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San Antonio Abad, el patrón de los animales, es venerado por su relación especial con ellos. Según la tradición cristiana, durante su vida como ermitaño en el desierto, los animales acudían a él en busca de protección y cuidado. Se le asocia especialmente con un ... cerdo, que suele aparecer en su iconografía, simbolizando la conexión entre el santo y los animales domésticos.
Los relatos cuentan que San Antón veía a los animales como parte de la creación divina, merecedores de respeto y cuidado. Su ejemplo inspiró la idea de proteger y bendecir a los animales, un gesto que los campesinos medievales adoptaron como parte de sus prácticas religiosas. Cada vez se ha hecho más popular en pueblos y ciudades Medina del Campo no se ha quedado atrás. Desde hace varios años, son muchas las personas que acuden a las puertas de la Colegiata de San Antolín para bendecir a sus mascotas.
Rafaela de la Fuente lleva más de una década asistiendo a esta bendición con su perra Kora. «Tiene doce años y llevo viniendo desde que la acogí con dos meses», asegura. Para ella, este año es más especial y espera que, sobre todo, dé salud a su mascota. «Estoy un poco disgustada. Voy ahora al veterinario porque han visto que está llena de tumores», menciona. «Creo en estas cosas y si le pasara algo es como si estuviera bautizada», añade.
Esta misma idea es la que tiene Sandra del Barrio. Junto a su madre ha acudido a la mencionada parroquia con su perrito Koa. «Como ya tiene cinco años, tenía ganas de bendecirlo como hacemos con las personas. Depende de las creencias de cada uno, pero como aquí en España tenemos la tradición de bautizar a la familia, y al final ellos forman parte de ella, esa es la razón», explica.
Por su parte, para Rosa González era ya la segunda vez que participaba en este acto. Junto a Perla, un shih tzu que tiene dificultades para andar debido a una malformación en las patas, y Laia, una bichón maltés, no ha dudado en repetir de nuevo la experiencia. «Me gusta venir a bendecirlas y ver a todos los animales», cerciora.
Aunque mayormente han sido perros los que han asistido a esta bendición, entre ellos se encontraba algún gato. Yolanda Bares ha ido por primera vez junto a Lola, una gatita persa de pelo corto de casi seis años. «A ella le gusta salir y pasear, ver animales y, sobre todo, los perros», detalla. Esta tarde, a las 17.00 horas, tendrá lugar una segunda bendición en Medina del Campo para todas aquellas personas que no han podido acercarse durante la mañana.
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