Valladolid
Luis Argüello visita la residencia de Villavicencio en su 50 aniversarioLa fundación que gestiona el centro ha organizado un completo programa de actos para conmemorar el centro que cambió la historia de la terracampina localidad
La historia de Villavicencio de los Caballeros dio un importante cambio un lejano 31 de julio de 1942 cuando doña Justa Francos Gutiérrez-Calderón otorgó ... ante notario testamento en el que establecía que sus bienes fuesen puestos al servicio de una fundación benéfica para crear lo que en principio fue el asilo de Santo Domingo y Santa Eloísa, los santos con los nombres de los padres de la benefactora», «para pobres de ambos sexos, en la proporción que las necesidades determinen, mayores de sesenta años, con preferencia de los nacidos en dicha villa y no habiéndoles, de los que estén bautizados en Villalán y después cualesquiera que lo solicite dentro de las condiciones de edad y necesidad».
Ahora la residencia ha llegado al medio siglo de vida y lo que empezó por un asilo para pobres se ha transformado en un centro que sigue el modelo de atención integral y centrada en la persona, donde se prestan apoyos profesionales, todo ello en un marco de bienestar tanto en cuanto a las amplias instalaciones como a los modernos equipamientos que permiten garantizar la calidad de vida de los residentes. En la mejor memoria del centro queda la importante obra de ampliación que se llevó a cabo en 2018 con un nuevo edificio, pasando de 30 a 58 plazas y de 15 a 29 puestos de trabajo. Tampoco se debe olvidar que durante 34 años la gestión del centro con gran entrega correspondió a las Hijas de la Caridad.
Este viernes, el arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, participó de una jornada de convivencia, con la celebración de la eucaristía del 50 aniversario, en cuya homilia resaltó la importancia que, para un pueblo como Villavicencio y su comarca, tiene disponer de una residencia de mayores como la de Santo Domingo y Santa Eloísa, a la vez que destacó la coincidencia del cincuentenario de la residencia y el año jubilar, circunstancia que aprovechó para poner de relieve el hecho de que esta residencia disponga también de una capilla «donde los residentes pueden recibir el sacramento de la eucaristía todas las semanas». Asimismo, no olvidó destacar el papel de la benefactora, doña Justa Francos, para que el proyecto de esta residencia saliera adelante y se haya mantenido a lo largo de los años con el respaldo y el apoyo del pueblo de Villavicencio, a través de su Ayuntamiento, y de instituciones como la Junta de Castilla y León y la Diputación Provincial. Durante la misa, en el ofertorio, una residente entregó al obispo un bastón de apoyo como símbolo de la necesidad que tienen de ser atendidos al no valerse en todas sus funciones motoras.
Argüello tuvo tiempo de visitar la exposición que, dentro de los actos conmemorativos, ha organizado la fundación con documentos y legajos sobre doña Justa Francos, así como cinco cálices que la benefactora mandó hacer con sus alhajas y objetos de plata, además de mobiliario y piezas de la vajilla familiar o un retrato de 1790 del arzobispo Cayetano Francos, familiar de doña Justa. Por la tarde hubo un encuentro de familia y un concierto de la Coral Riosecana Almirante Enríquez.
El alcalde de la localidad, Alberto de Paz, expresó que «una mirada de 360 grados treinta kilómetros a la redonda hacen de Villavicencio, gracias a la Residencia Santo Domingo y Santa Eloísa, un lugar preferente en Tierra de Campos en lo que se refiere a la atención a los mayores y a la creación de empleo». Por eso manifestó el eterno agradecimiento de los vecinos a la generosa acción de doña Justa, así como a su visión de futuro», a la vez que manifestó «un ejercicio de orgullo por lo hecho y conseguido y de reafirmar el compromiso por seguir en esta tarea», sin olvidar alentar a la implicación de las generaciones venideras «con el objetivo, único y esencial, de ofrecer a los mayores de Villavicencio y su comarca la mayor, mejor y más completa atención en los años de su madures vital».
Con motivo de la conmemoración, se ha editado una interesante revista en la que los hermanos villevicentinos Jaime y José Ignacio Foces hacen un completo estudio histórico sobre la residencia y el contexto en el que se fundó, dando datos de gran interés como los bienes de la familia para crear la fundación benéfica y construir el asilo con 471 fincas rústicas de distintos pueblos de la comarca, además de nueve fincas urbanas, 1.38 títulos de deuda perpetua, acciones y participaciones bancarias, y 975.358 pesetas en cuentas bancarias de las de 1959.
Siguiendo con el programa conmemorativo, este sábado la compañía Trapu Zaharra podrá en escena Dale Ramón, premio al mejor espectáculo de Euskadi de la Feria Umore Azoka 2023, teniendo lugar en la plaza de Doña Justa Francos, la misma en la que está la residencia. De gran interés será la conferencia que el 12 de agosto pronunciará el catedrático emérito de Historia Medieval de la Universidad de Valladolid Pascual Martínez Sopena con el tema «Villavicencio de los Caballeros y la Tierra de Campos: la sociedad de movimiento». En septiembre, en fecha que todavía está por determinar, tendrá lugar un encuentro de trabajadoras, tanto actuales como del pasado.
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