Valladolid

Scooter Run Ribera del Duero se consolida como un referente en su ámbito

En esta ocasión, y por primera vez en la historia de este tipo de citas, coincidieron en la localidad del Duratón el presidente del Club Lambretta España, Félix Domínguez; y el presidente del Vespa Club de España, Alfonso Murciego, lo que supone un gran reconocimiento a esta scooterada, una de las más atrayentes e importantes del panorama nacional.

Con las plazas disponibles copadas, en esta ocasión se han inscrito 150 motos y 200 personas, un nuevo éxito de participación y de gran ambiente, compartido con los vecinos, pues algunas de las actividades desarrolladas han tenido lugar en el centro del pueblo, abiertas al disfrute de todo el mundo.

Observar la amplia gama de motocicletas desembarcadas en Peñafiel ya ha supuesto un disfrute y un espectáculo en sí. Aparcadas o circulando por la localidad, ni este año ni los anteriores han dejado indiferente a nadie.

Los inscritos e inscritas han llegado de puntos muy distintos y distantes del país, como del País Vasco, Andalucía, Cataluña, Madrid, Valencia o Murcia, por citar unos ejemplos. Asimismo, la edición de este 2024 ha contado con inscripciones internacionales, como algún motero inglés, belga e incluso un colombiano, el cual estaba pasando unos días en Madrid y quien, sin pensárselo dos veces, cuando le prestaron una Lambretta se puso en ruta en dirección a tierras vallisoletanas. Anderson Cañón -Andi-, de Bogotá, además de pertenecer a un club de su país también es miembro del Club Lambretta España, y con el cual va a participar en la Euro Lambretta 2024.

El colombiano, de su paso por Peñafiel ha destacado «la muy buena organización y el recibimiento que me han dado, con mucho cariño, además de ser un lugar hermoso del que desconocía que tuviese tanta movida. Encantadísimo».

Por su parte, el presidente del Club Lambretta España, Félix Domínguez, ha resaltado de la Scooter Run Ribera del Duero, en la que ha sido su primera participación, que «me ha gustado mucho; lo que disfruto de estas concentraciones es el evento en sí, y, sobre todo, el viaje en Lambretta, en mi caso desde Gijón, 350 kilómetros. Encantado», coincidía el asturiano con el colombiano a la hora de sintetizar su estancia en la cuna de la Ribera.

Un gran fin de semana vivido intensamente entre míticas motos, aderezado con buena música, buen lechazo y, por supuesto, con vino de la Ribera del Duero.