Un trabajador extiende el firme antideslizante en la acera del lateral izquierda del Puente Mayor, en la que ya colocaron días atrás las farolas y la valla protectora. J. SANZ

El Puente Mayor de Valladolid estrena un nuevo firme antideslizante

La primera fase de las obras llega a la recta final en paralelo a la reapertura ayer de las calles San Quirce y Puente Mayor

J. Sanz

Valladolid

Martes, 24 de julio 2018, 08:15

El panorama va poco a poco despejándose en el entorno del Puente Mayor después de quince días en los que han coincidido las obras de rehabilitación del paso (su finalización está prevista para el 10 de octubre), el asfaltado de la calle San Quirce (ya concluido, aunque aún faltan por pintar hoy las últimas marcas viales), el final de la eterna reforma del vial de la plaza de la Trinidad y su prolongación por la calle Puente Mayor (abierto a primera hora de la mañana de ayer) y la renovación del firme peatonal del lateral de la plaza de la Trinidad más próximo a la calzada, entre los árboles (aún en obras). Las tres últimas intervenciones están prácticamente rematadas, o lo estarán hoy mismo, mientras que la reforma del puente más antiguo de la ciudad (siglo XI), que por ahora se centra en la margen izquierda del tablero, afronta ya la recta final de esta primera fase. «En una o dos semanas a lo sumo estará concluido el lateral izquierdo y comenzarán los trabajos en el derecho», que pasará a estar cortado al tráfico durante los meses siguientes, según apuntaron ayer fuentes de la empresa que está llevando a cabo los trabajos desde el pasado 15 de mayo.

Publicidad

Los operarios comenzaron ayer a extender el nuevo firme antideslizante en la acera izquierda del puente, una suerte de compuesto de color arena, en el que se mezclan «piedras trituradas y resina», similar al existente en la plaza de la Trinidad, que se está renovando estos días, y al que está previsto instalar en los caminos de paso cuando se lleve a cabo la reforma prevista, y presupuestada ya, de la plaza del Caño Argales a finales de este mismo año.

Pero será el Puente Mayor el primero en estrenar a lo largo de todo el tablero (también se extenderá en la de la derecha en la segunda fase) este firme rugoso destinado a evitar resbalones en sendas aceras, que ganan, además, en anchura para pasar a tener 2,71 metros, frente a los 2 actuales. Eso además de contar ya, por ahora en el lateral izquierdo, de una valla de protección mucho más alta que la anterior (similar a la barandilla) para separar el bordillo de la calzada, que mantendrá los dos carriles de vehículos ligeramente más estrechos (de 2,90 metros cada uno).

Valla de protección

De manera que los peatones estrenarán en los próximos días, cuando se abra el lateral izquierdo del puente para cerrar el derecho, una acera más ancha, con un suelo antideslizante y una valla protectora para evitar accidentes. Eso además de una veintena de farolas (el doble que en la actualidad), con otros tantos puntos de luz, para hacer más luminoso y seguro el paso para los viandantes, el objetivo principal de una reforma en la que se van a invertir 374.686 euros.

«La idea es rematar primero un lateral (el izquierdo) y luego el otro para asfaltar finalmente la calzada en una última fase», apuntaron las fuentes consultadas. De manera que siempre permanecerá abierto un carril para vehículos y una de las aceras durante la duración de las obras.

Publicidad

Tareas de pintado del paso sobre el nuevo asfalto. J. S.

Los conductores que hasta ahora se han visto obligados a dar un rodeo para llegar al puente desde el paseo de Isabel la Católica, donde está prohibido (y así lo estará hasta octubre) continuar la marcha a partir del cruce con San Quirce, tienen más fácil evitar el corte desde primera hora de la mañana de ayer, cuando concluyeron las labores de asfaltado de la propia calle San Quirce y reabrió por fin la calle Puente Mayor, que desemboca directamente en la plaza de San Nicolás desde la de la Trinidad y que puede ser utilizada ya como ruta alternativa para llegar al puente sin dar la vuelta, como ocurría hasta ahora, por Cardenal Torquemada, Rondilla de Santa Teresa y Mirabel hasta San Nicolás.

A falta del ciclocarril

Los trabajos de asfaltado de San Quirce se llevaron a cabo de madrugada y desde primera hora se llevaron a cabo las labores para pintar las marcas viales (pasos de cebra, estacionamientos...), lo que obligó a cortar provisionalmente un carril alternativo y generó algunos atascos en las horas punta. Hoy se dibujarán las marcas del ciclocarril y la calle recuperará la normalidad para asumir la circulación de Isabel la Católica. Los conductores, eso sí, se encontrarán con uno de los nueve avisadores de velocidad instalados este mes en la ciudad (a continuación de la plaza de la Trinidad).

Publicidad

No tendrán que llegar al panel informativo (no multa) los conductores que tomen el desvío por la calle Puente Mayor como vía alternativa.

Una vía peatonal que prolonga la plaza de la Trinidad

Los trabajos de remodelación del vial que discurre por la plaza de la Trinidad y su prolongación por la calle PuenteMayor, que fue reabierto ayer a la circulación después de meses de obras (la finalización estaba prevista para el 30 de junio), incluyeron también la peatonalización de la calle Isidro Polo, una pequeña vía que una la citada plaza con la calle Imperial, por la que ahora solo pueden circular los residentes con plaza de garaje en sus viviendas. El firme de esta vía es adoquinado, al igual que las aceras de la remozada calle Puente Mayor, que se han ampliado ligeramente, especialmente en la prolongación de la plaza hacia Isidro Polo, donde se ha dibujado un nuevo paso de cebra.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

3€ primer mes

Publicidad