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Regalos de Reyes que transforman vidasLa agrupación vecinal 'Entre todos ayudamos' lo ha vuelto a hacer. Por noveno año consecutivo, los voluntarios del barrio de La Victoria en Valladolid han ... logrado convertir la jornada previa a la cabalgata de Reyes en un día inolvidable para muchos niños desfavorecidos y sus familias.
La parroquia de San Vicente de Paul fue de nuevo el epicentro de esta mágica celebración. En esta ocasión, 147 niños de 114 familias en riesgo de exclusión recibieron cerca de 1.000 regalos, gracias al esfuerzo incansable de los voluntarios y al apoyo de numerosas entidades, colegios, asociaciones y particulares. Durante semanas, los integrantes de la agrupación trabajaron sin descanso para recoger, desinfectar, clasificar y empaquetar juguetes nuevos y usados.
«Cada año nos enfrentamos a nuevos desafíos. Este año hemos notado que las donaciones han bajado porque muchos vallisoletanos se han volcado con los damnificados por la DANA de Valencia y a nosotros nos han dado menos juguetes. Algunas empresas que tenían sus envíos preparados para la Comunidad Valenciana, nos han llamado a última hora para hacernos a nosotros la entrega ya que en Valencia se han visto desbordados y no reciben más», cuenta Diego Reglero, presidente de 'Entre todos ayudamos'.
«También hemos notado que la mayoría de las donaciones eran para niños muy pequeños y nos ha tocado comprar juguetes para los más mayores, de entre 10 y 12 años, porque apenas teníamos nada para ellos. Aún así, con todas las dificultades, estamos muy satisfechos de poder seguir llevando la alegría a muchas casas de Valladolid», añadió.
El evento comenzó a media tarde con la llegada de sus Majestades los Reyes Magos, quienes fueron recibidos con gran entusiasmo por parte de niños y grandes. Melchor, Gaspar y Baltasar, junto con un ejército de pajes voluntarios, se encargaron de entregar personalmente los regalos a los pequeños, quienes no podían contener su alegría. Para acompañar la jornada, no faltaron el roscón de reyes, el chocolate caliente y la música navideña.
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«Cada niño se ha llevado varios regalos acordes a su edad y preferencias. Ver la ilusión en sus ojos es nuestra mayor recompensa», explicó Reglero, quien también destacó que las familias beneficiadas fueron derivadas por el Banco de Alimentos y los CEAS de Valladolid y otros municipios cercanos, asegurando que la ayuda llega a quienes más la necesitan. Todas las familias inscritas debieron presentar documentación que acreditara su situación de vulnerabilidad, un proceso estricto que garantiza la transparencia y efectividad de la iniciativa. A todos les pedimos el certificado de empadronamiento colectivo y el requisito es que sus ingresos sean inferiores a los 1.200 euros. También tenemos en cuenta cuanto pagan de alquiler y suministros. Somos exhaustivos con la documentación. No queremos que nadie se quede fuera de esta ayuda», confirma Diego Reglero.
Para los voluntarios de esta agrupación vecinal, esta pequeña cabalgata solidaria es un momento mágico que requiere de un gran esfuerzo. Este año, Reglero y su equipo también han percibido una notable disminución en la demanda de juguetes. En enero de 2023 entregaron 4.000 juguetes a cerca de 500 niños desfavorecidos de 290 familias. En 2024, fueron 3.000 los juguetes que se repartieron entre 311 niños de familias con ingresos inferiores a 1.100 euros mensuales. «Este año la demanda ha sido menor. Muchas familias nos han comunicado que su situación ha mejorado, que ya tienen trabajo y eso nos alegra muchísimo», señaló Reglero, que es un firme convencido de que la solidaridad y el esfuerzo colectivo pueden hacer del mundo un lugar mejor.
En el salón parroquial se vivieron momentos realmente emocionantes. Padres e hijos disfrutaron a lo grande conversando con los Reyes Magos. Entre las familias beneficiadas estaba la de Margaret Hidalgo, una venezolana que acaba de llegar a España y que acudió con sus dos niños de 10 y 7 años a por unos regalos con los que alegrar estas fiestas. «Llegamos a Valladolid el 12 de noviembre y en cuanto nos hablaron de esta asociación contactamos con los voluntarios. El trato ha sido exquisito y nos han ayudado muchísimo. Estamos sin trabajo y en el proceso de solicitar el permiso. Ver a nuestros hijos así de contentos con sus juguetes nos llena de alegría. Queremos que tengan una infancia feliz y estos regalos son una grandísima ayuda mientras nuestra situación mejora», comenta esta madre de familia.
Su compatriota, Amós Rojas, también acudió con su hijo pequeño de 10 años. Además, tiene otras dos hijas ya mayores, de 16 y 17 años. «Actualmente no tengo trabajo. Estoy estudiando Educación Secundaria para adultos. Ésta me parece una iniciativa maravillosa que permite que familias que están en una situación complicada como la que yo tengo, podamos tener algún juguete para nuestros niños. Estoy realmente agradecido», concluyó emocionado este padre.
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