San Pedro de Latarce pone en valor el comercio de proximidad y la cultura ecológica
La localidad celebró con gran éxito de participación la novena Jornada del Cardillo con talleres, degustación, conferencias y música
Vecinos y visitantes de la localidad vallisoletana de San Pedro de Latarce celebraron el sábado su tradicional Jornada del Cardillo, con la que se pone en valor el comercio de proximidad y la cultura ecológica. La iniciativa, que alcanzó su novena edición, está organizada por la empresa local Pecorea Miel el Pedregal con la colaboración del Ayuntamiento y distintas empresas. Contó con un atractivo programa que iniciaron los botanófilos zamoranos Ana María González Garzo y Augusto Krause explicando en una sala –la lluvia impidió el paseo programado– plantas autóctonas, a la vez que se inauguró el mercadillo de productos de cercanía.
Más tarde, tuvo lugar un taller de aromaterapia que fue impartido por Jesús Martínez, de Fuenlabrada, a la vez que los más pequeños fueron protagonistas de otro taller, pero de instrumentos musicales, a cargo de Santiago Manzano, de Villaverde de Medina, conocido como El Archiperrero, ya que se dedica a construir archiperres musicales con los objetos más insólitos.
A continuación, tuvo lugar una sesión de embotado de conservas a cargo de Helena Prieto, de Quintanilha (Portugal), que dio paso al vallisoletano Javichu con un taller de construcción de cajas de nido. El mediodía fue el momento para disfrutar de un singular menú en el que se degustó un sabroso potaje de garbanzos con cardillo (verdura silvestre), sin que faltase pan de puebla, yogur Crica con miel y queimada de Armonía Vaccea, realizada por su responsable, Modesto Argüello.
La ilusión e inquietud de Mario Domínguez hicieron posible de nuevo la celebración de la jornada como su alma mater desde sus orígenes cuando fue concejal, valorando muy positivamente el desarrollo de todas las actividades con buena participación. Asimismo, destacó la importancia de «poner en valor lo más cercano y vivir la cultura rural para recuperar muchos saberes que se han ido perdiendo». Por la tarde, Emiliano Tapia, sacerdote de la diócesis de Salamanca, disertó sobre la finalidad social de la agricultura desde su experiencia de un huerto solidario que da trabajo a un centenar de personas en riesgo de exclusión social. La jornada llegó a su fin con la música tradicional de Los Remeros de Zapardiel, de Foncastín de Oliegos.