La apertura de las vías inferiores de Arco de Ladrillo culmina la intervención catorce meses después
El tráfico se recupera en la totalidad del entorno del viaducto tras finalizar el afeitado de la acera en Recondo y la urbanización en el lado de Delicias
Han hecho falta catorce meses para que los conductores recuperen la normalidad absoluta en el entorno del Arco de Ladrillo. Desde finales de mayo, ... los cuatro carriles del puente reabrieron al tráfico tras una «intervención de emergencia» que condicionó la circulación sobre el tablero durante casi un año. Pero por debajo, las restricciones para los vehículos han continuado hasta este miércoles. Por la mañana, los operarios han procedido a retirar las últimas vallas de obra que quedaban bajo el viaducto, en el lado de Delicias. Eran el último vestigio de la actuación en Arco de Ladrillo, que aquí se ha concretado en la reurbanización del entorno, con la renovación de la zona de aparcamientos y parte de la peatonal, en el entorno de las calles Mikado y hasta Santa Fe.
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Lo primero es que el número de estacionamientos sobre la calzada queda prácticamente intacto, pero con ciertas variaciones en la distribución. Por ejemplo, se ha mejorado la señalización de los aparcamientos en el lado derecho, junto a la plaza de los Ferroviarios, donde pueden aparcar más de veinte vehículos, mientras que en la parte izquierda de la carretera se ha dejado espacio para unos cinco coches. Estos últimos estacionamientos antes no existían y en total suman una treintena de espacios, como los que había antes sobre la calzada. Por su parte, en el giro que hace la carretera bajo el viaducto se ha ampliado la acera peatonal, lo que también suprime el espacio donde era habitual que estacionaran más vecinos de la zona. Aquí entraban hasta cinco turismos, pero la reducción del espacio no permite que haya un coche aparcado sin obstruir la circulación.
Donde sí se pierden plazas es bajo los pilares del viaducto, donde había una especie de aparcamiento en el que entraban hasta cuarenta vehículos. Los operarios han hormigonado y elevado el firme con bordillos, transformando lo que era asfalto en más zona peatonal, que ocupa toda la parte inferior entre los pilares y que evita el acceso de los conductores. No son los únicos cambios en el lado de Delicias, donde también se ha modificado buena parte de la acera. En este caso se ha eliminado un pequeño paso peatonal de apenas un metro ubicado junto a una zona ajardinada, que también ha perdido espacio que ahora ganan los vehículos para el estacionamiento. Además, se ha renovado el pavimento en la zona de las canchas de baloncesto.
La apertura en Delicias se suma a la normalización del tráfico en la vía de servicio del lado de la estación
Con todo esto terminado solo falta pintar un paso de cebra en la calle Santa Fe. Es lo único que queda después de que los operarios procedieran este martes al asfaltado y a la reapertura total en la mañana del miércoles. La actuación en Delicias no es la única que ha terminado en las últimas horas en el entorno del Arco de Ladrillo, donde también se ha abierto la vía inferior en el lado de la estación de autobuses. Este punto había permanecido cerrado desde finales de julio para revertir la estrechez de la vía de servicio que empieza en Recondo y desemboca en el paseo del Hospial Militar, que pasó de tener dos a un único carril durante la actuación sobre el tablero.
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En este punto han trabajado también los operarios desde la semana pasada, con el objetivo de reducir la anchura de la acera. El caso es que el estrechamiento de la carretera obligaba a los vehículos más grandes, como autobuses, a tener que subirse parcialmente en la zona peatonal, algo que se acrecenta si se tiene en cuenta que esto está junto a la estación. De esta forma, se ha afeitado el cruce entre las vías para recortarla unos centímetros que permitan a los vehículos pasar sin ningún problema por la vía de servicio. El problema surge de la eliminación de este carril, que se suprimió una vez se comprobó que los vehículos de grandes dimensiones no podían circular pegados al lateral del viaducto, debido a la ampliación del tablero durante la obra y que se adosaron por fuera las nuevas luminarias.
Nueva parada de autobús
Pero este tramo reabrió al tráfico en la tarde del martes, de nuevo a falta de pintar solo un paso de cebra. El caso es que los conductores han recuperado en su totalidad la circulación en las zonas inferiores de Arco de Ladrillo después de catorce meses donde el entorno ha estado afectado por las diferentes obras. Primero por la intervención en los cuatro carriles del maltrecho viaducto y después por la urbanización en el lado de Delicias, que durante buena parte del año se ha sumado al corte de la vía de servicio del lado de la estación de autobuses.
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Otra de las transformaciones que se han producido en la zona inferior del viaducto es el cambio de ubicación de una parada de Auvasa, que se encontraba justo debajo del tablero y que se trasladó unos metros hasta el número 4 de la calle Recondo. A pesar del movimiento, la nueva marquesina había estado sin uso, incluso ya terminada, manteniendo una parada provisional frente a la estación de autobuses durante varias semanas. No obstante, los vehículos de Auvasa, en concreto las líneas 9 y 2 entre otras no diarias, ya hacen parada aquí.
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