

Secciones
Servicios
Destacamos
Si alguien decía Roque en Medina de Rioseco y en toda la comarca, no hacían falta más explicaciones. Todo el mundo sabía que se estaba ... refiriendo al popular e histórico hostelero que hace más de medio siglo abrió en plena calle Mayor la Mejillonera Roque, que con el tiempo se convertiría en un referente para degustar sabrosas viandas de la mejor gastronomía casera. Roque Contreras fallecía este miércoles a los 74 años, con gran tristeza entre los vecinos.
Fue en la década de los 70 cuando Mejillonera Roque abrió sus puertas con Roque Contreras detrás de la barra y su esposa, Antonia González, en la cocina, siendo ya historia de la mejor gastronomía riosecana sus famosos mejillones, junto a los deliciosos morro y oreja rebozados, callos, anchoas o banderillas entre otras raciones, sin olvidar sus exquisitos chorizos de la matanza. Detrás de la barra, Roque era un gran profesional, atento y carismático, un auténtico luchador, como lo ha sido para hacer cara a la enfermedad que ha acabado con su vida. El que fuera alcalde de Rioseco, Artemio Domínguez, le recordaba como «parte de la historia de Rioseco».
Natural de la localidad leonesa de Cubillas de los Oteros, donde nació un 16 de agosto de 1950, en la festividad del santo que le dio nombre, Roque Contreras pasó la mayor parte de su vida en la Ciudad de los Almirantes, donde nacieron sus tres hijos. Con un profundo riosecanismo, era cofrade de la Hermandad del Santo Sepulcro desde que ingresó en 1969, hace más de medio siglo, con muchos años viendo desde la barra pasar con emoción su querido paso frente a su casa, encima del bar, en esa costumbre tan bonita de hacer un poso en las casa de los hermanos en su recorrido por las calles de la Ciudad de los Almirantes. En la memoria queda el Viernes Santo del año 1986 cuando Roque cerró la mejillonera al ser mayordomo de su cofradía con la singularidad añadida de que además pudo sacar y llevar a hombros el paso al aceptar la cofradía que pudiera hacerlo, sin duda alguna como una deferencia al que nunca por su profesión pudo hacerlo, pues en la Semana Santa de Rioseco el mayordomo no puede portar el paso al tener que llevar la vara. Cuando se jubiló, Roque y su esposa, Antonia, participaron de muchas de las excursiones organizadas a distintas ciudades para promocionar la Semana Santa riosecana. Tiempo de jubilación para tomar el vermú, para jugar la partida o para pasear hasta su finca. Este veterano hostelero también era devoto de San Roque, a cuya cofradía pertenecía desde hace muchos años. Muchos de sus clientes de más edad todavía recuerdan cuando ese día les regalaba un puro Farias.
La capilla ardiente se encuentra en el Tanatorio San Juan de Medina de Rioseco, en una localidad en la que este jueves, a las 12 horas, tendrá lugar el funeral en la iglesia de Santa María, desde la que tantos Viernes Santo salió en procesión su querido Santo Sepulcro.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.