Consulta la portada de El Norte de Castilla

Ver 29 fotos

La directora del proyecto, Blanca Deusdad, acerca a Nuka a una residente para que la acaricie Miguel G. Marbán

Valladolid

El robot foca Nuka llega a la residencia de San Lázaro de Mayorga

El centro colabora, junto a otras cuatro residencias de Cataluña, Extremadura y Valencia, en un proyecto de investigación de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona para mejorar la vida de las personas con demencia

Domingo, 5 de octubre 2025, 17:10

Cuando la ciencia se pone a investigar para mejorar la vida de las personas, su mejor resultado son proyectos esperanzadores como el que este sábado ... se presentaba en la residencia de personas mayores de San Lázaro de Mayorga al recibir a Nuka, un robot que es una réplica de cría de foca que busca hacer compañía a personas mayores para mejorar su calidad de vida y la de su entorno, en especial a las que padecen demencia.

Publicidad

El geriátrico mayorgano ha sido elegido por la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona, junto a otras cuatro residencia de Cataluña, Extremadura y Valencia, para colaborar en un proyecto de investigación sobre la utilización de un robot que interactúa con los residentes a manera de robot social y que fue creado por el doctor Takanori Shibata en Japón. El robot estará en el centro durante todo el mes de octubre para hacer trabajo de campo y ver todas sus posibilidades.

A media mañana, la profesora del Departamento de Antropología, Filosofía y Trabajo Social y coordinadora del proyecto, Blanca Deusdad, presentaba a Nuka, el robo que es una cría de foca, que, poco a poco, junto a la directora de la residencia Rosa Isabel del Campo, fue pasando de manos a manos de muchos residentes con emotivas escenas de cariño y ternura. Se trata de una reproducción zoomórfica de una cría de foca que podría considerarse un robot de compañía «socialmente evocador», ya que interactúa con el usuario cuando se le acaricia, por ejemplo, ronroneando o mirándolo, aunque su comportamiento puede cambiar de una persona a otra. Blanca Deusdad destacó la importancia de «traer innovación a los centros de personas mayores, donde, generalmente, no pasan muchas cosas».

El robot, que se ha utilizado en hospitales y residencias de ancianos para personas con demencia, es técnicamente muy autónomo, lo que lo hace fácil de transportar y facilita su uso por parte de personas no expertas en informática. Entre sus características técnicas destacan sus sensores táctiles, lumínicos, auditivos, de temperatura y postural, con los que puede percibir a las personas y su entorno. Al mismo tiempo, puede reconocer el punto de origen de las voces y puede aprender a comportarse según las preferencias del usuario, de hecho les puede recordar por sus nombres y reacciona de manera diferente según la persona.

Publicidad

Por eso, con el fin de mejorar el proyecto, antes de la presentación de Nuka, se llevó a cabo entre los residentes una entrevista con preguntas como si sabían lo que es un robot, si les gustaría que un robot les hiciese compañía o si les preocupaba que el robot supiese aspectos privados de su vida.

En la presentación del robot estuvo el alcalde de la localidad, David de la Viuda, quien, como presidente de la Fundación San Lázaro, destacó «la importancia de la residencia de Mayorga, y con ella el mundo rural y Tierra de Campos, haya sido elegida entre cinco centros de toda la geografía nacional para acoger este proyecto piloto», destacando que «cualquier herramienta que des a los residentes para estar bien siempre será buena».

Publicidad

Por su parte, la directora del centro, Rosa Isabel del Campo, expresó su satisfacción por «poder colaborar en un proyecto de investigación dirigido a mejorar la calidad de vida y el avance en el tratamiento de una de las enfermedades que más nos afectará a todos con la edad como es el Alzheimer», asegurando que «ya no solo pensamos en vivir más años sino también en tener mejor calidad de vida y en activar protocolos de prevención». Para la directora, la incorporación de nuevas tecnologías, tal como va a ocurrir con la inteligencia artificial, «supone que tenemos que estar preparados para asumir un importante reto y aprovechar todos los recursos que éstas pueden ofrecernos».

No dejó Rosa Isabel del Campo de destacar el que la residencia mayorgana haya sido elegida para el proyecto, lo que supone «el hecho de evidenciar que, aunque vivamos asentados en el medio rural, podemos estar en la vanguardia de los cuidados a nuestros mayores». Además, explicó que la Fundación San Lázaro es una entidad sin ánimo de lucro continuadora de una obra benéfica y asistencial iniciada tras el edicto publicado por Carlos I en 1531 por el que se prohibía pedir limosna bajo pena de prisión y azotes, exceptuando los monjes, peregrinos y frailes, «lo que hizo que hasta hace unos años nuestro centro estuviera atendido por órdenes religiosas que se han ido sucediendo durante casi quinientos años y a las que hemos tomado el relevo».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

3€ primer mes

Publicidad