Un tifón trunca la vuelta al mundo en velero de un joven vallisoletano
El arquitecto naval Santiago Rivas comparte en redes las vivencias de la expedición española 'Tras la estela de Juan Sebastián Elcano', que recreaba la hazaña marítima de hace 500 años
«Ha sido una experiencia brutal, un proyecto ilusionante que recordaré siempre y que, lamentablemente, ha terminado antes de tiempo por uno de los tifones ... más desvastadores en 30 años», dice a más de 13.000 kilómetros, en Guam, Santiago Rivas, el joven vallisoletano que ha formado parte durante dos meses de la expedición española que pretendía recrear la vuelta al mundo tal y como hicieron hace más de 500 años Juan Sebastián Elcano y Magallanes.
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La aventura 'Tras la estela de Juan Sebastián Elcano' comenzó en Sevilla en agosto de 2019, con el objetivo de llegar tres años más tarde al mismo punto de partida, aunque la pandemia se cruzó en el camino y obligó a cancelar temporalmente los planes. Después, varios fallos técnicos en el motor o la necesidad de algunas piezas nuevas han ido retrasando esta vuelta al mundo en la que la tripulación ha ido rotando por etapas.
Finalmente, el pasado 25 de mayo, Mawar, el tifón de categoría 4 más devastador de la últimas tres décadas que alcanzó vientos de casi 250 kilómetros por hora, engullía la embarcación de unos 21 metros de eslora que se encontraba amarrada en el puerto de Apra, en la isla de Guam (Micronesia) y fue localizada varios días después a 30 metros de profundidad en el Pacífico Occidental.
«Tuvimos que refugiarnos durante día y medio en un casa», dice Rivas, quien se encontraba con el capitán de la expedición José Solá y otros dos tripulantes en ese momento. «Vamos cambiando y rotando», explica. Pasó la tormenta que hizo perder la señal GPS que mantenía el contacto con el Pros, truncando así el sueño de dar la vuelta al mundo. «Se han hundido todas mis pertenencias y de repente te ves con lo puerto, gracias a que cogí el portátil y poco más», explica desde un punto donde encuentra cobertura.
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Aunque la expedición ha terminado, su espíritu aventurero le impide tirar la toalla. «Aún no sé lo que haré, si volveré a España o me quedaré aquí unas semanas más», señala el ingeniero naval. En esta experiencia que comenzó para él, y tras 46 horas de viaje, a principios del mes de marzo, Rivas tenía un papel fundamental, el de narrar en redes sociales el día a día de una ruta que, de haber continuado habría surcado las costas de la isla filipina de Mactán (donde mataron al portugués Fernando de Magallanes) para continuar por las Islas Molucas conocidas como las islas de las Especias, en Indonesia y continuar en Bali, Yakarta, Madagascar, Sudáfrica y luego subir por el Atlántico para regresar a España.
El papel del vallisoletano en esta aventura, además de vivir una experiencia que solo unos pocos pueden relatar, era el de dar a conocer a través de redes sociales los entresijos de este emocionante viaje. El mail que recibió en diciembre por parte de los Amigos de los Grandes Navegantes y Exploradores Españoles cambió de rumbo su vida.
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«Este proyecto se cruzó en el momento perfecto en mi camino porque llevaba casi cuatro años trabajando en Guinea Ecuatorial y acababa de regresar a España. Me apetecía subirme a bordo del Pros. Además, al tener le perfil más joven me dedicaba a las redes sociales, a dar a conocer el día a día, lo que veíamos, dónde parábamos, el avance de la ruta, curiosidades geográficas o culturales a través de Instagram, TikTok o YouTube. Se trataba de dar la máxima difusión al proyecto», asegura el joven arquitecto naval de 27 años.
Rivas hacía a bordo del Pros algo similar, eso sí en una versión 2.0., a lo que hizo hace 500 años el italiano Antonio Pigafetta durante la mayor hazaña marítima de la historia en su libro 'Relación del primer viaje alrededor del mundo'. Y se queda satisfecho de su labor, aunque haya terminado de forma imprevista. «Ha tenido bastante repercusión y muchos de los vídeos y reflexiones han tenido más de 60.000 reproducciones», señala.
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Con sensación agridulce se plantea el futuro más inmediato, «aún no sé qué hacer porque me planteaba incluso alargar las etapas hasta volver a España, esto ha sido un revés que ha cambiado por completo todos nuestros planes», añade.
Un viaje complicado desde el inicio
El proyecto, 'Tras la estela de Juan Sebastián Elcano', comenzó en Sevilla en agosto de 2019, con el objetivo de regresar la mismo puerto tres años después. Para ello, la asociación contaba con 42 tripulantes que se iban a ir rotando durante al menos un mes a bordo del Pros. «Con una media de unos seis u ocho tripulantes, aunque en el barco había espacio para doce», apunta Rivas.
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«La etapa del Atlántico y Sudamérica fue bastante bien pero en 2020 vino la pandemia y la tripulación tuvo que volver a casa y dejar el barco amarrado en Lima durante casi 20 meses, las embarcaciones sufren mucho cuando están paradas y eso le pasó factura al Pros, porque después de todo ese tiempo después hubo que hacer muchos arreglos», asegura el joven, que terminó en 2018 su Grado de Arquitectura Naval en la Universidad Politécnica de Madrid.
Después reanudó el viaje hacia Ecuador y, en noviembre de 2021, inició la etapa hacia Tahití. «En abril de 2022 la embarcación llegó a Fiyi, donde tuvo que parar tres meses por un problema de motor que arreglaron y volvieron a salir, aunque no fue el único problema, ya que tuvieron que hacer una parada de emergencia en las Islas Salomón, donde el capitán, José Solá, se tiró siete meses», asegura Rivas, que vivía el minuto a minuto de esta aventura marítima antes de unirse a ella a principios de marzo y quien asegura que lo más positivo ha sido tomar el timón del proyecto Pigafetta 2.0. en redes sociales.
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