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Coronavirus en Castilla y León: Los universitarios de la región en Madrid, entre la resignación y un futuro incierto

Los universitarios de la región en Madrid, entre la resignación y un futuro incierto

Solo en la Complutense cursan un grado 1.066 estudiantes de Castilla y León, 75 de ellos de Valladolid

Samuel Regueira y Quique Yuste

Valladolid | Segovia

Miércoles, 11 de marzo 2020, 07:04

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La comunidad educativa de Castilla y León también se ha visto afectada por la cancelación de clases en colegios, institutos y universidades de Madrid como consecuencia de la expansión del coronavirus. Solo en la Universidad Complutense hay, en este curso 2019-2020, 1.606 castellanos y leoneses cursando algún programa formativo.

La mayoría, 1.066, son de grado; (de los cuales casi la mitad, 445, son de Segovia, mientras que 75 proceden de Valladolid), aunque también se registran números nutridos en másteres, 274; doctorados, 147, y títulos propios, 92. El consenso de los estudiantes suele ir en torno a una mayor preocupación por cómo esta decisión afectará a su rendimiento académico más allá que la incidencia sobre la salud del propio virus.

La iscariense Carmen Rico estudia su tercer año en el grado de Derecho y Relaciones Internacionales, y desempeña labores de subdelegada de su facultad en la CEU San Pablo: «Al principio saltó un poco el pánico y preguntamos al vicerrector si iba a haber alguna medida», declaró la alumna. «Dijeron que se desarrollaría un protocolo, y el viernes pasado se celebró una conferencia sobre higiene», agregó.

Desde ahí, tanto ella como sus amigos empezaron a temerse que esto era solo el comienzo de una serie de decisiones que con el tiempo serían progresivamente más drásticas: «Con todas las noticias de la televisión ya estábamos con el runrún, yo tenía mis dudas pero sabía que pronto se iban a tomar otro tipo de medidas». Pese al protocolo y la concienciación en prevenir y ser cautos, la principal preocupación de Rico es perder quince días de clase: «Es duro, me preocupa más cómo me afectará esta cuarentena a nivel académico que el propio virus», admitió.

«Parece muy guay que de repente vengan quince días de vacaciones, pero esto tiene consecuencias: las clases telemáticas no cuentan con el mismo dinamismo que venir a clase y atender», añadió. Pese a todo, confía en la universidad, y aunque esta ha tomado«una medida extrema», en su opinión«el cierre de los centros educativos es un daño colateral para que no se colapsen los transportes públicos en horas puntas de grandes concentraciones». Rico cree que tratan de evitar que la gente salga de casa, pues duda de que «alguien con síntomas de coronavirus quiera ir a la universidad, y mucho menos contagiar a nadie».

La también vallisoletana Silvia Valín estudia Enfermería en la Universidad Alfonso X el Sabio. El pasado viernes, cuando esperaba a un paciente positivo en coronavirus en el Gregorio Marañón, cancelaron sus prácticas; y esta semana se ha encontrado con la anulación de las clases: «A nivel académico esto va a ser todo un retraso y un caos, somos conscientes en Ciencias de laSalud de cómo ataca la enfermedad y lo virulenta que es, pero nos preocupa que a la hora de medir el rendimiento académico no se imparta toda la materia que se tiene que llegar a dar». Sin saber aún cuándo empezarán sus clases online, Valín consideró que «por prevenir, sería buena medida cancelar la Semana Santa», aunque sospecha que «el dinero mueve más montañas», y pide a las personas «que por unos mocos llaman al 112», que «recapaciten y sean conscientes de que los servicios sanitarios deben estar allá donde se les necesita», señaló.

Sobre alarmismos innecesarios también habló el vallisoletano José Juan González, del Instituto Católico de Administración y Dirección de Empresas, integrado en la Universidad de Comillas: «La gente adulta está un poco histérica desabasteciendo los supermercados», lamentó, una reacción que a su juicio chocaba con la también deplorable respuesta de varios jóvenes de su entorno: «Han salido de 'pachanga'», dijo.

González vive con linfoma de Hodgkin, lo que le convierte en uno de los usuarios más vulnerables a esta clase de virus, según le han confirmado fuentes médicas recientemente. Ha advertido que buena parte de sus compañeros compartía en redes sociales improvisados reclamos de locales nocturnos y pequeñas discotecas que ofertaban fiestas multitudinarias en lunes de cara a la cancelación de las fiestas: «Fue un choque», achacó a esta conducta poco responsable.

El estudiante de ADE juzgó que su centro era «de las universidades mejor preparadas», ya que tiene más desarrollada la aplicación de trabajo a distancia que se está habilitando en distintos recintos educativos para suplir esta cuarentena a través de una plataforma de trabajo online:«Ha sido la única con dos dedos de frente, la más previsora», valoró.

Por su parte, los segovianos de la Complutense Miguel Comino y Roberto Andrés manifestaron su incertidumbre ante estos acontecimientos: «Temo que se aplacen los exámenes y se descuadre todo», declaró este último, de Relaciones Laborales y Recursos Humanos.

Los docentes ante lo digital

El profesorado afectado se enfrenta además a un reto añadido: el de encarar la educación y los deberes de estos días desde las plataformas digitales. «Es un trastorno para las familias, los alumnos y los maestros», manifestó Adrián Herranz, profesor de Educación Física en el colegio Ágora de Boadilla del Monte, a propósito de la suspensión de las clases. El docente sostuvo que los estudiantes más mayores están «más alegres con la medida», mientras que los de apenas seis o siete años están «algo más preocupados». «Hoy lo hemos intentado llevar con normalidad», declaró.

Iván Cantalejo, profesor segoviano de Biología y Matemáticas en el IES Anes de Collado Mediano, afirmó que buena parte de su centenar de alumnos le han transmitido sus preocupaciones por el coronavirus, aunque no detecta miedo entre el alumnado. «La mayoría se lo ha tomado como unas vacaciones de dos semanas», explicó. Él tendrá que acudir al menos hasta el viernes al instituto para programar los contenidos que mandará a sus alumnos, aunque muchos de ellos no tienen acceso a las plataformas digitales con la que trabaja su centro. Por su parte, Luis Sáez, docente en el centro universitario La Salle, ponderó que aunque se prepare un programa para estas dos semanas, «no habrá la misma reflexión que en una clase presencial».

Testimonios de la comunidad educativa Castellana y Leonesa en Madrid

«La gente adulta está histérica, y los jóvenes muy despreocupados»
Juan José González. Universidad de Comillas - ADE

«La gente adulta está histérica, y los jóvenes muy despreocupados»

Este estudiante vallisoletano critica la reacción dispar frente al coronavirus: «Los adultos están histéricos desabasteciendo los supermercados, y los jóvenes muy despreocupados: se van de fiesta ante la cancelación de las clases», manifestó.

«Me preocupa más esta cuarentena a nivel académico que el virus»
Carmen Rico. CEU San Pablo

«Me preocupa más esta cuarentena a nivel académico que el virus»

Para esta veinteañera natural de Íscar, las medidas tomadas por las universidades pueden ser «extremas pero necesarias», y admite estar más preocupada por lo que esta cuarentena puede suponer «a nivel académico» que por el virus.

«Esto va a ser todo un retraso en los estudios y un caos»
Silvia Valín. U. Alfonso X El Sabio - Enferemería

«Esto va a ser todo un retraso en los estudios y un caos»

La estudiante de Enfermería procedente de Valladolid es «consciente de la virulencia de esta enfermedad», y aunque las medidas tomadas sean buenas intuye que, si no se imparte la materia, «a nivel académico va a ser un retraso y un caos».

«Aún no nos han dicho si vamos a recuperar las clases perdidas»
Miguel Comino. U. Complutense - I. Química

«Aún no nos han dicho si vamos a recuperar las clases perdidas»

Miguel Comino, de Segovia, no sabe si recuperará estas clases ni qué tendrá que hacer estas semanas. «En alguna asignatura habrá que preparar un tema por nuestra cuenta, y del resto creo que colgarán cuestiones en el campus virtual», comenta.

«Temo que se aplacen los exámenes y se nos descuadre todo»
Roberto Andrés. U. Complutense - RR Laborales

«Temo que se aplacen los exámenes y se nos descuadre todo»

Roberto Andrés también afirma que no hay preocupación en sus clases por el coronavirus, aunque sí por las consecuencias que pueda generar. «Temo un aplazamiento de los exámenes, esto al final te lo descuadra todo», confesó el segoviano.

«No va a haber el mismo debate que en una clase presencial»
Luis Sáez. U. Autónoma - Profesor

«No va a haber el mismo debate que en una clase presencial»

Este profesor segoviano de Trabajo Social y Educación Social en el centro universitario La Salle, de la UAM, dijo que «habrá una programación durante estas dos semanas, aunque no habrá la misma reflexión o debate que una clase presencial».

«Es un trastorno para familias, alumnos y maestros»
Adrián Herranz. CEIP Ágora - Profesor

«Es un trastorno para familias, alumnos y maestros»

El docente de Educación Física en el colegio Ágora de Boadilla del Monte, natural de Segovia, estima que la suspensión de clases es un trastorno absoluto para todos los agentes de la comunidad educativa; «familias, alumnos y maestros», contó.

«La mayoría se lo toma como unas vacaciones»
Ivan Cantalejo. IES Gonzalo Annes - Profesor

«La mayoría se lo toma como unas vacaciones»

Este profesor, que imparte Biología y Matemáticas en el IES GonzaloAnes de Collado Mediano, no detecta miedo en su alumnado: «La mayoría se lo ha tomado como unas vacaciones de dos semanas», declaró el profesor de origen segoviano.

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