Renault inaugura Refactory Valladolid para «dar una nueva vida» a 3.000 coches usados al año

El objetivo es ofrecer a los clientes automóviles de ocasión de calidad 'premium' procedentes de flotas de empresas. Para ello se aplica «un modelo sostenible basado en la economía circular», según ha detallado Josep Maria Recasens, presidente director general de la compañía en nuestro país, lo que en la práctica implica que son sometidos a una revisión a fondo. En concreto, se examinan 150 puntos de control, de modo que salgan a la venta en los concesionarios con todas las garantías.

La firma ha bautizado este proceso como Retrofit y hace hincapié en que se trata de una puesta a punto «exhaustiva», que además es «acorde a las nuevas tecnologías y regulaciones». Comienza con «un lavado ultraeficiente que consume solo tres litros de agua», continúa con un peritaje que incluye el escaneado de las huellas de los neumáticos «para diagnosticar y corregir la alineación si fuera necesario» y permite hacer las reparaciones que sean precisas en «instalaciones de última generación, que incluyen cabinas de pintura eléctricas de bajo consumo». La culminación es una limpieza final y «un detallado reportaje fotográfico».

Refactory Valladolid sigue la estela de la factoría de Sevilla, que estrenó este proyecto innovador en diciembre de 2022, y lo complementa «optimizando la logística y reduciendo las emisiones asociadas al transporte de vehículos». Entre las dos tienen capacidad para sacar al mercado 6.000 unidades al año de las marcas Renault, Dacia y Alpine. A esto se suma la aportación de los ingenieros del Centro de I+D+i de la capital, que han desarrollado una herramienta basada en Inteligencia Artificial en colaboración con Chorus para mejorar «el control de los vehículos y automatizar su seguimiento con una mínima intervención humana». Se trata de Dalai (Data and Logistics Using AI, por su nombre en inglés), que se ha usado por primera vez en una industria.

Esta fórmula tiene como aliciente la agilidad, puesto que el reacondicionamiento –por el que ya han pasado 1.756 turismos– se realiza «en un plazo máximo de dos semanas», según asegura Renault. Junto a esto, la compañía garantiza «el uso de piezas originales», así como «el cumplimiento del programa de mantenimiento del constructor y la superación de rigurosos controles de calidad». Es la llamada Certificación Refactory, que se plasma en un distintivo de vinilo verde y un libro electrónico donde se documenta cada paso que se ha dado, así como en «un sistema de seguimiento digital» que permite conocer en tiempo real el estado y la fase en la que se encuentra cada utilitario.

Una adaptación a los nuevos tiempos de un sector que «nunca antes ha tenido que hacer frente a tantos retos de forma simultánea: descarbonización, digitalización, transformación tecnológica y de la fuerza laboral, regulación», ha enumerado Josep Maria Recasens, que ha señalado que la automoción «es responsable de un consumo muy alto de materias primas», que ha cuantificado en el 85% del paladio o el rodio que existe en el planeta o el 8% del cobre. Al hilo de esto, ha recordado que los motores de combustión e híbridos han sido hasta ahora «el territorio clásico de juego» de los fabricantes europeos, estadounidenses, coreanos y japoneses, frente a una «tecnología emergente eléctrica dominada por nuevos actores», en referencia a China.

En este contexto, el presidente director general de Renault España ha incidido en que «en 2021 en Europa hemos sido capaces de conseguir un 8% de mix de vehículo eléctrico y este 2025 probablemente terminaremos con alrededor del 18%-19%. En cinco años, quince puntos», pero en todo caso muy lejos de la meta que impone la UE. «Para cumplir la ley», ha dicho, «matemáticamente el sector tiene que matricular uno de cada dos coches eléctricos en 2030», lo que implicará más cobalto, litio o níquel, recursos «escasos» a los que las multinacionales occidentales tienen difícil acceder porque están controlados por el gigante asiático. Pese a ello, «Europa nos está bombardeando día a día, mes a mes, año a año, con nuevas introducciones reglamentarias», y ha puesto como ejemplo que «en 2031 el 95% de las piezas componentes tienen que ser reciclables».

De ahí que el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, haya abogado por una «transición justa y equilibrada» que no ponga en riesgo la actividad. «Castilla y León somos automoción, estamos con este sector, estamos con las empresas, estamos con Renault por supuesto y estamos con los trabajadores. Vamos de vuestra mano en esa postura común para insistir en que la nueva movilidad tiene que ser justa, flexible, adaptada al mercado y sobre todo tiene que garantizar la viabilidad de los proyectos industriales, la competitividad y el empleo», ha sentenciado. En este sentido, ha puesto en valor que el automóvil es el responsable de más de 40.000 puestos de trabajo en la comunidad y del 25% del PIB industrial.

En la misma línea se ha expresado el alcalde, Jesús Julio Carnero, que ha insistido en la necesidad de «una transición ordenada, inteligente y planificada» y ha agradecido «el matrimonio» que une desde 1951 a la marca del rombo con Valladolid, porque «nos ha permitido crecer, ser más ciudad, ser más justos, ser más iguales, tener más progreso económico». Una alianza a la que también se ha referido José Martín Vega, que ha destacado asimismo que la fábrica de Palencia data de 1978 y Carrocería celebra 60 años en 2025. Las ha definido como las «tres hermanas mayores» de Refactory, de las que ha dicho que «no por ser tan viejas tienen un corazón viejo». «Tienen un latido potente y siguen siendo tan jóvenes como cuando se crearon», ha apostillado.