Moral de la Reina vuelve a procesionar al Cristo de los Afligidos
Este año, además de los bailes del grupo local, la procesión contó con la presencia de la Asociación de Antiguos Caballeros Legionarios de Valladolid
Los vecinos de Moral de la Reina vivieron, omo cada tercer domingo de septiembre, el día más importante de sus fiestas patronales al celebrar la festividad del Cristo de los Afligidos, una bella talla de hacia 1500. Desde la iglesia de Santa María, tras la misa, después de tres largos años volvió a partir la procesión, en la que, con gran emoción, fue portada a hombros la imagen titular por los cofrades de la hermandad, que como es tradicional vistieron capa castellana. Un vez más, los grupos infantil y adulto de paloteo de la localidad, bajo la dirección de Raquel Díez Cañibano, bailaron varias danzas durante la procesión, con gran aplauso de los numerosos vecinos y visitantes presentes. Este año también se contó con la singular presencia de miembros de la Asociación de Antiguos Caballeros Legionarios de Valladolid.
El honor de mayordomo de la cofradía del Cristo de los Afligidos ha recaído en Jairo Lavín, quien en los días de la víspera, la fiesta y el domingo de difuntos ha tenido que obsequiar al resto de los cofrades con bizcochos de soletilla y pasteles. Lavín, que es cofrade por tradición familiar atestiguada ya en el siglo XIX, recordó que fue mayordomo por primera vez en el año 2000, a la vez que manifestó su gran honor y orgullo. La vara de alcalde (mayordomo del año anterior) fue portada por Aitor Herrero.
Paellada y carrera de cintas
Una vez más abrió la procesión la pendoneta, que según es tradición es portada por el último hermano en inscribirse, pero como se trataba del niño de 3 años Juan Magdaleno la llevó el anterior, Álvaro Herrero, acompañado del pequeño cofrade vistiendo también capa. Según manda la tradición, la pendoleta fue introducida en la iglesia hacia atrás al son del himno de España. Fue el momento del emotivo canto del himno el Cristo de los Afligidos. Además, el programade celebraciones incluyó la misa de difuntos, una gran paellada, la carrera de cintas, una discomovida y la degustación de chocolate con churros.
