Valladolid
Treinta años de la banda de música de Pollos: «Seguimos siendo una familia»La agrupación prepara un concierto en el Auditorio Miguel Delibes para festejar este aniversario, en el que, además, se homenajeará a Julio Seco, su primer director, fallecido recientemente
Raúl R. Méndez
Lunes, 14 de julio 2025, 20:12
La histórica banda de música San Nicolás de Pollos, municipio de unos 550 habitantes a catorce kilómetros de distancia de Tordesillas, cumple treinta años en ... este 2025. Y para festejarlo han elegido un escenario que no podría ser más propicio: el Auditorio Miguel Delibes de la capital, el próximo 22 de noviembre, con los suyos, con su música y con su «particular manera de entenderla», tal y como explica Juan Alonso, uno de los integrantes de la agrupación.
La treintena de instrumentistas que la componen -flautistas, saxofonistas, trombones, tubas, baterías, entre otros- planean celebrar un concierto a gran escala, de entre hora y media y dos horas de duración, que combine música característica de los pueblos, en especial la del suyo, con partituras que describen algo más «arriesgadas» o «diferentes», como bandas sonoras o incluso pasodobles. Música, en definitiva, para todos los gustos.
Aunque en palabras de Rocío González, presidenta de la banda San Nicolás, el concierto en el Delibes también tendrá un fuerte componente de luto y despedida para honrar la figura de Julio Seco, primer director de la agrupación musical, que estuvo presente en sus orígenes, desde el principio, y que falleció recientemente. «Queremos que el concierto en el Delibes sea también un homenaje a Julio, a su figura, dándole las gracias por su trabajo todos estos años al frente, batuta en mano. Por eso hemos invitado al auditorio a toda su familia, a modo de gesto. La noticia nos dejó a todos helados. Muchos le conocíamos de toda la vida. En mi caso, desde que tenía tan solo siete años», lamenta.
El otro objetivo es celebrar los treinta años de la asociación musical, que nació en 1995 en Pollos con la Asociación de Padres y Madres (AMPA) del colegio como principal impulsora, contando también, como recuerda Juan Antonio, con la «aprobación» del entonces alcalde de la localidad, Benedicto Alonso.
Personas jóvenes
En la banda de San Nicolás también hay espacio para la coincidencia de distintos grupos de edades. Juan Antonio Alonso, que entró a formar parte de este colectivo en 1995, describe la convivencia con las personas más jóvenes de la orquesta como una muy normalizada y habitual en el día a día de San Nicolás. «En la banda tocan incluso menores de edad como Marcos Sánchez, que tiene tan solo 10 años», comenta.
«Algún que otro padre que deja a sus hijos se atreve con algún instrumento, prueba, le gusta y termina por unirse»
Juan Antonio Alonso
Integrante veterano de la banda San Nicolás de Pollos
Sobre el éxodo de personas jóvenes, que se ven obligadas a abandonar su localidad natal normalmente para cursar estudios, Juan Antonio asegura que la vinculación sentimental con la banda es tanta que normalmente no suelen renunciar del todo a la orquesta de su pueblo. «Es cierto que, a partir de cierta edad, se les empieza a ver algo menos por aquí. Y es en cierto modo normal. Anteponen, como es lógico, sus estudios a la banda. Pero jamás se marchan del todo, sino que tratan de acudir a algún ensayo, quizá a la mitad: dos de los cuatro que solemos hacer mensualmente».
«La banda tiene aún un ambiente muy familiar y cercano. Seguimos siendo una familia. Todo el mundo que viene se termina quedando. Algún que otro padre, también. Dejan a sus hijos, se atreven con algún instrumento, prueban, les gusta y terminan por unirse. Aunque el pueblo tristemente no da para mucho más. Están empadronadas alrededor de 550 personas, que son las que viven aquí, y la población está muy envejecida. Un 70 u 80% de la población ya es mayor de 65 años», comenta Juan Antonio, visiblemente entristecido por el envejecimiento demográfico de Pollos.
Altibajos
San Nicolás no ha sido inmune a ciertos momentos de debilidad a lo largo de su trayectoria en la música. Por ejemplo, no hace muchos años desde que explotara una crisis que lastró el número de integrantes hasta los quince o dieciséis. «Aquí participa gente con mucho talento musical, pero al final cada uno termina barriendo para su casa y se marchan, por ejemplo, a las charangas, que mueve mucho más dinero. Yo lo entiendo. No es lo mismo estar aquí, en San Nicolás, que ganando más dinero en las charangas. Así funcionan las cosas», explica Juan Antonio sobre la marcha de algunos músicos.
«Estamos reconocidos legalmente como asociación sin ánimo de lucro, con todas las implicaciones que ello conlleva. Sin embargo, contamos con subvención por parte de la Diputación de Valladolid, que nos ayuda a financiar los costes de la banda, aunque luego tengamos que justificarlos aportando un proyecto de gastos. La situación es similar con el Ayuntamiento de Pollos, que está muy volcado con nuestra actividad y también nos ayuda económicamente», relata Juan Antonio acerca de la situación legal de la banda.
«Es importante cooperar con otras bandas»
Juan Antonio Alonso
Integrante veterano de la banda San Nicolás de Pollos
También los recuerdos más bonitos y sentimentales de San Nicolás afloran en la piel de Juan. En la orquesta desde su nacimiento, recuerda con alegría, por ejemplo, el recibimiento que se le hiciera a Diego Cebrián, actual director, o el concierto en San Sebastián como algunos «grandes hitos» de su camino en la música.
De tanto en cuando, la banda de Pollos también coopera con la de Arroyo de la Encomienda con el objetivo de apoyarse mutuamente. Recientemente, en un concierto conjunto que les ha hecho despegar con destino a Alemania. «Ambas agrupaciones nos movemos en la misma sintonía. Las dos tocamos música. Es importante entendernos, nutrirnos y sacar partido de lo que hacen otras bandas. Normalmente, colaborando con ellas», puntualiza Juan.
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