«Terminé la carrera y no había trabajo, la FP me abre una posibilidad inmediata»

Cuando terminó la carrera le fue imposible encontrar empleo de su área y terminó trabajando en hostelería. Mientras, también estudió saxofón en el Conservatorio. «Hay opciones de empleo, pero tardas más en entrar en el mercado laboral. Son los años de carrera, máster. Quizá plantearte una oposición. La Formación Profesional te abre unas posibilidades más inmediatas», comenta. La inserción laboral, pero también la pasión por lo que hace son los motivo que llevaron a Martínez a enfocar su formación en el Grado Superior de Automoción. «Ya me gustaba el tema de los vehículos. Comencé a cacharrear con un coche de 26 años que tenía y entré aquí», relata.

En el futuro cercano, uno que comenzará cuando se gradúe en 2024, tiene pensado buscar la salida laboral. En concreto quiere buscar empleo en un laboratorio de pruebas de vehículos. «Son sitios donde por ejemplo se hacen las típicas simulaciones de accidentes, se trabaja con motores...», enumera. De cara a comenzar su vida laboral, la alumna está tranquila. «La FP es más técnica, es más especializada. Estudias con las herramientas con las que vas a trabajar», apunta.

Mario Santamaría y Juan Alarcia son viejos amigos desde el colegio. Los dos estudiaron en Laguna de Duero y, una vez terminaron la Educación Secundaria Obligatoria, comenzaron juntos una FP. Ahora tienen 19 y 18 años, respectivamente, y estudian el primer año del Grado Superior de Programación de la producción en fabricación mecánica. A un año de terminar el grado y a escasas semanas de decir adiós al curso, ya han tenido ofertas de trabajo sobre la mesa.

«En cuarto de la ESO recuerdo que nuestra profesora preguntó qué queríamos hacer. Cuando pidió que levantaran la mano quienes querían estudiar una FP solo lo hicimos Mario y yo. Los compañeros nos miraban extrañados», rememora Alarcia. «Terminamos el curso y los dos lo teníamos claro», añade Santamaría, quien no sabía muy bien qué especialidad escoger y se decició a ir con su amigo. «No sabía muy bien cómo iba a ser el curso, pero era entretenido y le cogí el gusto», matiza.

«Lo más importante es hacer algo que te guste, yo entré sabiendo que era lo mío», apunta Alarcia. Su compañero destaca de estudiar una FP la importancia de lo práctico frente a lo teórico. «Lo que más me gusta es que te enseñan lo que luego vas a usar en las empresas. Son cursos muy especializados», apunta Santamaría. Los dos tienen las ideas muy claras, también sobre su futuro. Por el momento, ya han recibido ofertas de trabajo y no están preocupados por lo que pase de aquí a un año, cuando se graduarán. «Si quieres salir con empleo puedes hacerlo. Hay mucha inserción, si no trabajas es porque no quieres», apuntan los dos. Santamaría, además, mira más allá. Su intención es trabajar durante unos años y después comenzar otro grado que le permita ser profesor. «Primero quiero estar en una empresa para saber lo que hay y ser capaz de explicarlo bien a los alumnos», finaliza.