Puente ofrecerá a Toma la Palabra menos poder en la gestión municipal de Valladolid

Desde que el pasado domingo terminó el recuento electoral y hasta este miércoles –más de 48 horas después– han sido solo encuentros informales, actos públicos a los que han acudido juntos concejales del PSOE y de Toma la Palabra (como el homenaje a los jugadores del VRAC o la inauguración ayer de la exposición en el Museo de Escultura). Pero solo eso. Ninguna reunión reglada. Ninguna conversación. Hasta ahora.

El salón de Alcaldía acoge esta mañana la reunión semanal de la Junta de Gobierno y en esa mesa se sentarán Óscar Puente y sus concejales, junto a Manuel Saravia y los de Toma la Palabra. Será la primera cita en la que coincidirán después de la noche electoral. Y junto al trámite ordinario (hay prevista la concesión de licencias urbanísticas, la convocatoria de becas y el anuncio de medidas para la promoción del empleo), seguramente haya también palabras –al menos para concertar un encuentro– que pongan sobre la mesa el inicio de conversaciones para fraguar una nueva alianza de cara al próximo mandato.

El alcalde, Óscar Puente (reforzado en las urnas con tres concejales más), ya ha anunciado que su primera opción para gobernar es apoyarse en los tres concejales de Toma la Palabra (juntos sumarían 14 asientos en el salón de plenos, mayoría absoluta). Esa es, ha dicho Puente, su intención:reeditar el pacto con la formación de Manuel Saravia (que ha perdido un concejal, de cuatro a tres, respecto a las últimas municipales). Pero también ha dicho que habrá «cosas que cambien» y que en la medida en que Toma la Palabra comprenda sus planteamientos «será más fácil entenderse».

La intención de Puente es «hacer valer» ese avance de votos del PSOE y reducir la cuota de poder que Toma la Palabra ha tenido en el gobierno durante los últimos cuatro años. ¿Cómo? El alcalde ya ha anunciado que tiene previsto incrementar el número de áreas municipales, de concejales con responsabilidad. En la actualidad son ocho. Bajo la batuta del PSOE están Hacienda y Promoción Económica, Servicios Sociales, Educación e Igualdad, Seguridad y Movilidad, y Cultura y Turismo. En manos de ediles de Toma la Palabra se encuentran tres: Urbanismo, Juventud y Deportes, y Medio Ambiente. Puente quiere modificar el porcentaje del reparto de poder en la gestión municipal. Si el PSOE ha crecido en votos y Toma la Palabra no es la llave para el Gobierno (como hace cuatro años) eso se tiene que notar en la composición del Gobierno municipal.

De entrada, Puente ha defendido que, «por una cuestión de eficacia y para mejorar la gestión», planteará una ampliación de las áreas municipales. Ya ha dicho –en entrevistas con El Norte– que hay concejalías con exceso de competencias en las que, en ocasiones, «no se da abasto». En público ha hablado de Juventud, Deportes yParticipación Ciudadana. O de Urbanismo (con licencias, planeamiento, vivienda). Ode Hacienda, Promoción Económica y Función Pública. El regidor asegura que aún tiene que perfilar el diseño del nuevo Gobierno, pero está claro que desdoblará esas áreas e incrementará el número de concejales con responsabilidad. Y ese aumento llegará de la mano del PSOE, que asumirá más competencias, con lo que se recortará así el papel de Toma la Palabra.

Desde la formación liderada por Manuel Saravia han mostrado públicamente su intención de colaborar en el Gobierno:«Vamos a trabajar hasta la investidura en asegurar que el cambio iniciado hace cuatro años pueda ser consolidado en los cuatro siguientes». Pero no ven con buenos ojos las intenciones de Puente de diluir su papel, el de Toma la Palabra, con un incremento de áreas. «En cuanto a la posible estructura del nuevo gobierno, creemos que esa cuestión vendría después. Pero entendemos que no puede ser una macroestructura que se desborde en recursos públicos, personal o dinero. Simplemente por querer abarcar a todos los concejales posibles», aseguran desde las filas de Saravia.

Eso sí, recuerdan que en la reunión para acordar la futura colaboración «comenzaremos a hablar poniendo por delante los intereses de la ciudad y propuestas concretas (cuestiones programáticas)y después, veremos en qué lugar podemos ser más útiles». Añaden, además, que esta decisión se tomará «tras la consulta con el censo» del partido,«compuesto por más de 1.700 personas».

Junto a este reajuste  de las fuerzas en el Gobierno, Puente apunta además a la necesidad de «ganar en celeridad en resolver los problemas de los vecinos, desde la concesión de una licencia, al arreglo de un banco o la limpieza de los excrementos de paloma». Puente, y así lo dijo este lunes en El Norte, quiere además agilizar la resolución de obras e inversiones en marcha, como la Plaza Mayor o el remate del paso bajo las vías en Rafael Cano. Sabe el alcalde que, en esta ocasión, puede hacer valer esa fortaleza que le han dado las urnas, ya que no necesita de forma obligada apoyarse en Toma la Palabra. También podría pactar con los tres ediles de Ciudadanos, aunque este lunes dijo que no es una opción que entre dentro de sus planes: «No sé qué nos podría aportar una coalición» con la formación naranja. E incluso, asegura que podría gobernar en solitario, con acuerdos en cuestiones específicas. Este miércoles, en la Junta de Gobierno, Puente se reunirá con todos los concejales que actualmente tienen responsabilidad en el Consistorio. Será el primer paso de las negociaciones para armar un equipo de cara al próximo mandato.