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El tiempo veraniego marcará las fiestas de San Pedro Regalado en Valladolid
El mercurio permanecerá anclado por encima de los 30 grados, con mínimas de 15, y solo se puede escapar algún chubasco débil
La irrupción de una masa de aire africano, léase muy cálido, está detrás del inuasual veranillo de mediados de mayo que marcará los próximos días y que traerá, incluso, tardes de bochorno con temperaturas, máximas y mínimas, «más propias del mes de julio», según apunta el meteorólogo Jesús Gordaliza, jefe de Predicción de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), quien concreta que lo singular de este episodio de calor será su largo duración, como mínimo, hasta mediados de la semana que viene, aunque los modelos de la agencia van más allá y apuntan, incluso, a que las altas temperaturas, sin apenas lluvias a la vista, podrían prolongarse prácticamente hasta el comienzo del verano meteorológico.
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El mercurio, ya este martes, se situó por encima de los treinta grados, una máxima que se repetirá, hasta rondar casi los 35 (de ser así se superaría un récord histórico que data del 29 de mayo de 2001, cuando se alcanzaron los 34,4 grados), sin solución de continuidad a lo largo de los próximos días, incluidas las fiestas de San Pedro Regalado. Pero más singulares aún serán las mínimas, en este caso más que atípicas, que también permanecerán ancladas en torno a los quince grados durante este episodio, cuya duración prevista inicialmente ronda los diez días. Y son llamativas si se tiene en cuenta que la media habitual de las mínimas para este mes es de 8,5 grados (y de 21,9 en el caso de las máximas).
«Vamos a tener tardes de bochorno y temperaturas por encima de 25 grados en la medianoche»
«Vamos a tener tardes de mucho bochorno, con los cielos encapotados a partir del jueves, sobre todo, y temperaturas que superarán los 25 grados aún en la medianoche, sin que apenas refresquen por la mañana, con mínimas, incluso, superiores a los quince grados en torno a las ocho de la mañana», resume el meteorólogo, quien matiza que en los próximos días, eso sí, podría escaparse algún chubasco débil, puede que «cuatro gotas», durante las tardes. La lluvia, no obstante, apenas «refrescará el ambiente».
Lo preocupante de este episodio, explica Jesús Gordaliza, «no son los picos de temperaturas que se alcancen sino su duración, muy inusual, y sin que se atisben prácticamente lluvias notables en los próximos días». Y esto último llega después de dos meses con superávit de precipitaciones, pero con un déficit hídrico que aún arrastra el año debido a unos meses de enero y febrero muy secos. En lo que va de 2021 se han recogido en la capital 117,7 litros por metro cuadrados, cuando lo habitual para el conjunto de los cinco primeros meses del año son 195,3. En el presente mes han sido solo 0,4 litros los recogidos en un tímido chaparrón, registrado el día 3, cuando lo normal para el conjunto de mayo son 46,4 litros. El mayo más seco de la historia en Valladolid se registró en 2019, con tan solo 4,6 litros por metro cuadrado.
Las previsiones estacionales de la Aemet son poco halagüeñas en este sentido y apuntan a que los próximos tres meses, mayo incluido, serán notablemente más cálidos y más seco de lo habitual en el noroeste de la península. «Aún está por ver, pero los modelos sí apuntan a que el verano podría comenzar prácticamente desde ya, con más de un mes de antelación, en cuanto a las temperaturas, pero aún hay que esperar a ver cómo evoluciona la segunda quincena de mayo», aclara el meteórologo de la Aemet.
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