Valladolid
El tráiler atascado durante tres horas en el centro venía de Michelin y entró «por error» al fiarse del GPSEl Ayuntamiento le multará con 200 euros y le cobrará la tasa que tienen que abonar los transportes especiales para ser guiados a su destino por la Policía Local
Pueden entrar únicamente para realizar operaciones de carga y descarga -transportes especiales los llaman-, pero siempre con escolta policial y bajo autorización previa y pago ... de la tasa. El tráiler que en la mañana de este lunes se ha quedado atascado en diagonal entre las calles Macías Picavea y Conde Ansúrez, a las puertas de Iglesia de la Vera Cruz y taponando Platerías, ha accedido a este punto por despiste, por «un error humano», según confirma el mayor de la Policía Local, Ignacio Ayuso.
Publicidad
«Venía de la planta de Michelin e iba hacia Burgos, pero por lo visto ha seguido las indicaciones del GPS y ha acabado ahí», explica el mando, quien avanza que será multado con 200 euros y tendrá que pagar, además, la tasa que abonan estos camiones de gran tonelaje por la asistencia de los efectivos para llegar su destino. Lógicamente, en su caso no había solicitado ese apoyo porque su idea era circular hacia la ciudad del Cid. Así que lo abonará por la escolta para sacarlo de la ciudad tras unos momentos de mucha angustia, como reflejaba el descompuesto rostro del chófer. ¿Cuánto dinero después de tres horas y la presencia de numerosos agentes? De momento, no se ha especificado.
Todo apunta pues a que su conductor, de origen rumano y que apenas chapurreaba unas palabras en español, se ha fiado del itinerario que le marcaba la pantalla virtual para acabar atrapado en una ratonera que ha obligado a desplegar a una decena de Bomberos y otros tantos agentes de la Policía Local. El desalojo ha sido complicado y se ha convertido en la atracción de decenas de curiosos por el enclave tan neurálgico en el que se ha producido, entre ellos se le ha visto a la primera teniente de alcalde, Irene Carvajal.
El encajonamiento del camión ha causado algún rozón, en apariencia no muy grave, en la esquina de la tienda de CBD entre Platerías y Conde Ansúrez. De hecho, la cubierta del retrovisor se ha desprendido. Sin embargo, las decenas de maniobras que ha realizado en un primer momento para intentar enfilar cabina y caja no han afectado ni a la cartelería de la Jamonería Sarmiento ni los escaparates de la tienda de antigüedades Ronte, situada entre Platerías y Macías Picavea.
Publicidad
«O bien se presenta antes la solicitud de un permiso o el día de la entrada llaman a la Policía advirtiendo de su acceso y hora para quedar y acompañarlos. En función del tiempo y los agentes -24,99 euros por policía y la hora- pagan una tasa que de media se sitúa entre los 50 o 60 euros por servicio», aclara Ayuso. Desde finales de 2006, los camiones de más de 12 toneladas tienen prohibido circular por el centro y semicentro si no es para un transporte especial con la autorización de Tráfico y la Policía.
El seguimiento de los uniformados es fundamental para guiar a estos grandes vehículos por las calles que cuentan con anchura y radio de giro suficiente para llegar lo más cerca de su destino. Es una operación común para el transporte de las enormes grúas de las obras o con las grandes descargas para múltiples espectáculos o importantes operativas de abastecimiento de materiales.
Publicidad
Al principio, en el escenario del atrapamiento, que ha obligado a cortar el acceso desde Macías Picavea, lo que ha provocado algunas retenciones en el entorno de Bajada de Libertad y Fuente Dorada, algunos daban por hecho que el Mercedes de la empresa Filip Spedition podría proceder de realizar alguna operación de carga o descarga en el Teatro Calderón ante la inminente celebración de la Seminci, pero fuentes del certamen y de la propia instalación municipal han confirmado que no era así.
Pasadas las once y media de la mañana, el camión entraba tan campante, aunque algo justo de espacio, por Macías Picavea, cuando al girar hacia Conde Ansúrez el chófer se ha visto en el monumental lío. Ni hacia adelante ni hacia atrás se podía mover. Pronto han llegado las dotaciones de Bomberos y Policía para atender una situación compleja, como refleja el tiempo que se ha tardado en ponerle remedio. Primero se ha intentado a base de indicaciones de maniobra. Desde el 'déjalo caer un poco' hasta el 'todo a la derecha', pero nada. Algunos de los presentes intentaban ayudar a los efectivos policiales en ese guiado y criticaban la falta de pericia del chófer mientras la cara de desesperación de este iba en aumento.
Publicidad
Tras varios intentos infructuosos, se buscaba una alternativa: retirar los dos bolardos de hierro situados al inicio de la acera izquierda de la calle Conde Ansúrez para facilitar los giros de la cabeza tractora. El trabajo fue arduo. Primero se intentó a mazazos, pero luego los bomberos tuvieron que sacar un martillo neumático para picar las bases de los pivotes con el objetivo de extraerlos. Una vez retirados, asomaba otro pitorro metálico de sujeción y hubo que tirar de radial para cortarlos.
Completada esta primera operación para despejar el escenario de obstáculos, comenzaban a barajarse las alternativas de desalojo. La primera fue intentar meter el culo del tráiler hacia Platerías de manera que la cabina pudiera entrar un poco en Guadamacileros. Se pretendía así sacarlo marcha atrás por Platerías hasta la plaza del Ochavo y enfilar Cebadería en sentido contrario hacia Rinconada y Poniente para coger luego la arteria de Isabel la Católica.
Publicidad
Tras un debate de opciones entre miembros del Servicio de Extinción de Incendios y Policía Local, se vio más factible que el camión continuara esa dirección que tomó por error. Es decir, que su cabina enfilara Conde Ansúrez girase a la izquierda en la calle Val para posteriormente circular hacia Poniente en dirección contraria y poder llegar a Isabel la Católica. Antes de decidirse por esta alternativa, un mando de la Policía Local fue a pie con el conductor para ver si era posible que su camión la completara con éxito. El chófer confirmó que sí.
Así que sobre dos y cuarto de la tarde y después de que la propietaria del único vehículo que a esa hora permanecía aparcado en Conde Ansúrez lo retirara y los Bomberos hicieran lo propio con su camión y el todoterreno que desplazaron, comenzó la maniobra definitiva. Asesorado por los efectivos municipales, el chófer logró poner la cabina y su caja en una posición que le permitió alinear ambas partes en condiciones de seguir la marcha.
Noticia Patrocinada
Aceleró con cuidado y logró hacer el giro en la calle Val para luego torcer a la derecha en dirección a Poniente. Desde allí cogió Isabel la Católica acompañado de una furgoneta policial que le abría camino con la sirenas a toda marcha. Se ponía fin a una incidencia que dio mucha guerra a todos los que participaron en solventarla y que fue motivo de chanzas entre el público que la siguió. Un despiste de muchas toneladas.
3€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión