Villarmentero reclama con una sentada badenes en su travesía
Los vecinos cortaron este domingo el tráfico durante quince minutos para pedir una solución «definitiva» para que los coches respeten la velocidad de 50 kilómetros por hora
sofía fernández
Domingo, 13 de septiembre 2020, 20:49
Llevan más de diez años reclamando mejoras en la seguridad vial de la travesía que recorre el pueblo, pero los vecinos de Villarmentero de Esgueva no tiran la toalla y se mantienen unidos. De hecho, este domingo por la mañana volvieron a manifestarse –por tercera vez este año– para que las instituciones les «escuchen» y les proporcionen una solución «definitiva» para que los 5.000 vehículos que a diario transitan por la VA-140 respeten la velocidad marcada de cincuenta kilómetros por hora. Sobre la teoría así debería ser, pero según denuncian los vecinos, en la práctica la realidad es otra: coches que superan los ochenta kilómetros por hora y con un paso de cebra y una señalización que «muy pocos» respetan.
«Se han solicitado medios para que los vehículos reduzcan la velocidad a su paso por Villarmentero. Entendemos que la solución más lógica es la instalación de badenes, como sucede en otros pueblos de la zona como son Amusquillo, Fombellida o Torre de Esgueva», afirmó el alcalde, Antonio Morelle, al tiempo que aseguró no entender «por qué nosotros no tenemos esta opción». «Es una falta de respeto la velocidad que llevan los coches para la gente que vive aquí y me consta que en pueblos como Villanueva de los Infantes o Piña de Esgueva la situación es parecida. Deberíamos unirnos todos», argumentó el regidor.
Hace ahora dos años, mantuvieron una entrevista con uno de los técnicos de la Consejería de Fomento de la Junta y se llegó al acuerdo de la colocación señales luminosas y un paso de cebra, medidas que, a su juicio, son «insuficientes». «La realidad es que apenas se respetan estas medidas y ha llegado el momento de implantar barreras físicas como son los badenes o un radar, aunque tampoco queremos castigar a nadie, simplemente que la seguridad en las calles del pueblo quede garantizada, porque el día que algún coche pierda el control podemos lamentarnos para siempre», lamentó Morelle.
Con lemas y pancartas
Aunque son menos que en agosto, momento en el que prácticamente todo el pueblo se echó a la calle, siguen con la misma fuerza para conseguir su objetivo. Este domingo pararon el tráfico durante quince minutos para lograr una solución que no sea la de «esperar a que mejore el civismo de los conductores». «No queremos perjudicar a los que pasan por aquí con estos llamamientos, pero vamos a seguir, porque no ha habido respuesta ni telefónica ni escrita de que esto vaya a cambiar. Tan solo una entrevista que mantuve hace tiempo con el Jefe de Servicio Territorial de Fomento, pero estamos en bucle sin encontrar solución», señaló.
De esta forma, ayuntamiento y vecinos se unieron de nuevo para lograr su objetivo con lemas, pancartas y, sobre todo, con las mismas ganas de hace más de una década. Todo, mejorar la seguridad de este pequeño municipio vallisoletano.