para separar los carriles bici de la calzada para vehículos de la avenida de Salamanca, que se construyeron entonces con motivo de la reforma integral de esta vía, volvieron a cobrarse una nueva víctima pasado el mediodía de ayer, cuando el conductor de un turismo apuró demasiado y acabó destrozando la rueda derecha, y presumiblemente los bajos de su vehículo, al invadir la senda para ciclistas y tragarse literalmente la hilera de peligrosos bordillos de hormigón en el tramo que discurre entre el cruce con el puente de Hispanoamérica y el inicio del término municipal de Arroyo de la Encomienda, en sentido a esta última localidad.
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El siniestro, al menos, se saldó sin más daños que los materiales, cuantiosos, eso sí, en el coche implicado, un veterano Renault Clio con matrícula de Palencia. Al lugar del siniestro tuvieron desplazarse policías locales y bomberos para colaborar en las labores de retirada del vehículo y de la limpieza de la calzada.
Ciclistas y conductores llevan años alertando de la peligrosidad de estos bloques de hormigón, que fueron colocados durante las obras de remodelación de la avenida de Salamanca que se llevaron a cabo entre los años 2006 y 2007, cuando fueron inauguradas las sendas verdes para ciclistas, de 1,80 metros de anchura cada una, que discurren en ambos sentidos de la circulación.
El Ayuntamiento ya anunció hace más de un año su intención de eliminar estos bordillos, aunque de manera progresiva, «cuando se lleven a cabo trabajos de asfaltado u otras intervenciones en los distintos tramos que cuentan con esta separación entre el carril bici y la calzada», según apuntó ayer el concejal de Urbanismo, Manuel Saravia.
Los operarios ya retiraron los bordillos a finales de 2016 del tramo del carril bici que discurre entre el Puente Colgante y el frontón de la ladera de Parquesol, aunque meses después, en enero de 2017, tuvieron que colocar balizas reflectantes y pivotes para marcar la separación y proteger a los ciclistas a petición suya.
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