Lucía Fernández cumple cien años en 'su' Rioseco tras décadas en Barcelona
Esta centenaria celebró el miércoles su siglo de vida acompañada de familiares y compañeros y trabajadores de la residencia donde vive
«No te rindas que la vida es eso, continuar el viaje, perseguir tus sueños, destrabar el tiempo». Son versos de un poema de Mario ... Benedetti que a buen seguro ha seguido durante su vida la riosecana Lucía Fernández Caballero, que, desde este miércoles, es una de las afortunadas personas mayores a las que la vida le ha concedido el regalo de cumplir cien años. Lo celebró en la residencia de ancianos de la localidad vallisoletana con la presencia de su hija, Luisa; nietos, entre los que se encontraba la concejala Montse Valdés; y otros familiares, además del personal de la residencia y del alcalde, David Esteban, quien la entregó un ramo de flores y un diploma, que Lucía pudo leer con gran emoción y sin gafas.
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«Soy una avariciosa, porque me he llevado todos los años», afirmó con mucho sentido del humor Lucía, a la vez que se 'comprometió' a llegar a los 101 años. La veterana riosecana nació en Rioseco en 1923, un 7 de junio, y es la octava de nueve hermanos. Con la ilusión de la juventud, se casó con Luis Sanz a los 19 años, pero enviudó de forma repentina un año después.
Su hija, Luisa Sanz, no llegó a conocer a su progenitor. En busca de nuevos caminos partió a Barcelona, donde vivió durante siete décadas, con su casa a pocos metros de la catedral de Santa María del Mar y con su trabajo en la consulta de un médico.
Hace seis años, al morir una hermana que también vivía en Barcelona, regresó a su pueblo natal, al que nunca dejó de volver tres o cuatro veces por año para bautizos, comuniones y bodas de sus cuatro nietos y seis bisnietos, pero también a la festividad de su querida Virgen de Castilviejo, la patrona de Rioseco. A Lucía siempre le gustó caminar, como recuerda su nieta Montse Valdés. Muy aficionada del Fútbol Club Barcelona, también le gusta la política, la playa y leer el periódico todos los días, además de cocinar, en especial sabrosos postres.
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