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Infografía del futuro emplazamiento de la arquería del convento de La Merced en la plaza de San Juan. Cuadrante

Valladolid

El rescate del claustro del desaparecido convento de La Merced arranca con vistas a su regreso a San Juan en 2026

El Ayuntamiento firma el inicio de las obras para recuperar los arcos perdidos del siglo XVII de una finca en ruinas al borde de Simancas

J. Sanz

Valladolid

Domingo, 5 de octubre 2025, 14:46

Todo comenzó de forma casual en 2016, cuando se localizaron y dataron los restos de un claustro que la historia, y el urbanismo salvaje, borró ... de la faz de la capital a lo largo del siglo XX hasta no dejar más vestigio de su existencia que el nombre una calle, la de La Merced, que recuerda que allí estuvo erigido un convento bajo dicha advocación (la de Nuestra Señora de La Merced), construido entre 1621 y 1629, cuyos restos se perdieron hasta que los arcos de uno de sus claustros se encontraron insertados, a modo de porche, en una casona abandonada de una finca agrícola situada en el límite exacto entre la capital y Simancas. Comenzaba entonces un largo peregrinaje administrativo para poner en marcha una completa operación de rescate para recuperar, y rescatar del olvido, este vestigio centenario que ahora, por fin, está a punto de ver la luz.

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El Ayuntamiento, en este sentido, acaba de firmar el «inicio (formal) de las obras para trasladar los restos de la arquería del siglo XVII a la plaza de San Juan», según ha confirmado el arquitecto municipal Óscar Burón en un mensaje publicado a través de sus redes sociales, en el que concreta que el 25 de septiembre, cuando se rubricó su comienzo, el reloj comenzó a correr para fijar un plazo de ocho meses para limpiar y desmontar, en primer lugar, la arquería para después, en una segunda fase, volver a montar las centenarias piedras, que incluyen un blasón de la orden religiosa catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC), en una esquina habilitada para ello de la plaza de San Juan.

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Después

Estado actual de la plaza de San Juan, en la esquina que mira a las calles Reyes y Don Sanchos, y recreación del emplazamiento con la arquería del convento de La Merced. J. S. y Cuadrante

¿Cuándo estará listo el claustro? Pues el propio funcionario de Urbanismo apunta a que el desmontaje, que aún no ha comenzado sobre el terreno, pero que está en vísperas de hacerlo, se prolongará hasta comienzos del año que viene para después, en torno a finales de enero o principios de febrero, iniciar su reconstrucción en el picón de la plaza, recién peatonalizada, que mira a Don Sancho. «Estos increíbles restos clasicistas volverán a su lugar de origen recuperando su disposición claustral y sus proporciones originales para que el barrio de San Juan recupere su identidad histórica devolviéndole parte de su patrimonio perdido», concreta Burón.

Allí, tal y como muestra una infografía inédita hasta la fecha elaborada por los arquitectos que dirigen la operación (el estudio burgalés Cuadrante), los nueve arcos (cinco de un lado y cuatro del otro) y la esquina del antiguo claustro del convento, la que luce el citado blasón, se colocarán en torno a una bancada y unas mesas de juego, cinco de ellos darán al lateral recién peatonalizada de la calle Reyes y los otros cuatro hacia el lado de la calzada de la que parte Don Sancho.

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Estado actual de la arquería en la casona de la finca de Los Quemadillos. J. Sanz

De manera que en este espacio, ganado el pasado verano para el tránsito peatonal -se adoquinó y se cerró al paso de vehículos la salida de Reyes a Don Sancho-, se abrirá una suerte de rinconcito histórico, a la sombra de los castaños de la plaza, que lucirá una placa recordando la existencia de un monumental convento del siglo XVII (desamortizada en el siglo XIX), cuyo claustro se encontraba en sus inmediaciones y que se conservó en el desaparecido patio del colegio San José, al otro lado de la calle Maldonado, en el que posteriormente se levantaron los actuales bloques de viviendas que dan también a Don Sancho. La arcada en cuestión fue, al parecer, desmontada en 1942.

Avatares urbanísticos

Los sorprendentes avatares urbanísticos del siglo XX llevaron una parte de la arquería de uno de los claustros a una casona de una finca agrícola, denominada de Los Quemadillos, en la que se adosó este rinconcito histórico. Y allí, cerca del Camino Viejo de Simancas, en el camino de Las Berzosas, a trece kilómetros de su emplazamiento original, fue localizada por Urbanismo en 2016.

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Y allí, en la casa abandonada desde hace un cuarto de siglo, languidecían los restos del claustro hasta su localización y hasta que su actual propietario compró la finca y rubricó con el Consistorio la cesión gratuita del vestigio del convento. El resto de la casa, que carece de catalogación, será demolido para levantar una de nueva planta.

Su desmontaje y trasladó no será sencillo. Primero se rodeará el conjunto de andamios, después de limpiará y consolidará para luego serrar a mano las juntas de mortero de las piedras de sus nueve arcos, nueve columnas jónicas y su blasón, que serán numeradas y embaladas una a una para trasladarlas a un almacén, donde se rematarán las labores de restauración antes de ser llevadas para su montaje definitivo en la plaza de San Juan. Esto último será una realidad, si no surgen contratiempos, antes del verano de 2026.

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